México Mundialmente Shippeable [One-Shoth Y Drabbles]

昇る太陽のへそに... [2/2]

Segunda parte de la historia de México y Japón :33

Espero les guste ❤

México x Japón

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

-Puerto de Acapulco, Guerrero; 1874-

En el puerto de Acapulco, un pequeño grupo de gente alistaba para abordar, entre ellos la representación del país mexicano. Se sentía nervioso, ira, después de tanto tiempo a tierras niponas.
La emoción lo invadía, ¿cómo reaccionaria el señor Japón cuando lo viese? ¿Se acordaría de él?

Trato de calmarse y abordo el pequeño navío, después de mucho rato, volvería a navegar. Tomo sus cosas y se acomodó, el viaje seria largo, pero valdría la pena, podría ver a Venus y al país del sol naciente al mismo tiempo, sonrió.
Se despidió de Porfirio y de su capital, no lo vería hasta después de algunos meses.

[...]

Japón había dejado esa etapa de aislamiento, aunque aun no se abría totalmente al mundo, una ves mas se encontraba por las costas del mar pacifico. ¿Qué esperaba ahí? ¿Que el infante volviera?
Debía estar loco por pensar en esas cosas, ese "pequeño" país solo era una colonia, lo más seguro es que lo olvidaría pronto.

Suspiro y siguió con sus deberes, ya había perdido demasiado tiempo en la costa y los deberes eran bastantes.
Así paso la mayor parte de los días, trabajando y haciendo los deberes que el emperador le pedía.
Cuando, en las costas lo mandaron a llamar un barco, desde mas allá del mar, llegaba atracando.

Se acerco, era un navío hispano si mal no recordaba, cuando se acerco, vio que bajaban varias personas, se detuvo al ver a un muchacho, tal ves de no más de 15 ó 16 años.
Se le hacia conocido, ¿podria ser...? Pero, estaba muy cambiado, si mal no recordaba el infante usaba lentes.

Al acercarse lo suficiente el pelinegro hizo una reverencia.

-Es un gusto volver a verlo señor Japón. -Saludo el extranjero cuando levanto la mirada nuevamente. El nipón solo parpadeo un poco.

-¿Nueva Hispania? -Pregunto, la sonrisa del muchacho se ensancho.

-Bueno, ahora tengo otro nombre. -Comento risueño, era bueno saber que el japonés no lo había olvidado. -Estados Unidos Mexicanos, un gusto volver a verle.

El país del sol naciente no podía creer que aquel joven era la colonia o ex colonia del ibérico, pero, por educación hizo una reverencia.

-El gusto es mio. Estados unidos mexicanos. -Cuando levanto la mirada, el moreno aun con esa sonrisa, le comento. "-Solo... Dime México". -¿A que debo su visita Mexico-San?

-Oh. Bueno, yo y mi gente solo venimos para estudiar a Venus. -El asiático asintió y les dio el permiso para que pudieran hacer su investigación con calma. A lo que el moreno le sonrió de manera amable.

Durante el atardecer y la noche, el japonés a lo lejos veía a los extranjeros, pero sobre todo veía a México. Estaba tan cambiado, ya no era ese pequeño infante que conoció, era todo un joven y bueno... No iba negar que era apuesto.
Tan distraído estaba en sus pensamientos, que cuando sus ojos café oscuro se cruzaron con los oscuros del mexicano, no pudo evitar sonrojarse al verse descubierto.

A decir verdad, no hablaron mucho en aquella ocasión, pues la joven nación solo estaba de paso y él tenia muchos deberes que hacer.

[...]

—Ciudad de México, 1942—