Por más extraño que suene, esta vez concuerdo con Abel- dijo Israel señalando al chico.
Gracia... ¡OYE, ¿QUÉ QUISISTE DECIR CON EXTRAÑO?! -replicó el castaño consiguiendo una risilla de Israel.
Solo digo que sería más sencillo contar con el apoyo de la familia imperial del norte, además mientras más pronto sepan, Velasco no podrá usar la ignorancia de la familia imperial del tema a su favor- dijo Caín cruzándose de brazos.
Eso tiene más sentido igual- remarcó Abel.
De todas formas, si no sale bien, acabaremos muertos- dijo Israel.
Y si no hacemos hasta lo imposible, Axel jamás va a salir de ahí- dijo Caín, Israel lo meditó unos segundos, debía tomar una decisión, en ambas tendría que arriesgarlo todo.
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Silver se preparaba algo para almorzar, pues no tendría nada que hacer, probablemente vería la televisión o llame a su tío para saber cómo iba todo, por la ventana de la cocina, vio sentado en el pasto abajo del árbol grande a Damon, quien estaba cruzado de brazos y piernas con los ojos cerrados y la cabeza hacia abajo.
Silver miró extrañado al joven, luego salió por la puerta trasera y caminó donde el pelinegro, parecía dormir a simple vista.
¿hola? -dijo Silver, pero no hubo respuesta del joven, el castaño se puso en cuclillas para poder mirar mejor el rostro de Damon- ¿estará durmiendo? -se preguntó a sí mismo, acariciando el cabello del pelinegro y poniendo el flequillo tras su oreja. Silver casi da un salto de susto al ver que el pelinegro tenía abiertos los ojos, solo soltó un gritillo ahogado.
¿Qué haces? -le preguntó el pelinegro.
y-yo pues... es que tú... p-pues yo p-pensé que pues ya sabes estabas...- el castaño se había puesto muy nervioso y su rostro estaba ruborizado.
¿pensaste que dormía? -preguntó Damon.
¡SÍ! Eso- decía Silver algo nervioso- es que, anoche me quedé dormido, pero no sé si descansaste, era tarde y no vi que bostezaras o pareciera que fueras a dormir, además estabas ahí arriba, así que no sé si pudiste dormir cómodamente- decía el chico jugando con sus manos.
Damon pensaba que Silver se veía tierno cuando se ponía nervioso, y le hacía feliz saber que era él quién provocaba esos nervios.
Que amable, pero no te preocupes, dormir no es una necesidad esencial para mí, ¿dormiste bien? -le preguntó el inmortal al chico.
Pues... sí, gracias- dijo el chico algo nervioso de la presencia del mayor- ¿te gustaría venir a desayunar? -le dijo el castaño sonriéndole.
¿cómo decirle que no a esa carita? -Pensó Damon riendo internamente- claro, siempre y cuando no te moleste- le dijo el mayor poniéndose de pie y ayudando al menor a hacer lo mismo, el cual le agradeció.
Para nada, además me agrada la compañía- le comentó el castaño.
¿no sería extraño que metas gente que no conoces a tu casa así de fácil? -le comentó Damon caminando junto al chico.
Pues, pareces conocerme muy bien, aunque tú y los otros dos dijeron que se confundieron de persona al final, quise creerlo para olvidar eso, pero me llamaron por mi nombre, y yo no se los había dicho, por lo que estuve pensando y, o son muy acosadores o me conocen en realidad- dijo Silver sirviendo dos platos de huevos revueltos.
No necesitas recordarme, de todas formas, me quedaré a cuidar de ti- le dijo Damon mirando a la nada.
Las mejillas de Silver se tiñeron de rojo al oír aquello, se comenzaba a cuestionar qué clase de relación tenía con este chico y los otros dos.
Silver puso el plato frente al pelinegro, y el suyo enfrente de este dónde se sentaría el mortal.
Gracias, Ash- dijo Silver sonriendo, Damon no podía entender por qué le hacía tan feliz escuchar su nombre de la boca de Silver.
Cuando estemos en público o con los chicos de ayer, dime Damon- le comentó el pelinegro.
¿Damon? -consultó el menor.
Es que, el único que sabe que me llamo Ash, eres tú- dijo Damon apartando la mirada, le había dado vergüenza decir aquello, y no entendía el por qué, pues con Lis no le costaba tanto decir cursilerías así, aunque se veía gracioso ver en su cara inexpresiva de Damon tener las mejillas algo rosaditas.
ambos nombres me parecen lindos- dijo Silver sonriendo.
Silver comió a gusto ese día, en su falsa memoria nunca había tenido una comida agradable con nadie, y siempre éstas eran en soledad absoluta, y por ello aquella con Damon era especial, ya que su compañía del chico era agradable, aunque esto era mentira, Axel siempre se esforzaba porque el menor no se sintiera solo, y lo acompañaba siempre que podía, pero el menor ya no recordaba más aquellos dulces momentos.
Por cierto, Silver, tenemos que ir a ver a los chicos de ayer, Caín y Abel, necesitamos ver si Israel puede hacer algo con tu memoria- dijo Damon tirando los huevos que le sirvieron pues se ofreció a lavar los platos.
¿Israel? -dijo el chico confundido.
Lo conocerás ahí, iremos a su casa, es el padre de Caín y Abel, sé que suena raro, pero créeme, creo que se alegrará de verte- dijo el pelinegro lavando su plato.
¿Qué es él para mí? -preguntó Silver.
Es el padre de tu mejor amigo, creo que te llevabas bien con él- dijo Damon- es mi tío- confesó el mayor.
Vaya, no estoy tan seguro, porque puedes ser un secuestrador que podría vender mis órganos por páginas prohibidas, pero no tengo nada mejor que hacer- dijo Silver dándose cuenta que tampoco tendría nada mejor para hacer.
Cuando acabe esto vamos- le dijo Damon mirando casi con asco la comida.
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Listo con lo que pediste, Velasco- dijo Olivia entrando a la habitación donde estaba este.
¿Llevaste a Axel? -preguntó el hombre.
Claro, como pidió, es bastante útil en realidad, no recuerda nada de él, pero recuerda como pelear, vivir con esa familia sí que le trajo beneficios, además su fuerza es comparable a la de un inmortal caníbal- dijo la mujer sonriendo.
Poco después el pelinegro ingresó a la sala donde los dos hablaban.
¿Cómo te fue en tu primera misión después de mucho? -preguntó Velasco al muchacho.
Extraño, fue emocionante, pero extraño, ¿Cuál es el siguiente movimiento? -preguntó el pelinegro.
Yo creo que es hora que le mandemos un saludo generoso a los Ossian- dijo Velasco sonriendo- yo creo que sería perfecto para ti, podrías regresarles el mal momento que te hicieron pasar, querido hijo, pero ten cuidado, ellos usaran cualquier artimaña para confundirte o noquearte de nuevo.
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La Enfermedad Llamada Amor.
VampireEl amor no distingue razas, existe para ser compartido por todos, nos llega en el momento menos indicado, y se puede ir en el momento más inesperado. Silver Blair, un muchacho que al vivir su monótona vida al lado de su mejor y único amigo Axel...