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Rusia x México

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Rusia x México

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Las calles estaban llenas de gente que caminaba hacia un lado o hacia otras, todas de ellas transitando hacia algún lugar, entre toda esta multitud, un ruso de apariencia tierna veía la pantalla de su teléfono. Esperaba a su pareja que se había hecho tarde nuevamente, aunque Iván no le gustaba la impuntualidad, se había acostumbrado a que el moreno llegará tarde.

---¡Ivan! ---Llamaron con fuerza, levanto la vista de su teléfono y miro a la representación del joven país americano, envuelto en mucha ropa de invierno, pues el invierno había llegado a las frías calles de Moscú.

Sonrió, guardo su celular y se dirigió hacia el pelinegro que de igual forma caminaba hacia él. Al estar lo bastante cerca, el esclavo no pudo evitar envolver al mexicano en un abrazo, envolviendo casi toda su figura en el abrazo, pues el.rudo era más alto y más robusto.

---Me alegro que hayas llegado. ---Comentó cuando se separó levemente de él y beso los labios ajenos. Pero cuando no sintió que el mexicano no correspondía a su beso, se alejo un poco. ---¿Sucede algo?

Los oscuros ojos de Juan lo observaron momentáneamente, para después sonreírle.

---Por supuesto. Solo estoy algo distraído. ---Explicó el joven mientras besaba una mejilla del ruso. El cual dió otra pequeña sonrisa por el gesto.

Al separarse del abrazo, ambos empezaron a caminar hacia algún lugar. Un pequeño restaurante que el ex soviético había encontrado y que desde hace tiempo quería llevar al americano allí.
Pero no habían podido ir a causa de todos los deberes que ellos tenían, mientras que Iván le iba preguntando no solo de su día, sino también de lo que había hecho en todo el tiempo que no se vieron, Juan contestaba con el mismo tono amable que era su costumbre... A pesar de eso, no pudo evitar notar que el mexicano estaba algo distante.

¿Acaso había ocurrido algo con él? No, se lo diría, Juan solía contarle lo que le pasaba, tenían una buena relación y se tenían esa confianza como para contarse lo que les había pasado.

---Ivan... ---Llamó el mexicano deteniendose, unos pasos más adelante, el nombrado igual se detuvo y lo volteo a ver. El moreno tenía la mirada baja, no lo había soltado. Antes de poder preguntar en qué es lo que pasaba, el menor dijo. ---Quiero terminar.

Lo había soltado con voz clara y calmada, los ojos amatista del más alto solo lo veían.

---¿Por qué? ---Preguntó con la misma calma, no, aún no iba a perder su propio autocontrol.

---Sabes... A pesar de todo este tiempo de nuestra relación, dónde si te e querido, te e amando y hasta te lo e demostrado... Actualmente siento que... Ya no me siento pleno con lo nuestro.

---¿Hay alguien más? ---Preguntó nuevamente, tal ves el joven había conocido a alguien que lo hacía sentir pleno, como él decía. Juan levanto la mirada y sus miradas chocaron.

---No, no hay nadie más. Solo que... Ya no siento lo mismo que ti al principio, como... Si alguien hubiera drenado todo el amor y afecto que te tenía. No quisiera que esto se volviera tenso y monótono en el futuro, por eso prefiero terminar ahora. ---Iván sintió frío cuando el moreno finalmente lo soltó. Parpadeo un par de veces mientras lo seguía mirando.

---Esta bien Juan. No quiero retenerte en algo en lo que no te sientas cómodo... Ya hice eso con Toris una ves y solo termino con una orden de distanciamiento y su profundo odio/temor. ---Juan sonrió con amabilidad. ---Y a mí no me gustaría perder tu amistad... Eres lo más preciado y calido que llegaré a tener en mi fría vida.

---Me alegro mucho que lo entiendas Iván. ---La calidez de su voz, solo hizo al esclavo sentir un gran presión en el pecho. Una parte de él quería que el mexicano sintiera esa misma presión que se estaba alojando en su pecho.

---¿Eso significa también... Que no iremos a cenar? ---Preguntó mientras señalaba hacia la dirección del restaurante. ---¿Como una última cena antes de que solo seamos amigos?

Juan desvío la mirada unos segundos, como si pensará las cosas. Y luego se acercó a él tomándolo del brazo nuevamente.

---Esta bien. Vamos. ---Rusia quería soltarle un golpe en el rostro del menor. Aunque sabía que si hacia eso, acabaría él también con un puñetazo en su cara también.

Fue una cena amena, tranquila y para nada tensa, el ex soviético había logrado olvidar momentáneamente que el mexicano había terminado con el una horas atrás.
Cuando todo termino, el eslavo dejó en su hotel al moreno y se despidió de él, como amigo.
Tomo otro taxi y fue hacia su casa, mostrando una neutralidad de la cual no se creía capaz.

Pago y se adentro a su hogar, oscuridad fue la que lo recibió junto con la soledad. Dejo su abrigo en el perchero, pero como estaba oscuro este cayó al piso.
Camino entre la penumbra hasta su gabinete donde tenía las bebidas alcohólicas y tomo varias botellas de vodka.

Sería una larga noche, tal ves acabaría llamando al servicio por la mañana para que recogieran todo el desastre en lo que se convertirá su habitación.





[...]



---Nhg~... J-Juan... ---Decía con voz ronca el ruso, su rostro estaba totalmente rojo por la bebida, tenía la camisa abierta y en su mano izquierda sostenía su celular mientras veía una foto de su -ahora- ex pareja. Mientras que con la derecha se hacía una paja. ---Juan...

Repitió nuevamente, el rostro sonriente del mexicano era lo que podía observar en la pantalla del teléfono. Cuando una lágrima rodó por su mejilla.
Repitió el nombre del menor nuevamente y soltó su teléfono que cayó en la cama.

Dejo de masturbarse mientras más lágrimas escapaban de sus ojos.

---Juan... ---Repitió mientras cubría su boca con ambas manos para que sus sollozos no se oyeron tan fuerte, como si aquellas paredes pudieran juzgarlo por dicho acto.

No pudo evitarlo más y acabo llorando por el moreno. El cual dormía en la habitación de su hotel, para a la mañana siguiente volver a su tierra natal.

Su miembro que hace unos segundos estaba duro, empezó a ponerse flácido pues el llanto y la tristeza se habían llevado su exitación.



----Ohayo Pérez.

México Mundialmente Shippeable [One-Shoth Y Drabbles]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora