- Claro, vigilaré para que no metas la pata - susurró, removiéndose inquieto en la silla.La chica sonrió y se dedicó a hacer varios ejercicios que Owen le dio y a pesar de que unos estaban bien, exactamente la mitad tenían errores.
- ¿Estás distraída? - la picó -. La mitad están mal, ¿eh? - la miró de reojo y alzó una ceja, sonriendo -. ¿Necesitas más ayuda? - Ella lo miró con cara de disculpa.
- Sí... es difícil concentrarse. - miró la página - Si no te molesta... estaría bien si me ayudas un poco, pero sólo si no te molesta... - la miró de nuevo con una sonrisita juguetona.
- Siempre puedo separarme un poco, sentarme en la silla de en frente... - tentó, para ver qué le contestaba aunque no le dio tiempo a hacerlo, él mismo rechazó su propia propuesta y procedió a explicarle lentamente cómo se resolvía con más facilidad.
Rose prestó toda la atención del mundo mientras agregaba unos "ajá" y "mhmm" demasiado eróticos.
- Rose...- intentó que no se le escapase una risa algo tonta pero terminó la explicación antes de quedarse mirándola con una intensidad palpable -. ¿Por qué yo? - preguntó en un susurro algo sensual.
Ella lo miró unos segundos antes de seguir con los ejercicios.
- ¿De qué hablas? - preguntó, haciéndose la tonta. Owen se encogió ligeramente de hombros.
- No soy nada del otro mundo, lo más excitante que tengo es la sangre coreana - sonrió, aún confuso -. No soy tan tonto como para no ver que ...te has dejado esos ejercicios a posta - añadió lo último en su oreja, en un susurro cálido y ella rió bajito.
- Eres muy listo. - Terminó los ejercicios y bajo el lápiz -. Supongo que ahora no tengo excusa para acercarme... - susurró.
- ¿Segura de que necesitas una excusa? - alzó una ceja y se acercó para besarle en la mejilla.- Ven conmigo a la fiesta de esta noche - pidió de repente, tomándolo le la mano -. Hay un DJ nuevo en el club.
- ¿En serio? - sonrió, contento -. Estaré encantado - él dio vuelta a esa mano y la besó en los nudillos, mordiendo ligeramente aquella piel suave.
Ella se mordió ligeramente el labio inferior y se levantó para guardar sus cosas.
- Perfecto, ¿te veo ahí a las... ocho?
- A las ocho - asintió, haciendo lo propio con su material aunque no se levantó.Ella se acercó para darle un beso en la mejilla y susurrarle al oído.
- Es una cita...- se retiró moviendo demasiado las caderas.
Owen resopló acalorado y se abrazó a su mochila, esperando que desapareciese para poder levantarse más tranquilo. Para aquella noche se iba a tener que arreglar...todo eso era algo nuevo.
***
Esa misma noche, justo después de la cena, Sujamí había preparado su pequeño maletín para ir a casa de Vyr. Eran las siete y muy poco después hizo sonar el timbre de la puerta, avisando a su amiga de que había llegado. Se escucharon unos pasos, un salto que creó un estruendo espectacular y poco después la cazadora abrió la puerta para darle un abrazo.
- Sujiiii
La chica sonrió dejándose abrazar.
- ¿No pensabas que me iba a arrepentir y perderme la ronda de noche con la cazadora, verdad? - dijo, con aparente buen ánimo. Lo que fuera para olvidar el horror de la otra noche con Azrael.
- Hombre no, qué te vas a perder tú si estás majareta como nadie - sonrió, besuqueándola y arrastrándola a dentro mientras raptaba el pequeño equipaje -. La ronda de hoy puede ser ultra larga, así que espero que te lo pases teta.
- ¡Bieeeen!- celebró -. Pues yo ya estoy lista.
- Vale, pues espérate que me cambio, sube conmigo - le indicó, dirigiéndola por las escaleras a su cuarto, una habitación de techo un poco inclinado, lleno de pósters de grupos, algunos libros de fantasía y un par de enciclopedias de armas o técnicas de lucha. Dejó el equipaje de Suja al lado de su cama y se quitó el chándal para rebuscar en su armario -. A ver, qué nos ponemos hoy...¿Quieres una chupa de cuero, compañera? - Suja se levantó y se acercó al armario con interés.
- Uhh ¿pero cuantas tienes? - preguntó curioseando.
- Pues unas cinco...por qué te crees que no tengo dinero - la cazadora se carcajeó mientras sacaba una prenda de agujeros en un poco de pantalón...igual aún hacía mucho frío para eso, pero se los dejó sobre la cama -. A ver, camiseta...hmm - tarareó mientras zarandeaba el trasero con dibujos de aliens que habían sido un regalo de Suja -. Igual me pongo una camiseta normal, la del otro día la tuve que quemar.
- Jo, son todas geniales - apreció.
- Ponte lo que quieras, preciosa, huhuhu. Mientras te quepa...hoy te lo dejo todo - sonrió con malicia mientras sacaba una camiseta de manga larga, cuello alto...que no le tapaba ni el ombligo. Se quitó el sujetador de andar por casa y se puso a buscar el de deporte -. Maldita sea, hombre.
La menor tomó una chaqueta de cuero, la más pequeña de las cinco y se la probó sobre su jersey del ojo de Sauron. Se giró para mirarse el pecho plano, hizo morros por un segundo y se encogió de hombros.
Cuando por fin logró encontrar Vyr la ropa interior de deporte, se apretó bien toda la chicha y se calzó la camiseta, pantalones agujereados y botas militares, dejando una chupa con un parche amenazador en la espalda para lo último. Era como una señal de tráfico que avisaba de la presencia de un guardia de circulación, rezaba 'I'll kick ur ass' -. Ey, cazadora padawan, ¿estás lista? - Suja le sonrió ampliamente y asintió.
- ¡Vamos a patear traseros monstruiles!
- Vale, empecemos por el cementerio, luego vamos a hacer una visitilla a la sanguijuela, al Hook por si hay alguien que se quiera pasar de listo...y lo que cunda la noche - sonrió, agarrándose un arnés en las piernas con unos cuchillos tan canijos que podía esconderse uno en cada palma de la mano. Con la funda no se veían y a Sujamí le dio un filo que se extendía fuera de la manga al más puro estilo Assassin's Creed -. Esto te va a molar.
- OMAIGAAA - chilló fangirleando, mirando con adoración el arma.- Pues ea, vámonos antes de que venga el pesao de mi padre - la animó -. Vamo' a patear culetes.
- ¡Vamooo! - celebró, el buen humor había regresado con el ánimo de Vyr.
***
Por fin había llegado el momento y estaba un poco atacado de los nervios.
Su padre le había preguntado si estaba preparado y medicado para no tener ningún accidente raro. Después de aprobar su indumentaria, lo había llevado en coche hasta una zona cercana al Hook.
- Gracias, Pa - se despidió con la mano y se dirigió por la calle con el abrigo entreabierto y las manos en los bolsillos. Iba un poco repeinado, con gomina pero con mechones sueltos, dejando a la vista sus pendientes de aros negros. Llevaba una blusa con un par de botones desabrochados y unos tirantes elegantes que conectaban con unos pantalones que encajaban en cualquier fiesta de noche. Una gargantilla con una pequeña calavera asomaba por su garganta, así como una pulsera negra en su muñeca izquierda.
Buscó con ansia a Rose, esperando que no le hubiese timado.
La muchacha entró a los pocos minutos, rodeada de sus amigas, buscó con la mirada a Owen pero como no lo reconoció(más bien no lo vio), caminó con su grupito hacia el bar. Con una risa atrapada tras sus labios, el chico intentó serenarse cuando caminó tras ella para darle un par de toques en el hombro.
- Supongo que la ropa de las reuniones familiares era demasiado.
Rose se giró, la sorpresa en el rostro de sus amigas más parecía de shock. La aludida separó los labios y le miró de pies a cabeza con una sonrisa sorprendida a la vez que divertida.
- ¿Owen? - rió.
- ¿Sí? Hmn, disculpa - respondió, quitándose el fino abrigo para colgarlo en una percha muy cercana y después remangarse la blusa hasta el codo, volviendo con sólo tres pasos. No parecía del tipo, pero sus brazos eran fuertes -. ¿No te gusta?
- Si hasta parece otro cuando se baña... - bromeó una de las chicas. Rose le dio un empujón a esa muchacha con su cadera y tomó el brazo del chico para alejarlo del grupito.
- Tienes una pinta estupenda - lo halagó, aún sorprendida.
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Me encantaría leer vuestras conspiranoias al respecto.
OWEN + ROSE....?!?!?!?!?!?!?!?!
Lady_Zadril se despide. Un besote y abrazote! Que tengáis un maravilloso fin de semana.
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NIGHTDALE
Teen Fiction.: LABERINTO:. Suja, Owen, Vyr y Azra son cuatro amigos que viven en un pueblo bastante grande, pero no lo suficiente como para que pase algo siniestro sin que nadie se entere. La adolescencia y las fuerzas oscuras del mal no suelen ser una mezcla b...