Se pudo escuchar el ruido de la moto a eso de las nueve de la noche, en la tienda de Rhyss. Los lobos, el guardián y Usagi esperaban desde hace un rato, aunque no había señales de los dos cazadores aún. La bruja estaba entretenida haciendo combinaciones de diferentes hojas secas para el té que repartiría en breves, mientras los demás estaban sentados por ahí, nerviosos.
- Bien, parece que ya viene - celebró Rhyss que hacía un rato había puesto el letrero de 'cerrado' en la puerta y había girado las cortinas de láminas para que nadie se pusiera a cotillear.
- Ya era hora - rumió Leo, ojeando un libro que no entendía y que, por cierto, sostenía del revés. A los pocos segundos, el cazador entró, llevaba las mismas pintas de esa mañana y miró a los presentes con seriedad, sin saludar.
- Bienvenido - saludó el licántropo albino -. Por favor, toma asiento en la mesa, Abel.- El moreno avanzó despacio, fulminando a los lobos y sentándose de golpe.
- ¿Dónde está Vyr? - dijo al fin.
Entre la incomodidad y tensión, por suerte la aludida había escuchado su nombre y como un hechizo de invocación, abrió la puerta del gimnasio donde solía entrenar. Iba completamente vestida de noche, con unos vaqueros negros ajustados, botas con tacón grueso, una camisa de tirantes que enseñaba el estómago y una chupa de cuero casi igual de corta, con pinchos en los hombros y una estrella roja invertida a la espalda. Se pudo ver cuando cerró la puerta y también que tenía el pelo recogido en una trenza de espiga.
- Ya, ya...ansias - respondió. También se había pintado cuidadosamente los ojos y al lobo rubio se le fueron los ojos sin disimulo alguno.
- Empecemos de una vez - rumió el cazador -. ¿Dónde está la bruja?
- ¿Usa? ¿Puedes venir? - preguntó Rhyss mientras reordenaba libros para distraerse -. No pasará nada, ya sabes que es por una buena causa.
De la trastienda salió una chica con una bandeja preparada con té y avanzó despacio por el corredor.
- B-buenas noches - saludó, pasando nerviosa junto al cazador, quién la miró entrecerrando los ojos, analizándola.
- Tranquila, bonita. Le pegaré en el culo si se porta mal - susurró la cazadora para Usa, pero quizá no en voz tan baja. La chica sonrió y puso la bandeja en la mesa.
- ¿Esto es parte de la ceremonia? - preguntó el cazador, antes de tomar la taza.
- A-ah.... n-no, sólo pensé que estaría bien tomar un poco de té para relajarn-
- No he venido a una fiesta de té - interrumpió.
- ¡Abel! - le reprendió Vyr que de estar más cerca le habría pegado, pero le dio a la mesa -. Calma. Suficiente complicado es esto ya. Comprendo que estéis todos tensos - bufó y aceptó el té en su lugar -. Gracias, Usa.
Usagi se sentó en la silla junto a los lobos y tras quitarse el sombrero negro que llevaba a pesar de ser de noche, les miró con una sonrisa.
- ¿Quién quiere ofrecerse para el ritual? - les preguntó con amabilidad.
- Yo mismo - se ofreció Leo, levantando la mano y sonriendo con amabilidad -. Da igual los recuerdos, todos serán horribles y los de todos van a coincidir - confesó.
Ella acercó la silla a su lado y lo miró, esperando a que se sentara y pusiese cómodo.
- Verás como no mentimos...aunque haya que pagar el precio de volver a verlo - dijo con seriedad mirando un instante a Abel. Luego miró a la bruja y asintió, tragando con nerviosismo.Como si hubiese estado esperando la señal, Rhyss se levantó despacio y se dirigió a la pared más cercana a la mesa. había un objeto alargado tapado con una sábana blanca, apoyado contra un mueble bajo con libros. Cuando lo destapó, pudieron ver perfectamente un espejo de cuerpo entero con un marco decorado de hojas al más puro estilo rococó.
- El espejo está listo - avisó. Varios de los que estaban allí, giraron sobre sus sillas para mirar en esa dirección. No tenían ni idea de qué iban a hacer con eso. Usagi asintió y ofreció sus manos a Leo. Resopló, claramente nervioso e inusualmente frío al tacto cuando le dio sus manos.
- ¿Q-qué hago ahora?
- Relájate - le sonrió la chica -. Cierra los ojos - sostuvo sus manos con cuidado, su tacto era tibio y le transmitió paz, a pesar de estar en esa situación tan incómoda.- Inhala despacio y exhala... - indicó, una vez se hubo calmado, prosiguió con las indicaciones -. Intenta recordar los eventos que llevaron a tu manada a seguir otro camino...
Al instante, Leo había obedecido y trataba de recordar con exactitud cada minuto desde que todo se había ido a pique. Ansgar parecía no estar seguro de querer mirar cuando empezase y Vyr trataba de conservar un semblante serio y profesional, aunque no dejaba de vigilar a todo el mundo. Como se lanzasen los unos al cuello de los otros...Abel miraba fijamente el espejo. Al principio no pasó nada, pero la superficie en seguida comenzó a nublarse y formó nuevas imágenes.
El cazador miraba tenso las formas que salían en el espejo. No tenían sonido, pero no era necesario para entender lo que estaba pasando. La manada, la forma en que el alfa les llevaba a cazar, cómo Leo, Ans y Matras se negaban a participar en esas cacerías...y las horribles consecuencias que les acarreó sólo horas después.
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NIGHTDALE
Teen Fiction.: LABERINTO:. Suja, Owen, Vyr y Azra son cuatro amigos que viven en un pueblo bastante grande, pero no lo suficiente como para que pase algo siniestro sin que nadie se entere. La adolescencia y las fuerzas oscuras del mal no suelen ser una mezcla b...