- Tengo que adecentar un poco nuestro escondite improvisado - intervino Leo -...pero éstos pueden ir contigo si quieren... - Hizo una pausa breve -. Aunque Ansgar, en realidad...podrías ayudarme. Que vaya sólo Matras mejor - ofreció Leo -. Tú sólo les vas a dar problemas.
- Vamos - Indicó Vyr con un movimiento de cabeza para que fuese con ellas -. Ojalá invitarte a la fiesta de pijamas en mi casa, Matras, así Ans sufría un poco - dijo en alto para fastidiarlo.
- Uhhh... - murmuró Suja, cayendo en la cuenta de lo que aquello implicaba. Leo un poco sorprendido y Ans de morros se despidieron y los dejaron retomar su camino.
- Maldito rubiales - se quejó Vyr -. Parece un león y luego es un maldito sobón.
- No me habías contado ná, picarona - le picó su amiga, dándole un mini codazo en el costado.
- Ueh, deja. Es bueno en la cama, pero es muy pesado. Tiene un problema grave de hormonas y que lo diga yo, ya es serio - se rió, abrochándose un poco la chupa de cuero.
- ¡Hala, hala! - Suja rió, nuevamente de buen humor -. No tardasteis nada - comentó mientras Matras las seguía en silencio, observándolas con curiosidad.
- Joe, estaba estresada, ¿vale? Y me ponía ojitos...ay joder cómo me miraba...estúpido y sensual perrazo - suspiró -. Pero tampoco suelo repetir. Él parece intentarlo, pero meh, la verdad es que no me llama - la cazadora se encogió de hombros, sonriendo mientras se metían por los callejones chungos de Nightdale.
- Ais, lástima por que está guapete y es simpático - dijo casual.
- ¿Hoooo? ¿Te interesa? Ya sería la primera vez, uah, UAH SUJA - le pasó el brazo por los hombros, emocionada -. Te lo ofrezco entero. Menos mal que tenemos a Matras para contarnos cómo es en realidad, ¿hum? - sonrió, mirando hacia atrás con bastante dulzura y haciéndole un gesto para que se acercase.
- Plis si lo digo desde un punto de vista neutral - se quejó ella mientras Matras miraba a la cazadora un tanto confundido.
- No seas tonto, ven a nuestro lado, no vaya a ser que te agarren desde algún callejón - se rió antes de volver a mirar a Suja -. Hummm...si tú lo dices - ella se encogió de hombros -. Estamos cerca.
El licántropo se detuvo de golpe, moviendo la nariz. Claramente había captado un aroma que le resultaba extraño o poco usual. Y como si se lo hubiese visto venir y la advertencia de Vyr fuese totalmente fundada o preparada, un borrón blanco enorme se lanzó sobre Matras desde un callejón, sin hacer ni un sólo ruido y sin atacarle realmente. Segundos antes de que aquella masa blanca cayera sobre él, Matras había gruñido y se había transformado tan rápido que cuando estuvo en el suelo, ya era un lobo a la defensiva. Intentó no morder demasiado fuerte, pues enseguida notó que aquel recién llegado no tenía tan malas intenciones.
Suja, boquiabierta, miraba a un lado. El lobazo blanco gigante hacía amago de morder la cabeza y el cuello de Matras y visto desde fuera, imponía respeto.
- Rhyss, hombre...- dijo Vyr, con los brazos cruzados.
- Joder, que sustito - se quejó Suja, sin tener claro si acercarse o no.
Matras se levantó y miró con curiosidad al albino, olisqueándolo. El lobo blanco pareció ponerse a jugar, intentando atraparle el morro con sus dientes.
- Vamos, a la tienda - ordenó Vyr -. Hace mucho tiempo que no veía un hombre lobo, así que discúlpalo...además le avisé de que estabais aquí - comentó, abriendo la puerta de la tienda, dejándola abierta para todos. A la otra chica se le iban los ojos mirando a los perretes, casi con adoración. Matras les siguió no tan emocionado como el albino. Estaba claramente preocupado.La cazadora señaló una mesa redonda y amplia alrededor de la que se podían sentar y fue a por Rhyss para separarlo del joven lobo, acariciándole detrás de la oreja y bajo la mandíbula, arrancándole un ruido de gustito y...¡poof! volvió a ser humano.
- ¡Joder! - se quejó -. No hagas eso - refunfuñó. Estaba vestido con ropa de calle no demasiado elegante, vaqueros gastados y una camiseta bajo una sudadera. Tenía el pelo blanco algo revuelto y los ojos amarillos de lobo brillantes -. Encantado...debes ser Matras.
El otro lobo se transformó de vuelta a su apariencia humana y asintió. La ropa estaba en su lugar, así que Matras pensó que alguien tenía que haberle puesto el hechizo encima. Una mirada al peliblanco supo perfectamente quién.
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NIGHTDALE
Teen Fiction.: LABERINTO:. Suja, Owen, Vyr y Azra son cuatro amigos que viven en un pueblo bastante grande, pero no lo suficiente como para que pase algo siniestro sin que nadie se entere. La adolescencia y las fuerzas oscuras del mal no suelen ser una mezcla b...