2. Callejón

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*** Más tarde...aquella noche de viernes ***


Habían decidido aprovechar bien la noche quedando todos juntos en el bar Hook. Todos menos Azrael. Al empollón alto era complicado sacarlo a ningún sitio después de las 10 de la noche.

- Menudo soso, de verdad - se quejó Vyr, alzando su jarra de cerveza mientras miraba el cesto de mimbre lleno de frutos secos con odio.

- ¿Pero no tenía que trabajar hoy? - preguntó Sujamí, comiendo un sandwich que seguramente habría traído de casa.

- Ah, ¿pero entonces es cierto que trabaja? - bufó Owen -. Yo pensaba que se quedaba empollando en casa y eso era una trola.

- Eso mismo pensaba yo - rió Vyr, con una pequeña sonrisa, fruto del alcohol.


- De verdad, que poca atención ponéis - Sujamí negó con la cabeza.

- ¿Y dónde trabaja? - preguntó Vyr, cotilla, mientras vigilaba el cúmulo de gente dentro del bar. Realmente no parecía tan interesada en su propia pregunta y Owen miraba a Suja mientras él mismo bebía de una copa de Vodka con limón.

- Pues... no sé si os debería contar esto - se hizo la importante mientras ella misma bebía de un vaso de zumo.

- ¿A caso es un bailarín de striptease? - bromeó Vyr, desde su asiento. Owen puso cara de asco, intentando sacudirse la imagen de la cabeza.


- Tú estás mal.

De pronto, un chico alto y de cabello oscuro se acercó a la mesa y miró a Vyr casi con hambre.

- Hola - sonrió -. ¿Quieres bailar?


- ¡Ay! Sí, por favor. Me estaba durmiendo ya - le sonrió, analizándolo quizá con demasiado énfasis mientras se ponía a su lado con el estilo de una gata -. Vamos.

- Agh...no sé cómo puede bailar siempre con alguien distinto - murmuró Owen, echando mano al picoteo.

- Por lo menos son guapos - sonrió la más pequeña.

- ¿Guapos? - preguntó, confuso y alzó una ceja -. Supongo que sí. Y siendo como es...no atrae a gente del montón, en cierto modo era de esperar... - sonrió e hizo una pausa para mirarla, sonrojándose entero -. ¿T-tú q-quieres....errr....bailar?

- Vale, pero ya sabes que se me da fatal - rió, terminándose su tentempié.

- Podemos quedarnos sentados también, tampoco sé moverme - contestó, sacando una baraja de cartas de su chaqueta y sobre la mesilla para entretenerse e ignorar la vergüenza de haber pensado en un plan tan horrible.


- Uhhh jugar también está bien - celebró ella, ahora de mejor humor y recolocándose en el asiento.

Mientras Owen y Suja se disponían a jugar cartas y Vyr bailaba con aquel extraño, una figura entró al local. El hombre tenía un largo cabello pelirrojo que brillaba como si estuviese hecho de seda y varias miradas se movieron al compás al que caminaba. Tenía unos ojos dorados llamativos que parecían tener luz propia. El extraño caminó despreocupado. Su larga chaqueta de cuero ocultaba el resto de su ropa, que por lo que parecía, también era oscura. Miró un instante a su alrededor. Estaba claro que buscaba a alguien en concreto.


Pasando totalmente desapercibido, entró poco después alguien por la puerta trasera del Bar con una caja pesada. Llevaba una camiseta de manga larga ajustada, marcando unos brazos fuertes, unos pantalones vaqueros y deportivas. Pasó detrás de la barra para reponer la nevera, aprovechando que nadie le miraba para tomarse un respiro. Era Azrael, aquel era su trabajo. Reponedor y transportista para los bares del pueblo. El pelo lo llevaba recogido en un moño mal hecho y las gafas, demasiado redondas, amplias y algo gruesas, tapaban lo que restaba por admirar.


El pelirrojo posó entonces sus ojos en el recién llegado, lo examinó con detalle desde donde se encontraba. Una chica rubia se acercó a él sonriente.

- Hola ¿vamos a bailar? - preguntó.

El pelirrojo sonrió y le miró por encima. Se acercó demasiado a ella y aspiró el aroma de su cuello, luego se separó y la analizó mientras ella, atontada, se había quedado de piedra.

- Uhm... - ronroneó él -. Lo siento, pero apestas a tabaco - sonrió y se separó para caminar despacio hasta el bar, dejando a la joven confundida ahí parada en medio de la nada, como si se hubiese roto algún hechizo extraño.

El joven de la barra daba la espalda a los clientes mientras que el resto de camareros, apenas había tres, estaban demasiado ocupados. Trataba de colocar las botellas lo más rápido que podía. Un pequeño rastro de sudor había empezado a escalar su espalda. Sabía que sus amigos estaban allí y no le gustaba que coincidiesen sus turnos con aquellas visitas.

El recién llegado se apoyó con chulería en la barra y clavó su mirada dorada en la espalda musculosa del joven que continuaba con su tarea. Azrael ignoraba cualquier posibilidad de que volviese a tocarle atender la barra...pero justo una compañera le gritó a cinco metros.


- ¡Azra! Ocúpate de los clientes que lleguen un momento, ¿vale? - ordenó una muchacha de pelo castaño fuertemente recogido. Si seguía así, se acabaría haciendo un lifting involuntario. El joven no se giró de sopetón. Se levantó con cuidado, con un trapo húmedo entre las manos y levantó una mirada gris exageradamente aumentada a través de las gafas. Se quedó un poco mudo al ver al cliente.

- ¿Qué quiere para beber? - carraspeó. El cliente estiró su sonrisa a un lado, mirándole de arriba abajo con interés.


- Uhm... se me antoja algo joven y cálido - contestó con una voz tranquila que derrochaba sensualidad.

- T-tenemos reservas jóvenes fuera de los frigoríficos...si gusta - contestó, totalmente sonrojado. Le daba la impresión de que no era vino lo que quería...Se quitó las gafas unos instantes para limpiarlas con un pañuelo de seda que guardaba en su bolsillo. Parecía que no veía tres en un burro por cómo entrecerraba los párpados. El pelirrojo separó los labios sólo un poco al verlo sin ellas.

- Me parece bien... - siseó, sin quitarle la vista de encima.

Azrael volvió a colocarse las gafas y con esto, fue capaz de volver a ver sin problemas. Se puso manos a la obra, sacando una botella de cristal negro de la estantería y... - ¿Desea copa o vaso? - preguntó, intentando no mirarle a los ojos.


- Copa - contestó con calma, sin perderse ninguno de sus movimientos.

- Marchando - contestó, concentrado. Vertió el líquido en una copa cuyos bordes había untado en un polvo blanco que sabía a hierbas y picaba. Dejó la bebida sobre un posa vasos, acercándolo a él con ambas manos, con cuidado. El pelirrojo detuvo la mano del joven y le acarició con su dedo pulgar por un micro segundo, luego sonrió y tomó la copa.

- Gracias - siseó, llevándosela a los labios, que separó despacio y dio un largo y lento trago. Una vez terminado, lamió su labio superior y ronroneó -. Justo lo que buscaba.

Azrael sonrió como un tonto, aunque con incomodidad - Me alegra saberlo. Son...seis euros, por favor - consiguió decir. Por poco se la habría ofrecido gratis. El pelirrojo sacó un billete de quinientos euros y lo deslizó hasta el moreno, con una sonrisa galante. Azrael se aclaró la garganta -. ¿Sabe que no tenemos cambio para esto, verdad? - sonrió, tomándolo por loco sin disimular en absoluto.


- Oh, que mal - sonrió, fingiendo estar avergonzado -. En ese caso... quédate con el resto - añadió, sonriéndole de nuevo con malicia.


- ¡¿E-está usted loco?! No puedo aceptarlo, de verdad que no...mire...mejor le invito - movió una mano para que se olvidase del tema. Era mejor eso que aceptar algo tan cuantioso que no se había ganado y que no podría justificar ante su jefa -. Voy a seguir trabajando, si no le importa -. declaró, huyendo con la caja vacía al cuarto trasero y al callejón para cumplir con sus tareas.Mientras se encargaba de poner más cajas en orden en una esquina, el pelirrojo apareció cerca sin que lo viese y le observó durante unos minutos más sin hacer ruido. Justo cuando Azra se dio la vuelta, se lo encontró frente a frente, tan cerca, que casi pudo sentir el frío que despedía la piel del hombre.


El joven habría dado un bote del susto si no se hubiese quedado congelado al mirarlo. Tras breves segundos fue cuando intentó reaccionar -. ¿Q-qué quieres? Esta zona es privada, ¿Sabes?

- Te quiero a ti... - siseó, antes de rodearlo.


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¡Hola! Como ya es miércoles y el trozo del domingo fue bastante corto, lo prometido es deuda. ¡Micro capítulo al canto!
No olvidéis dejar un comentario y compartir <3
¡Gracias por leernos! Nos vemos el Domingo 31 de Mayo.

Lady_Zadril.

NIGHTDALEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora