Sanem
Mi primer vuelo fue aterrador y emocionante, me hubiera gustado tener una mano para agarrarme fuerte durante el despegue, me hubiera gustado reírme con alguien de la extraña sensación que tenía de las bolsas de aire o de los oídos tapados, pero esta es mi vida ahora, tengo que acostumbrarme. Ver el mundo desde arriba fue emocionante, sobrevolamos el Estrecho de Messina y fue emocionante reconocer el contorno de una nación como sólo lo había visto en los mapas.
De la misma manera fue increíble aterrizar y ver desde el ojo de buey en la distancia la majestuosa belleza del Vesubio, es la primera vez que veo un volcán, me gustaría llegar a la cima y ver el cráter, creo que debe ser emocionante.
Por el momento me conformaré con llegar sano y salvo a mi destino, dado el largo viaje que aún me espera. Salgo del aeropuerto y alquilo un taxi que me lleva al punto de embarque para las islas.
Desde que salí del hospital decidí empezar a estudiar metódicamente la lengua inglesa en previsión de este viaje y, gracias a mi prodigiosa memoria, he conseguido adquirir una base gramatical y un vocabulario que me permitirán desenvolverme en situaciones cotidianas. Así que compro sin problemas un billete para el ferry y disfruto de la travesía en un hermoso día de primavera. Contemplo la costa de Campania retrocediendo lentamente, con el inconfundible perfil del Vesubio, y luego me dirijo a la proa para presenciar la aproximación de lo que será durante un tiempo mi refugio del mundo.La isla que soñaba con visitar desde que era poco más que una niña, cuando vi en la televisión un reportaje de viajes sobre la espléndida Ischia, la mayor isla del Golfo de Nápoles. Me cautivó el azul profundo del mar, los colores pastel de las casas, las amplias y arenosas playas y los frondosos bosques de pinos diseminados por la isla.
Después del infierno que acababa de pasar, me gustaba la idea de volver a empezar mi vida en un paraíso y fue una curiosa coincidencia descubrir que Osman estaría en la isla en esos mismos días para rodar un anuncio para una conocida marca de ropa masculina. No le había dicho que iba a venir, no quería que hablara con Ayhan de ello, le habría llamado una vez que llegara para rogarle que se reuniera con nosotros y le explicara la situación en persona.
La entrada del ferry en el puerto me encanta, la ciudad es exactamente como la había visto en el reportaje, pero mucho más bella de lo que imaginaba, los colores vivos que me daba la luminosidad de este hermoso día de finales de marzo hacían que la belleza de estos lugares fuera aún más incomparable.
Desembarco y observo a la gente que espera en el muelle, me pongo de acuerdo con el dueño de la casa que alquilé que me aseguró que habría alguien para recibirme a la hora del desembarco. Miro a mi alrededor hasta que veo a lo lejos a un joven que, apoyado indolentemente en un jeep, sostiene un cartel con las palabras Sanem escritas.
Me acerco a ella tirando con dificultad de mi carrito sobre el pavimento irregular del puerto - Hola - Se aleja rápidamente del jeep, adelantándose para coger mi maleta, mientras extiende una mano hacia mí para presentarse - Hola, encantada de conocerte, soy Andrea.
- Encantado de conocerte, mi nombre es Sanem -
-Por favor, vengan por aquí -
Subo al coche con dificultad, mientras él coloca mi maleta en el asiento trasero, y luego se pone al volante y se marcha, subiendo el vehículo por las estrechas calles del pueblo. Me encantan los edificios de colores y la belleza de las numerosas buganvillas que se entrelazan con las vallas y forman grandes pérgolas aromáticas en los patios de las casas.
Por fin me parece, después de mucho tiempo, que puedo respirar, que el peñasco que pesa sobre mi corazón es menos asfixiante que de costumbre, como si la belleza de este lugar pudiera calmar de alguna manera mi angustia.
Nos detenemos frente a un hermoso edificio, rodeado de densa vegetación y con vistas directas a la playa. He elegido ésta entre las muchas propuestas sólo por el hecho de que en las fotos, publicadas en el portal de internet, aparecían unas preciosas verandas abiertas directamente en la playa. No puedo permitirme escalar en este momento, necesito calma y descanso y este me pareció el mejor alojamiento.
Andrea baja a abrirme la puerta, me ofrece su mano para ayudarme a bajar del jeep, muy alto para mi estatura, sonrío brevemente para agradecerle y juntos nos dirigimos hacia la entrada principal del edificio No nos da tiempo a llegar a la puerta que una chica de sonrisa jovial sale a nuestro encuentro secándose las manos en un delantal.
- Bienvenida, soy Elisa, encantada de conocerte, ven que te voy a enseñar tu apartamento. Andrea, trae la maleta de la señorita, por favor - Me coge por el codo y me lleva hacia el lado de la casa que da al mar donde, después de bajar tres escalones, llegamos a una pequeña puerta de hierro forjado que abre con una llave que luego me entrega. Creo que tenemos la misma edad. - Asiento con la cabeza, sonriendo, conquistada por la calidez de esta mujercita morena, muy bronceada, de rasgos típicamente mediterráneos y rostro jovial.
- Esta es su entrada, es independiente de la nuestra, vivimos en la casa al otro lado de la que se alojará. Mientras me da toda la información práctica necesaria para mi estancia, me conquista la belleza de ese lugar rodeado de vegetación. El gran porche con vistas al mar está amueblado con una preciosa mesa con cuatro sillas de hierro forjado y dos acogedoras tumbonas acolchadas.
Andrea llega con su maleta y me da las indicaciones necesarias para llegar a la habitación donde se servirán las comidas, prefería este tipo de alojamiento antes que una habitación de hotel. Pensé que era mucho mejor tener un apartamento privado íntimo con servicio de catering que me hubiera evitado tener que desplazarme para hacer la compra, aprovechando en cambio para descansar como me aconsejó calurosamente el médico al salir del hospital.
Andrea me dice que está disponible para cualquier tipo de recado o para acompañarme al centro en cualquier momento, me da su número de teléfono móvil para que pueda contactar con él en caso de necesidad.
Se van saludando alegremente, parecen gente muy agradable, estoy contento con la elección que hice. Me siento en la tumbona frente al mar y suspiro, me siento decididamente agotado, estoy de pie desde anoche y el viaje ha sido largo y agotador, pero debo decir que me siento optimista después de días y días marcados por pensamientos sombríos y preocupaciones.
Sólo por un momento muevo la mirada hacia el otro sillón de la veranda y mi mente traidora imagina a Can aquí conmigo.
Ah Sanem Ah, estás aquí para olvidarlo, para empezar a vivir sin él, realmente no necesitas estar soñando despierta, me levanto molesta, cierro la segunda tumbona y la apoyo contra la pared a un lado. Asiento satisfecho y entro para darme una ducha y regalarme unas horas de merecido descanso, definitivamente lo necesito, ya habrá tiempo después para explorar los alrededores.
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Una oportunidad para volver a amar
FanfictionCan está realmente delicado y arraigado al ver que Sanem ha vendido su perfume a Fabbri, está convencido de que su relación sigue siendo definitiva. Polen busca de todas las maneras posibles adaptarse a la situación para fraguar entre los dos y rec...