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Ahora se encontraban en el palacio del sur, el antiguo hogar de Velasco, quien miraba las paredes con nostalgia, y mucha rabia, sabía lo que esas paredes habían presenciado, y las desgracias que habían ocurrido a manos de la raza humana.

Capturen a cada uno de las listas, cada miembro que posea un don debe ser nuestro— mencionó aquel hombre que vestía de negro, su capa rojiza le daba un aire amenazador pero poderoso.

Son muy escasas las personas con dones que no pertenezcan a linajes reales, o miembros del consejo, apenas pudimos contar 5— mencionó el ayudante quien miraba aquella lista.

Ya comenzó la primera fase de mi plan, los inmortales están tomando las ciudades, destruyendo todo lo que hay, y a todos, es cuestión de tiempo para que la humanidad reaccione— decía Velasco mirando la silla dónde alguna vez su padre se sentó— ¿Quién es el primero de la lista? —preguntó sin más.

Frederick, miembro del clan de los Ossian, está bajo la vigilancia del norte junto a los otros de su clan —le contestó el ayudante.

¿Es el siguiente para ser líder de su familia? —

No, el mayor en ese clan es Israel Ossian, hijos de Ron Ossian— le informó a Velasco.

Vaya, que interesante ¿Crees que alguien más en ese clan posea algún don? —preguntó Velasco curioso.

Lo dudo mucho señor, no hay nadie más en las listas perteneciente a ese clan, o de alguna rama lejana— le respondió el hombre mirando el papel nuevamente

No podemos fiarnos de aquello, son registros, solo aquellos quienes notificaran de sus dones aparecen, es decir que, si hubiera otro que no lo notificó al consejo, lógicamente no aparecerá— le informó Velasco hacia aquel hombre, quien miraba nervioso el papel — o también si alguien no ha desarrollado su don, no sabrá que lo tiene hasta que se manifieste, pueden tener un diamante valioso, y ni siquiera lo sabrían.

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Axel llevaba a Silver en su espalda mientras caminaban adentrándose al bosque, ya que, si los inmortales tenían la intención de destruir las ciudades, el bosque sería un lugar seguro.

¿Hace cuánto eres así? —preguntó Silver mirando al frente posicionando su mentón en la nuca del mayor.

¿Mande? —

Ya sabes, como ellos— Silver miraba el oscuro bosque, donde la atmosfera era cada vez más oscura, el sol tenía más dificultad para entrar, y el hecho que estuviera anocheciendo lo hacía peor.

Desde que tengo memoria, creo— mencionó Axel mirando arriba sin dejar el ritmo de su caminar, solo veía las hojas de árboles que evitaban el paso a aquella luz solar.

¿Naces así? —

No, yo no soy como ellos— señaló Axel cambiando su cara a una menos alegre, tenía una mirada triste y nostálgica, quizá recordando las veces que lo hicieron sentir menos que nada por ser diferente.

En eso tienes razón— Axel miró a Silver cuando este mencionó esto y detuvo su caminar— tú eres mejor que todos ellos— mencionó el menor por último apretando el cuello de su amigo, en forma de abrazo.

Axel sonrió sin perder su mirada nostálgica, ya no era por tristeza, ahora se sentía feliz, sabía que encontró a alguien quien lo quiere como es.

Gracias, de verdad, aunque no me refería a eso— Silver miró curioso al mayor en saber a qué refería.

Axel daba unos saltitos pues había unas piedras altas y raíces que sobresalían de la tierra.

¿Cómo diferente? En cuanto a fuerza y velocidad, creo que eres tan fuerte como ellos, derrotaste al hombre que quiso atacarnos —señaló el menor haciendo unas caras graciosas, las cuales el mayor por la posición en la que estaban no podía ver, pero al pensar en ello se reía, pues sentía el movimiento en su espalda.

Claro, pero no, yo solo soy mitad inmortal— mencionó el mayor caminando un poco más lento, el menor intuyó que habría una historia detrás de eso, por lo que acomodo su cabeza en el hombro del mayor mirándolo atentamente, el mayor al girar un poco y quedar frente a frente a su amigo rio al saber que tendría que contarle— bueno, verás respondiendo igual a lo que mencionaste antes, los inmortales no nacen, se hacen, ya que no pueden engendrar entre ellos— le informó a un interesado Silver.

Entonces tú... —antes que pudiera acabar, el mayor volvió a hablar.

A eso voy, mi madre no es una inmortal, ella era humana, como tú— dijo mirándolo, y él abrió un poco más sus ojos, quería opinar pero mejor esperar a que acabará— los inmortales pueden engendrar con humanos, pero la razón por que la soy tan... "único" es porque es un delito hacerlo— señaló haciendo énfasis en que era único, ya que lo que realmente quería decir era "despreciable" —los inmortales no pueden interactuar amenamente con los humanos, podemos convivir, pero ellos no deben saber lo que somos... o bueno, lo que son, y tener hijos con estos es un grave crimen— terminó el mayor.

Entonces tu padre cometió un crimen— agregó el menor mirando atentamente al mayor.

Exactamente, mi padre se enamoró de una mujer mortal, cuando se enteraron que yo estaba por nacer no sabían que hacer, la opción más lógica hubiera sido convertir a mi madre en una inmortal, pero... nací antes, dice mi padre que mi nacimiento fue complicado, y mi madre no lo soportó, cuando quisieron morderla para que el virus entrara en su cuerpo, este ya estaba muerto— mencionó Axel sin expresión alguna.

Pero ¿Por qué no convertirla antes? —preguntó Silver curioso por la historia.

Era la primera vez que una mujer mortal engendraba un hijo de un inmortal, no sabían que consecuencias traería para mí si el virus entraba mientras yo me encontraba en el vientre de mi madre— agregó el mayor brincando una raíz.

Pero ¿Esto jamás había pasado? Debió haber algún caso parecido —señaló el menor mirando adelante algo confundido.

Los inmortales ven a los humanos como seres inferiores, no hay registros de alguna relación entre razas y menos de niños de ambas partes, por lo que no había nada, y si pasó, no querían que nadie supiera —mencionó el mayor.

¿Por qué les dicen inmortales? —preguntó Silver.

No pueden morir, o al menos lo único confirmado que se sabe que puede dañarlos es otro de su misma raza, aunque en la antigüedad en las cacerías de inmortales, el fuego también los mataba— respondió Axel mientras que Silver pensaba alguna duda sobre todo aquello, era un mundo nuevo para él, y aún estaba asimilando todo.

¿Por qué los cazaban? —volvió a preguntar Silver.

Por distintas razones, la más popular es porque comen sangre humana— Silver al oír eso se tensó un poco y un escalofrío recorrió su espalda— claro que lo hacen con criminales o personas de perfil bajo para no llamar la atención, hoy en día los inmortales optan por trabajos donde pueden alimentarse sin llamar la atención ni matar a ningún mortal, como forenses, doctores o trabajando en morgues o cementerios— mencionaba Axel.

La Enfermedad Llamada Amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora