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¿Pasó algo? —le preguntó el hombre.

No, nada, ¿Por qué preguntas? —respondió el joven.

Bueno, primero que nada, no estás con Silver como siempre, y segundo, luces algo...— antes de acabar el hombre levantó el rostro del chico mirando su ceño fruncido— enojado— concluyó.

Papá ¿Qué es el amor? —preguntó Axel curioso.

Pues... —el hombre se sorprendió de la pregunta del joven, pues no se la esperaba— bueno, es un poco complejo explicarlo, depende de a qué tipo de amor te refieras.

¿Tipo de amor? —dijo Axel confundido.

Sí, ¿Acaso creías que solo existe el amor de una pareja? —el joven no respondió, a lo que su padre prosiguió a seguir hablando— ¿No les digo a ti y a tus hermanos lo mucho que los amo? Pequeños diablillos —le dijo su padre revolviendo sus cabellos del chico y riendo— hay amor entre hermanos, entre amigos, a tus primos, a tus mascotas, el amor viene en distintas presentaciones hijo, no se limita a una pareja, pero si quieres saber sobre ese, cuando conozcas a la tuya, créeme, ni siquiera piensas en que se vuelva tu pareja de vida, solo sucede— le comentó el hombre sonriéndole.

¿Eso te pasó con mamá? —le preguntó el chico curioso.

Exactamente, cuando conocí a tu madre jamás esperé que se vuelva tan especial e importante para mí, de repente quieres cuidar de esa persona, no porque creas que sea débil, solo... —antes que el hombre acabe Axel terminó aquello.

Te da miedo que salga herido— terminó Axel mirando al piso al decir aquello.

Israel lo miró por un momento analizando la situación, después sonrió y se agachó para estar a la mirada del joven, y poner su mano en el hombro de este.

Las emociones son complicadas, para mortales e inmortales, es de las cosas que tenemos más en común, el amor no hace distinción de razas, deja de detenerte para ser feliz hijo, pon tus pensamientos en orden, y si sientes algo, déjalo salir— le dijo el hombre sonriendo, a lo que Axel también sonrió asintiendo— mejor afuera que adentro— le bromeó el hombre reincorporándose— o eso dice una persona que ven los humanos hoy en día.

Papá no digas eso, no hace referencia nada de esto— se rio Axel ante la ignorancia del hombre.

Bueno tiene mucha razón, como sea debo terminar de alistarme, tu padre debe ponerse guapo, ¿Por qué no vas a terminar de comer? —le sugirió el hombre guiñándole un ojo, Axel se rio y asintió bajando— no puedo creer que tuvimos esta charla, si mi padre estuviera aquí... le pagaría la apuesta, pero como no está— decía el hombre riendo internamente.

Mientras Axel bajaba las escaleras, escucho chillidos y pequeños gritillos de agonía que venían de la sala, por lo que corrió a toda velocidad, en una fracción de segundos se encontraba en la sala donde presenció una escena horrible y de pesadilla.

¿Por qué Caín está cargando a Silver y están tan abrazados? —preguntó un irritado Axel.

Clases de baile— comentó Abel sentado en el sofá mirando el desastre que eran los dos para el baile.

No conforme con apestar mi ropa, me pisas— se quejó Caín.

Tú me pisaste también— le reclamó Silver, miró donde Abel, y se fijó que Axel los miraba atento— Axel que bueno que regresaste, pensé que estarías enfadado ¿Practicas? Si quieres claro...

¿Se supone que estaban bailando? —se burló Axel más para Caín que repudiaba a los humanos y ahora sostenía a uno como a un compañero de baile y demasiado cerca de su cuerpo.

Caín se sonrojó ante la burla de Axel y soltó a Silver, el cual cayó sentado en el piso.

Mal Caín, no debes soltar a tu pareja de baile— le corrigió Abel —menos diez puntos.

Pero... yo ni quería ir— protestó Caín.

No me importa— le respondió Abel— tu turno Axel— le indicó señalando donde se encontraban anteriormente practicando.

No estás sugiriendo que baile con Caín ¿Verdad? —consultó Axel aterrado de la respuesta de su hermano.

Por supuesto que sí, eres el que mejor baila de la casa, y Caín parece que tiene dos pies izquierdos, así que ve, yo practicaré con Silver— decía Abel con malicia, ya que sabía que Caín pisaba más veces que Silver, y las de Silver no eran tan dolorosas como las del mayor.

Hijo de... —antes que acabe de maldecir Axel, Abel aplaudía caminando a donde Silver.

Vamos chicos, desde arriba— decía Abel evitando la mirada asesina de Axel.

Axel y Caín tenían cara de asco y a duras penas se miraban, Caín colocó su mano para que Axel la tomara.

¿Qué? ¿Quieres dirigirme? Estás idiota— le protestó Axel al ver las intenciones del mayor.

Soy más alto que tú, imbécil, es mejor que yo dirija— le argumentó Caín.

Axel a regañadientes tomó la mano de su hermano, el cual puso la otra en la espalda baja del menor, y así mismo este puso su mano libre en el hombro de Caín.

Asco— dijeron ambos al mismo tiempo.

Axel le indicaba a Caín como moverse, unas pisadas después de aquello, Caín podía bailar más fácilmente.

Quizá lo tuyo sea el perreo— le bromeó Abel al mayor.

Quizá lo tuyo sea estar bajo tierra— le contestó Caín enojado.

Silver, aprendes rápido— le halagó Abel al pequeño, el cual sonrió.

Creo que con eso estamos para la noche — les dijo Caín cruzándose de brazos.

Yo... no tengo que ponerme— confesó Silver algo avergonzado.

Ya sé, vayan ustedes a sus habitaciones, yo saldré con Silver a comprar algo para él— decía Abel pegando al menor a su cuerpo sonriendo.

Axel estaba algo desconfiado de dejar a Silver con Abel solos, y menos en salir con él a la calle, pero al ver a Silver tan feliz y cómodo conviviendo con más personas, no pudo protestar nada, solo sonrió.

Solo cuídalo— le pidió Axel al mayor.

Tranquilo, Silver ahora es un hermanito más para mí, regresará en una pieza, y si no, prometo que la mayoría de él— bromeó Abel consiguiendo una horrible mirada por parte de Axel —bromis —dijo para cargar a Silver y salir de la casa.

Pensé que no lo dejarías ir solo— le comentó Caín a un Axel bastante sereno.

Ahora mismo me estoy arrepintiendo— le confesó Axel ante la broma de Abel.

Oigan chicos, es hora de que me vaya, veré a sus tíos en casa del abuelo Ron y...— el hombre miró a Caín y Axel sentados en el sofá viendo caricaturas por lo que se asustó— oigan ¿Qué les pasa? —preguntaba el hombre acercándose y pellizcando a Caín el cual se quejó inmediatamente.

¿Qué te pasa? —le reclamó el chico.

Me aseguro que sean reales, ¿Cómo están juntos sin pelear? —decía el hombre asombrado.

Caín y Axel se miraron unos segundos, seguido hicieron sonidos de asco y se dividieron uno a la cocina y el otro a otro sofá de la sala.

Asco— dijeron ambos en sus respectivos lugares.

Lo suponía, ya se habían tardado— bromeó el hombre, sonriendo al ver como sus dos hijos poco a poco mejoraban su relación— un momento, ¿Dónde están Abel y Silver? —preguntó a lo que ambos chicos se pusieron nerviosos, y a gran velocidad se encontraban frente a Israel sonrientes.

Sabes padre, creo que una flor se vería bien en tu traje— opinó Axel— ¿No, Caín?

La Enfermedad Llamada Amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora