No lo vas a tocar— declaró Axel esperando si el otro daba alguna respuesta.
El hombre se levantó más enojado que antes, le dolía el estómago, y no podía entender que estaba pasando, aquel chico tenía aroma como todos los humanos, aunque era distinto, no podía describirlo; Los inmortales tienen un olfato bastante desarrollado, ya que esto les ayuda a cazar a sus presas con mayor facilidad, debido a que cada humano tiene un olor particular y diferente, era aún más útil, ya que los de su raza no tenían aroma, debido a su estado muerto, pero ese chiquillo, aunque tenía la fuerza y características de un inmortal ¿Cómo era posible que tuviera olor? El virus que los volvía inmortales los hacía prácticamente cadáveres en vida sin aroma.
¿Qué se supone que eres? —preguntó el hombre aún tendido en el piso.
Soy quien cuida a ese chico... de todos ustedes— aclaró Axel, el hombre se levantó dispuesto a seguir peleando, pero Axel en un rápido movimiento le hizo una llave colocándose en su espalda y presionando sus brazos en está.
El hombre antes que Axel le rompiera los brazos, lo lanzó adelante posicionando su cuerpo abajo e impulsándose con las piernas; Axel se reincorporó evitando una patada del hombre que dejó un hueco en el piso, el chico esquivaba los golpes que el hombre tiraba dispuesto a matarlo, el viento hacia uno sonido duro cuando alguno de los golpes fallaba, puesto que una cantidad descomunal de fuerza estaba en estos, uno solo de ellos podría romper sin nada de problemas un cráneo humano, o partir un tronco.
El hombre se abalanzó para taclear a Axel, pero este reaccionó antes, logrando darle un golpe en la cabeza del hombre, rompiéndola sin ningún problema, se escuchaba como si se hubiera roto un cristal o un muñeco de porcelana, puesto que sus cuerpos, aunque sean duros y resistentes, cuando son golpeados con la fuerza de otro inmortal son demasiado frágiles, además que eran cuerpos muertos, por lo que el tiempo lograba ese efecto que pareciera que se despedaza como un cristal.
Axel tronó sus nudillos, no había una sola marca roja ni nada por el estilo, como si nada hubiese pasado, pese a que se aporreó unas cuantas veces en superficies duras, no tenía ni un rasguño, su ropa tenía unos cuantos, pero su cuerpo estaba como si nada.
Silver estaba completamente aterrado en el piso, su mirada lo decía todo, sabía que Axel era uno de ellos, claramente no tenía idea que en realidad su amigo solo era un mestizo; Axel lo miró por un momento, él era quien estaba más asustado, en su cabeza ya podía imaginar miles de cosas que Silver le diría, "Monstruo", perdería a su mejor amigo, o más bien al único, sabía que se estaba arriesgando, pero la vida de Sil era más importante que cualquier secreto. Se acercó a pasos cautelosos donde su amigo estaba sentado, temblando y quizá hasta llorando un poco.
Llegó frente a él, dudó por un momento, y la opción de correr llegó a su cabeza, pero alguien cobarde, eso jamás lo sería.
Sil... yo... —antes que Axel dijera algo, o pudiera terminar de hablar, Silver se abalanzó sobre él, lo abrazó del cuello haciendo un poco de puntitas, incluso tuvo que saltar un poco, pues Axel no era para nada de baja estatura, con suerte le sacaba unos centímetros a Arturo; Axel estaba sorprendido de las acciones del menor, pero claramente correspondió a su abrazo cargándolo de la cintura, pues este estaba algo colgado debido a que no lo alcanzaba— pensé que tú...
Estúpido, no sabes lo preocupado que estaba que te hicieran algo— decía Silver entre lágrimas, tomando la cara de Axel entre sus manos, casi como si quisiera cerciorarse que se encontraba bien, Axel sonrió, juntó su frente con la de Silver, este rio ante el acto del mayor, tenían los ojos cerrados, con sus frentes juntas, aunque Axel estaba algo encorvado pues Sil era bastante pequeño comparado a su mayor altura, lo cual lo hizo reír internamente.
No sabes el miedo que tuve que él te lastimara— le dijo Axel copiando su tono preocupado del menor, el cual solo se rio.
Ambos chicos permanecieron abrazados un momento, quizá querían asegurarse que no estaban soñando, y de verdad estaban abrazados.
Te quiero— soltó el mayor sin más.
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La Enfermedad Llamada Amor.
VampiriEl amor no distingue razas, existe para ser compartido por todos, nos llega en el momento menos indicado, y se puede ir en el momento más inesperado. Silver Blair, un muchacho que al vivir su monótona vida al lado de su mejor y único amigo Axel...