VII

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Sanem

Me despierto y un fuerte dolor en el costado me asalta impidiéndome abrir los ojos, oigo la voz de mi padre, de mi madre, de mi hermana que me susurran que me quede tranquilo, que no me mueva, luego una voz desconocida que me dice que ahora pasará. El dolor realmente se desvanece lentamente y la nada me absorbe de nuevo.

No sé cuánto tiempo ha pasado desde que intenté abrir los ojos antes, pero esta vez el dolor es más soportable y puedo mirar alrededor en la habitación débilmente iluminada por la luz del sol naciente.
Siento que alguien me coge de la mano, miro hacia abajo y veo que está mi hermana sentada en una silla durmiendo con la cabeza en el colchón junto a mis piernas mientras me sujeta la mano con fuerza.
Sonrío débilmente pensando que la reina del hielo no es tan gélida después de todo.
Entiendo que estoy en la habitación de un hospital pero no comprendo lo que ha pasado, intento recordar los últimos momentos antes de que la oscuridad me engullera y una imagen viene a mi mente de forma prepotente y violenta: Can y Polen besándose.

Lo recuerdo todo en un instante, Can gritándome, Polen, la caída en el bosque, Can y Polen pasando la noche juntos en la cabaña, Can y Polen besándose en la oficina. El dolor repentino que siento por esos recuerdos no tiene nada que ver con el dolor físico que siento si intento mover un solo miembro de mi cuerpo.

Veo mi muñeca escayolada y siento mi pecho oprimido por las vendas que lo atan con fuerza, suelto mi mano de la de Layla pensando en destaparme para entender lo que me ha pasado cuando veo los ojos azules de mi hermana fijarse en mí.

- Sanem, abla, hermana iyi misin, ¿estás bien? -

- Me siento como si me hubiera atropellado una apisonadora, pero en general creo que estoy vivo, así que estoy bien, ¿qué me ha pasado en el pecho? -

Layla aparta la mirada de mi cara durante un momento, como para pensar qué palabras utilizar para explicar lo sucedido.

-Hemos comprendido que debió de caerse mientras caminaba solo por la noche en el bosque, se rompió la muñeca pero, lo que es más grave, chocó con algo que le provocó la rotura de una costilla y le perforó lentamente el pulmón.
Tuviste una grave crisis respiratoria y tuvieron que intervenir para fijar la costilla y cerrar la laceración en el pulmón -

La miro sorprendida, había sentido un dolor intenso pero nunca pensé que pudiera ser tan grave. Con un escalofrío de miedo me di cuenta de que corría el peligro de no poder levantarme de aquella caída, nadie podría haberme ayudado si las cosas hubieran ido a peor, estaba sola de noche en el bosque y nadie sabía dónde estaba en ese momento. Puede...

Sacudo la cabeza para quitarme su nombre de la cabeza, ya no tengo que pensar en él, nuestra historia ya es agua pasada, él ha seguido con su vida y yo tendré que aprender a hacer lo mismo con la mía.

Mi hermana me mira preocupada.

- Sanem, ¿por qué no llamaste a un taxi, por qué te aventuraste sola en la oscuridad por esas peligrosas carreteras? -

- Fue una estupidez, lo sé, pero el teléfono no funcionaba y empecé a caminar sin darme cuenta, sólo quería alejarme de... -

Vuelve a cogerme la mano y asiente - Tamam, tamam, vale lo entiendo, relájate, no pienses en ello, ya ha pasado todo y pronto estarás bien dijo el médico.
Ahora descansa, voy a llamar a la enfermera para que sepa que te has despertado.

Me deja a solas con mis pensamientos que inevitablemente vuelven a él, un pensamiento insidioso se insinúa taimadamente - Si ya no puedes estar con él, bien podrías haber muerto en ese bosque -.

Sacudo la cabeza con decisión, no puedo dejarme llevar por esas ideas, se acabó es cierto, pero tendré que encontrar la fuerza para seguir adelante de alguna manera, tengo que ser valiente.

Layla vuelve con una enfermera y un médico que le pide que se vaya para poder examinarme. Se acerca y comienza un examen muy minucioso desde las pupilas de los ojos hasta terminar revisando el vendaje de mi pecho.

- Señorita Aydin, he evitado cuidadosamente hablar con sus padres o su hermana sobre esto, pero sabe que en cuanto ingresa en urgencias se hacen rápidamente una serie de investigaciones para ver cómo puede proceder. Bueno, puedo asegurarle que tomamos todas las precauciones necesarias una vez que descubrimos su condición y la cirugía a la que se sometió se hizo con todas las precauciones necesarias -

Le miro interrogante, no entiendo el sentido de este largo discurso - no entendí doctor, ¿en qué estado? -

- Bien, se ha comprobado que estás embarazada de 6 semanas, por lo que se han tomado todas las precauciones para evitar que el feto sufra algún daño por la cirugía torácica a la que te sometiste ayer. Todo es normal, el bebé no ha sufrido daños ni por la caída ni por las consecuencias de la misma ni por la operación. Ella puede estar segura -

Lo miro estupefacto, no puedo procesar sus palabras, abro y cierro la boca varias veces sin poder procesar una frase con sentido.

- Pero, no puedo estar embarazada doctor, quiero decir que tuve mi período hace dos semanas, no puede ser -

El médico me mira con seriedad - En este caso, señorita, le aconsejo que sea muy prudente porque lo que usted confundió con una regla podría haber sido en realidad una amenaza de aborto, le recomiendo reposo máximo durante los próximos dos meses, sin esfuerzos y sin estrés, ¿de acuerdo? -

Asiento aturdida, no puedo creer lo que me está pasando, no puede ser cierto, no puedo estar esperando un bebé de un hombre que me dejó y ya está con otra mujer.

¿Qué iba a hacer ahora?

Una oportunidad para volver a amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora