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Silver a pesar de ser su amigo durante años, jamás había ido a la casa de Axel, pues este siempre pedía ir a su casa en vez de llevarlo a la suya.

Axel caminaba atrás de Silver, cuidándole la espalda y estar atento hasta de los pasos del menor para que este estuviera a salvo en todo momento, la idea de que un loco salte de la nada a lastimarlo llegó a su cabeza, por lo que optó a caminar a lado del menor.

Entraron a la casa, encontrándose con un hombre apoyado en la mesa, el cual al verlos en un instante ya se encontraba enfrente de los tres, Silver se sorprendió pues sus ojos no fueron capaces de ver los movimientos del hombre; Los tres ya se encontraban abrazados por el hombre, quien los apretaba a su cuerpo.

Padre...— decía Axel quien estaba en medio de sus hermanos, Abel sonreía nervioso, en cambio Caín estaba inexpresivo ya acostumbrado aquello.

Estaba tan preocupado por los tres, pensé que no los vería— decía el hombre apretándolos más.

No... padre —volvió a hablar Axel.

Dime hijo— dijo el hombre sin soltar su agarre.

Me asfixias— decía Axel en un tono gracioso tratando de soltarse del agarre del hombre quien rápidamente se disculpó y los liberó.

Axel tosió y aspiró de forma rápida.

Tu cuerpo sigue siendo más frágil que el nuestro— opinó Caín riendo al final, y recibiendo un golpe de su padre y de Abel, uno en cada brazo, provocando que soltara un gritito y los viera enojado.

El padre de estos desvió la mirada percatándose de la presencia de Silver, quién se sorprendió al ver como el hombre lo miraba curioso.

¿Hola? —saludó algo confundido el hombre al mirar al pequeño invitado.

Axel rápidamente se posicionó a lado de Silver, el cual estaba claramente nervioso ante la presencia del hombre.

Padre, él es Silver, hemos sido amigos desde hace muchos años— lo presentó, a lo que Silver se limitó a decir un "hola" algo bajo.

Ya veo, han sido amigos por años ¿Y jamás lo habías traído, Axel? ¿Te avergüenzas de tu padre o algo? —dramatizaba el hombre fingiendo un falso llanto.

Y me lo preguntas haciendo eso— decía Axel chocando su mano con su frente.

Él ya sabe todo, Axel le contó y también lo cuidó de los que estuvieron destruyendo cosas en donde vivía— agregó Abel.

Su casa del humano estaba algo rota, y la ropa de Axel esta algo rasgada, por lo que me imagino que los visitaron— mencionó Caín.

Axel, acaso ¿Peleaste? —preguntó el hombre algo asustado de que hayan lastimado a su hijo.

Un hombre entró a la casa de Silver, tuve qué— se defendió el chico.

Es mi culpa señor, le dije a Axel que se fuera, pero no me hizo caso, debí insistirle más, lo siento— decía Silver para no meter en problemas a su amigo.

Axel ¿Peleaste contra un inmortal y le ganaste? —volvió a consultar el hombre a lo que el chico asintió asustado de la respuesta de su padre— eso es... ¡Magnifico! —tanto los dos menores como los otros mayores miraron a aquel hombre sorprendidos de su reacción tan positiva— eso significa que eres fuerte como nosotros, es grandioso hijo, que orgullo— agregó el hombre fingiendo otro falso llanto.

Todos platicaron un momento, el padre de Axel accedió a que Silver se quedara ahí en lo que todo ese problema pasaba, o al menos si empeoraba que era muy seguro, el chico estuviera a salvo, Israel sentía un aprecio a los humanos por obvias razones, y le hacía feliz saber que uno de sus hijos compartía ese apego por ellos.

La Enfermedad Llamada Amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora