Una oportunidad para volver a amar

XLIX

Can

No había sido fácil, pero al final aquí estábamos listos para celebrar nuestro final feliz, como correspondía y habría sido durante meses si no lo hubiera fastidiado todo por mi estúpida terquedad.

Era perfectamente consciente de que era el momento de volver a la realidad, el bebé iba a nacer en tres meses, tenía que arreglar la situación con los padres de Sanem y pedirle que se casara conmigo para poder empezar por fin nuestra vida juntos.

Primero llamé a mi padre para informarle de mis intenciones y del hecho de que pronto iba a ser abuelo. Oí claramente la emoción en su voz, se alegraba por mí, de que hubiera conseguido arreglar las cosas con la mujer que amo. Me dijo que ya había decidido volver, ya que su tratamiento ha terminado y la enfermedad ha sido completamente erradicada, entusiasmado por la noticia dijo que estaba dispuesto a cambiar el destino de su vuelo para no aterrizar ya en Estambul sino en Génova para estar aquí en Camogli conmigo en el gran día.

La siguiente llamada fue para mi amigo más cercano, le expliqué a Metin lo que estaba pasando y que voy a ser padre. Su exclamación de júbilo y sincera felicitación no me sorprendió, es la persona que mejor me conoce en esta vida y sabe muy bien lo mucho que significa para mí crear una familia, tener por fin una familia. No hacen falta palabras con él, ya sabe lo que siento y sé que se alegra por mí. Le pido que prepare todos los actos necesarios para que podamos casarnos aquí en Italia y, si le fuera posible, que me acompañe y esté cerca de mí en un momento tan importante de mi vida. Me encantaría que fuera mi padrino, aceptó con entusiasmo y me dijo que nada en el mundo lo alejaría.

Luego le tocó el turno a Emre, también sentí mucha emoción de su parte ante la noticia de mi paternidad y ante la idea de convertirse en tío, fue un momento muy emotivo que compartimos en una relación bastante anómala entre hermanos, que sólo ahora que hemos crecido empieza a tener visos de normalidad.

Le pedí ayuda para la comunicación más importante de todas, fue por mí a la casa de Aydin y, a través de su portátil, me permitió conectarme con ellos en videoconferencia mientras yo había dejado a propósito la casa de Sanem para ir a mi barco lejos de oídos indiscretos.

Les debía a todos una disculpa y una explicación, incluso a Layla, que sabía que estaba muy enfadada conmigo. No fue una conversación fácil, traté de abrirles mi corazón, mostrando el profundo arrepentimiento que siento por lo que le dije a ella y por lo que le pasó a Sanem esa maldita noche. No pude evitar ser más que honesto con ellos, les confesé lo mucho que la quiero y cómo me di cuenta de que no podía vivir sin ella, les conté mi persecución hasta Ischia, hasta Nápoles, nuestra despedida y luego la reunión con ella aquí en Camogli.

Justo en el momento de la verdad, cuando iba a contarles el embarazo de Sanem miré por un momento hacia su ventana y allí estaba, pensé que lo mejor que podía hacer en ese momento era mostrársela. Levanté la mano que sostenía el teléfono con la cámara encendida como para saludarla y la encuadré para ellos, incluso desde esa distancia el vestido tirado sobre su prominente abdomen era fácilmente visible, pero también se podía ver su hermosa sonrisa de felicidad, escuché claramente sus exclamaciones de sorpresa.

- Esa es la razón por la que Sanem se fue de repente sin dejar rastro, no quería que te enteraras de que estaba embarazada, yo misma me enteré hace poco. Es una mujer valiente, decidió enfrentar todo por su cuenta y no quiso traer vergüenza a tu familia por su condición, por eso también tengo que pedirte perdón, era mi responsabilidad protegerla y no lo hice, pero esta es ahora la situación, está esperando a mi hijo la amo más que nunca y me ha perdonado, por fin somos felices juntos, ella está feliz tú también lo has visto.

Quiero casarme con ella lo antes posible, pero me gustaría que tuviera la oportunidad de compartir este momento, único en la vida de una chica, con su familia, te enviaré los billetes de avión y si me perdonas y nos perdonas te esperaremos aquí en Camogli en diez días para nuestra boda -

Fue Nihat quien habló, sus ojos brillaban de emoción - Can, puedes darte cuenta de que no nos gustó nada lo que pasó, no nos gustó nada tu comportamiento con Sanem, pero todos cometemos errores y a todos hay que darles otra oportunidad en la vida, si nuestra hija ha decidido que eres digno de su perdón, no tenemos más remedio que aceptar su decisión y recibirte en nuestra familia con los brazos abiertos. Estaremos encantados de estar allí para su boda, gracias por ser honesto con nosotros -.

A partir de ahí todo fue cuesta abajo y ahora aquí estamos, listos para celebrar nuestra boda con las personas que más queremos, parece imposible pensar que sólo unos días antes pensaba que era imposible recuperar su confianza y ahora, no sólo me había dado otra oportunidad, sino que estaba dispuesta a casarse conmigo y amarme para siempre como yo lo habría hecho con ella.

Ya es la hora, el oficial de estado enviado por la embajada turca a petición de Metin ha llegado y estamos listos para empezar, Elisa y Andrea también han llegado, ha venido a despedirse de su hermana antes de partir a su misión en la Antártida, será una agradable sorpresa su presencia para mi Sanem.

Como si mi pensamiento la hubiera recordado, aquí está, apareciendo en la abertura de la ventana francesa que lleva a la terraza donde se celebrará la ceremonia, está sencillamente impresionante con el vestido de estilo imperio que le pedí a Layla que le comprara.

Lleva en la mano el pequeño ramo de flores silvestres que pedí porque creo que son flores sencillas pero increíblemente hermosas, como ella.

Apunta su mirada a la mía sonriendo extasiada, se acerca al brazo de su padre y extiende una mano para tomar la mía, la tomo y la llevo a mis labios en un beso reverencial, luego la pongo bajo mi brazo y le digo:

-Vamos mi amor, no puedo esperar a poder llamarte señora Divit-.