Axel llevó cargando a Silver, pues todavía tenía miedo que le pasara algo, aunque al percatarse de su alrededor no había nada destruido, eso indicaba que aún no llegaban a esa zona.
Eso le preocupaba más, pues no sabría qué tan seguro sería dejar a Silver ahí solo.
Axel abrió la puerta, y Silver ya sintiéndose en casa pudo despegar su cara del pecho de Axel y mirar a su alrededor, aun estando ahí, Axel no bajaba a Silver, probablemente no sentía la seguridad de bajarlo, o que el menor estuviera sin su cuidado.
Axel... ya puedes bajarme— le indicó el menor con sus mejillas un poco rojizas de la vergüenza de ser cargado a modo princesa por Axel, más cuando recordó que todo el trayecto estuvo así.
Ah... perdón, claro— Axel finalmente bajó a Silver, el cual se sentó en el sofá abrazando sus piernas, estaba asustado.
Es cuestión de tiempo—
¿De qué hablas? —preguntó el mayor confundido de lo que Sil había dicho.
Es cuestión de tiempo para qué estén aquí también... Axel...— antes de continuar miró al nombrado con los ojos cristalinos— vete de aquí...
¿Qué tonterías estás diciendo ahora? —preguntó el mayor caminando donde el menor, tenía un tono algo enojado.
Axel... gracias por traerme, pero pudo pasarte algo, por favor vete de aquí, si llegan y estás aquí podrían matarnos a los dos... no quiero verte morir— declaró Silver algo asustado, Axel se había sentado a su lado, y el menor lo miraba fijamente y hablaba con la voz algo quebrada.
¿Y tú crees que yo quisiera verte morir? —después de aquellas palabras, Silver abrió mucho los ojos, aún debía asimilar lo que su amigo le había dicho, un sentimiento de alivio culpable recorrió su cuerpo.
Silver abrazó a su mejor amigo, el cual le correspondió de inmediato.
Axel... por favor vete de aquí, no quiero que te hagan daño— imploraba el menor rompiendo a llorar aún en los brazos de su mejor amigo, el cual sentía un fuerte dolor al escuchar a su amigo de esa manera.
Tonto... solo preocúpate por ti, yo estaré bien— dijo el mayor apretando más al menor a su cuerpo, una pequeña lagrima salía de los ojos de Axel; Llorar no era algo que le gustara hacer, los insultos, humillaciones, gritos, nada le dolía lo suficiente para derramar una lagrima, pero escuchar a la única persona que se ha preocupado por él y lo vio como su igual, y jamás lo trató diferente, escucharlo rompiéndose y cómo aún en esa situación prefería su seguridad, antes que la de sí mismo, simplemente no pudo— estaré contigo —esas simples palabras le dieron una calma a Silver, que no sentía más miedo, al menos no miedo a morir, si no, miedo a que a su amigo le pasara algo.
Un sonido de golpe se escuchaba en las calles, Axel cerró las cortinas de la casa, y Silver estaba sentado en el sofá aterrado; Axel miró brevemente, un auto había salido volando en dirección al árbol de los vecinos, habían llegado a la zona donde Silver vivía.
Axel, ¿Tú sabes qué son esas cosas? —preguntó Silver directamente.
Monstruos...— dijo por último el mayor, aunque quisiera hacerlo, Axel no podría decirle a Silver tan literal aquello, aunque lo estuviera viendo con sus propios ojos.
Silver dudó en levantarse un momento, hasta que otros golpes hicieron que se sentara de nuevo, Sil no le creía a Axel, sabía dentro de él, que este sabía más de lo que parecía, además que no demostraba tenerles miedo, con la fuerza que tienen, no sabía que tan seguro sería no temerles.
Parecen humanos... pero no lo son— dijo Silver mirando las sombras que se formaban en la cortina, habían comenzado a explotar cosas.
Axel se tensó al escuchar unos pasos afuera de la casa; rápidamente empujo a Silver atrás suyo.
*toc, toc*
Axel no sabía qué clase de broma estúpida fue esa, pero alguien había tocado a la puerta. Silver estaba pálido del terror que sentía al oír aquello, alguien estaba afuera de su casa.
Silver, no te alejes mucho— le susurró Axel, a lo que él solo respondió apretando la ropa del mayor.
Un toquido más sonó, y el segundo voló la puerta principal a la cocina, haciendo pedazos la parte inferior de está.
Ups... creo que toque muy fuerte— una voz masculina, seguido de unos pasos ingresando a la casa.
Axel tenía muy abiertos los ojos, y estaba a la defensiva en todo momento, Silver estaba más pálido que cualquier cosa, temblaba y se aferraba a la ropa del mayor en todo momento, quería llorar.
Creí haber olido algo, pero pensé que no había nadie en casa... —el extraño miró unos segundos a la pareja de amigos— que extraño, solo pude oler a uno, pero el otro... —aspiró un poco de aire, y puso una cara de confusión— ¿Qué se supone que eres? Nunca había olido algo así, aunque igual no importa, ambos se convertirán en mi cena... humanos.
Silver ahogó un grito.
No le pondrás una mano encima— amenazó Axel con el ceño fruncido y empujando más atrás a Silver.
El hombre soltó una carcajada.
¡Ay! los humanos hoy en día son tan divertidos, que tú puedes hacer algo por este chiquillo, siento decirlo, pero ambos acabaran en mi estómago— declaró el hombre cerrando su mano logrando así que sus huesos truenen de una forma desagradable.
El hombre se abalanzó sobre ambos, Axel en un movimiento rápido tiró al piso a Silver, el mayor puso su antebrazo para bloquear el golpe del extraño, el cual rebotó y se golpeó en la pared, Axel no quitó su postura defensiva mientras el otro se levantaba.
¡¿PERO QUÉ MIERDA?! ¡¿CÓMO HICISTE ESO?! – el extraño aun en el suelo estaba incrédulo de cómo un humano pudo bloquearlo, a un inmortal— estúpido niño... hoy... vas a morir.
Los ojos del extraño se desviaron al chico que estaba en el piso, quien estaba totalmente asustado, Axel notó esto y se abalanzó primero a él, el cual no pudo reaccionar a tiempo; Axel golpeó la cara de aquel hombre, quien aunque intentó regresarle el golpe, el chico pudo esquivarlo a tiempo, le dio una patada en el estómago haciendo volar al hombre que se estaba molestando, Axel no estaba midiendo la velocidad, por lo que Silver apenas podía seguirle la pista de lo que hacía, Silver no podía creerlo, con aquello se dio cuenta... que su mejor amigo era uno de ellos.
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La Enfermedad Llamada Amor.
VampireEl amor no distingue razas, existe para ser compartido por todos, nos llega en el momento menos indicado, y se puede ir en el momento más inesperado. Silver Blair, un muchacho que al vivir su monótona vida al lado de su mejor y único amigo Axel...