NIGHTDALE

67. Sospechas

- Gracias por venir a avisarnos - Owen le frotó un poco la espalda a Matras que tenía aún muy mala cara y le revolvió el pelo -. Pero es normal que se haya desmayado, tío...es traumático...hasta yo me siento flojo ahora...creo que voy a tener pesadillas durante meses. - Matras se estiró despacio al sentir su toque, pero no dijo nada. Se limitó a sonreír débilmente y él sentía que podía apaciguarlo de algún modo -. ¿Estás bien? - le preguntó , consiguiendo un asentimiento mudo. Sujamí puso mueca de aburrimiento y miró a Leo con curiosidad.

- ¿Qué hacemos ahora? Habrá que cerrar la herida... ¿no? - preguntó. El móvil de Vyr sonó en ese momento.

- Esto me ha dejado un poco descolocado. No sabía que el acónito nos afectaba tanto como en la ficción - observó Owen.

- Sujamí...cuando podáis...igual es buena idea...preparar comida para todos...díselo a Ans...

- Oh...- Ans buscaba, metiendo la mano en el bolsillo del trasero de la cazadora, pidiendo disculpas al aire para poder cogerlo y descolgó -. Éste es el móvil de Vyr ¿Diga?

- ¿Quién habla? - preguntó una voz femenina al otro lado de la línea -. ¿Dónde está Vyr?

- Ah, soy Ansgar, uno de sus amigos. Hemos tenido un problema y ha venido a ayudarme. Está ocupada, ¿Quién eres? Para poder decírselo.

- Usagi - dijo la voz -. ¿Cómo vais, está Leo mejor?

- ¡Ah, La bruja! Sí, Vyr ha hecho lo que ha podido para limpiar el acónito, pero no parece cerrar tan rápido como debería y ella...bueno, después se ha desmayado. Vamos a hacer comida para recuperarnos, si te apetece también habrá para ti - ofreció.

- Gracias... quería saber dónde estáis, para ayudar - explicó.

- Ah, claro...e...espera.. ¿Cómo se hace esto? ¿Suja? ¿Cómo se envía la localización desde este trasto? Ayúdame - pidió.

- A ver.- La chica se acercó y le explicó con soltura hasta que fue capaz él solo -. Hecho. Dice que ya viene. Parece que vamos a tener una invitada más. Manos a la obra, ¿Había que hacer comida, no? - sonrió, revolviéndole el pelo a Suja.

- Vamos a curar las penas con la tripa llena. - Sonrió, aprobando el plan.

- Será como tomar una poción para restaurar puntos de vida y maná - soltó de repente, yendo a la cocina a lavarse y sacar cosas del frigorífico. Sujamí se detuvo para mirarlo boquiabierta durante dos segundos antes de unirse -. ¿Qué pasa? Con lo ruidosa y friki que suenas siempre - se carcajeó -. Ni que fuese tan sorprendente.

- Es que no tienes pinta de ser friki. - Lo miró, sospechosa.

- Is qui ni tinis pinti di sir friki imimimimi - bufó -. ¿Demasiado guapo para ti? Pues enseñaba a los lobeznos cosas de supervivencia, estrategia y demás haciendo partidas de rol, así que menos aires, guapa. - Sonreía burlón mientras la joven buscaba en el frigorífico y sopesaba las posibilidades.

Justo cuando iban terminando de preparar la ensalada, verduras, carne y picoteo variado, llamaron a la puerta. Sujamí terminaba de probar en esos instantes el gulash que había hecho con Ans.

- Qué buenos somos, maldita sea - brindó el aludido, secándose con un trapo mientras iba a abrir. Recibió a la bruja con una sonrisa -. Gracias por venir.

- Hola - saludó la bruja -. ¿Puedo pasar?

- ¿A caso eres un vampiro? Entra, anda. - Sonrió, haciéndose a un lado. Usagi sonrió débilmente, buscando y yendo con Leo en el momento en que le vio.

- Ey, mira a quién ha traído el viento - saludó él, con la cabeza apoyada en una almohada y el estómago cubierto por vendas limpias sin apretar. Ella lo analizó unos segundos antes sostenerle la mirada.

- Traigo medicinas.

- Ugh, por fin...tengo muchas ganas de levantarme y no me dejan - se quejó. Mirando de reojo con odio a los más jóvenes.

- No los culpo. Por lo que me han contado, te han hecho mucho daño - murmuró, sacando una botella de su mochila -. Anda, toma esto. Te ayudará a combatir cualquier residuo de veneno que haya quedado en tu organismo. - Destapó el bote de cristal transparente, que dejaba ver un líquido verde viscoso. Leo lo miró con mala cara.