Capítulo 7

13 4 3
                                    


Narrador.

Deseo estar contigo...—

Axel se levantó algo exaltado, miró a su alrededor, solo estaban Silver y él, el cual estaba dormido.

Se sobó la cien tratando de recordar que había soñado.

¿Axel? —El chico a su lado había despertado.

Ah... ¿Te levanté? Perdón— se disculpó el mayor a lo que el menor negó sonriendo.

En realidad, fue por el calor— le mencionó Silver abanicándose con su mano.

Hubieras prendido el aire acondicionado— decía Axel riendo y levantándose para cambiarse.

¿Había? —

Ambos se levantaron y se cambiaron de ropa, bajaron las escaleras ya que esa vez sí se despertaron a desayunar.

Buen día, chicos— les saludó Israel a lo que ambos hicieron lo mismo— al menos esta vez despiertan cuando hay desayuno, está en la mesa— les bromeó Israel caminando a su alcoba.

Los chicos al llegar a la cocina se encontraron con Caín que miraba su desayuno de los dos.

¿Buenos días? —le saludó Axel en un tono extrañado debido al comportamiento del mayor.

Ah, buenos...días— decía algo confundido Caín ya que no está acostumbrado a decir aquello.

¿Puedo saber qué haces? —Le consultó Axel cruzándose de brazos desconfiado de las acciones del mayor.

Pues, sentí curiosidad por la comida que consumen los humanos, así que vine— confesó el inmortal.

¿Se te antoja? —le burló Axel consiguiendo que el chico de oscura cabellera frunciera el ceño.

A decir verdad, olerla no me provoca lo más mínimo, nada como la deliciosa sangre y todos los beneficios que da, odiaría no ingerirla y ser un debilucho perro mestizo— le regresó la burla Caín.

¿Tan temprano y están peleando? —se quejó Abel saliendo de su habitación.

¿En serio no duermen? Porque parece que Abel acaba de levantarse— bromeó Silver riendo por el aspecto del joven de verdosa mirada.

¿Verdad? — le apoyó Axel— y no estamos peleando, como sea, Silver huele tu comida antes de ingerirla, yo soy aprueba de veneno, pero tú no.

Como si gastara mis valiosas fuerzas en envenenarlos— le dijo Caín riendo.

Huélanla dos veces— les sugirió Abel consiguiendo un grito del mayor y la risa de los dos jóvenes.

Como sea, si no fuera suficiente que tendré que ser su niñera hoy— dijo Caín enojado.

Que mal— se compadeció Abel.

Que mal por nosotros— le corrigió Caín con una risa burlesca— papá dijo que los dos debemos estar atentos de la casa.

Hoy era el baile de la luna roja— le comentó Abel— me invitaron a ir.

¿Baile del para qué cosa de quién? —preguntó un interesado Silver.

El baile de la luna roja, una tradición entre los inmortales, cada cierto tiempo cuando aparece la luna roja o luna de sangre, se hace un baile entre los jóvenes, van con sus parejas y amigos y... —antes que Axel siguiera fue interrumpido por Abel.

Es un evento importante, conocer a tu pareja de vida en esa celebración dicen que es lo más significativo que hay, y significa que su unión fue planeada por la diosa de la luna, además que esta unión será significativa en sus vidas— decía un ilusionado Abel.

Prácticamente como los adultos tienen sus reuniones entre ellos donde nosotros no asistimos, el baile de la luna roja es un evento para los hijos, todos los que deseen ir asistirán— le agregó Caín.

¿Qué es eso de pareja de por vida? —consultó Silver bebiendo su jugo de naranja.

Bueno Silver, a diferencia de muchos si no es que todos los humanos, dado a nuestra prolongada vida, los inmortales eligen a una persona para vivir su inmortalidad, son dedicados y fieles el uno con el otro— le comentaba Abel al menor— es muy difícil que un inmortal que pierde a su pareja salga con otra.

A diferencia de los humanos que tienen cientos de relaciones a lo largo de su corta vida, o que cambian como de ropa —decía Caín despectivamente.

Vaya, los inmortales tienen una idea del amor muy hermosa— comentó Silver sonriendo.

En la antigüedad, el baile de la luna roja era un evento para mortales e inmortales, ahí podían convivir y por unos momentos las razas estaban juntas sin pelear— agregó Axel comiendo un poco de su sándwich.

Aun asisten mortales, solo que no como antes debido a que ahora ir a bailes o eventos similares no es algo que disfruten en esta época— le dijo Abel cruzándose de brazos.

Lo humanos de hoy en día son tan aburridos— agregó Caín imitando la acción de Abel.

Me gustaría ir— dijo Silver con los ojos brillantes de la emoción que sentía.

¿Estás loco? —preguntó irónicamente Axel— por supuesto que nunca te dejaría ir, es peligroso salir.

Pero sería una forma en la que Abel pueda ir, y no desobedecerían porque estarían ahí cuidándonos— le rogó el menor— y es un evento para mortales igual.

Ay Silver, ¿Irías por mí? —decía Abel con los ojos brillantes y emocionados.

Claro... —el menor fue interrumpido por Axel.

Que no, Silver no irá a ningún lado, si quieres vete, no necesitamos de tu cuidado, pero Silver no se irá de aquí— le demandó Axel cruzándose de brazos.

Vamos Axel estoy grande para que me estés cuidando siempre, ¿Por qué no vienes? —le sugirió el menor— ¿Qué tal que conoces a tu pareja de por vida?

Axel se sorprendió al oír aquello, por lo que solo se levantó de la mesa dejando un "Hagan lo que quieran" de forma enojada.

Bueno... ¿Irás Silver? —le preguntó Abel esperando una confirmación.

...claro, solo no sé dónde es— le confesó el menor.

No te preocupes, irás con nosotros— decía Abel jalando a Caín.

Qué vergüenza llegar con un mortal... —Caín hizo una pausa y sus mejillas se sonrojaron— y no tengo pareja para ir...

Abel y Silver solo rieron.

¿Eso qué? —dijo Silver riendo.

Silver, es como cualquier baile, debes invitar a alguien— le dijo Abel— o sea, no es una obligación, pero es el chiste.

Axel pasó por enfrente de la alcoba de su padre, lo vio ponerse su traje color oscuro que hacía resaltar su piel blanquecina.

Axel— le llamó su padre al verlo, el chico lo miró y se acercó a ver qué necesitaba— ¿Me amarras la corbata? En mis siglos de existencia jamás supe cómo se hace.

El chico comenzó a hacer el nudo, pero su padre notó su comportamiento.

La Enfermedad Llamada Amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora