México Mundialmente Shippeable [One-Shoth Y Drabbles]

Lo Que Te Escribí... Y Nunca Te Dedicaré...

España x Ciudad de México.

Porque al leer este poema, me acorde de ellos.

Esperó les guste y lamento sino pongo el autor, no decía de quien era.

*-*-*-*-*-*-*-*-*

«Escuche tus canciones 
Repetí tus mentiras...

Me culpé por tus errores, 
Me hice responsable por tus tonterías, 
Lloré tus lágrimas 
Y sufrí el dolor que te correspondía… 

Cobarde orgullo que sucumbió ante ti, 
Tomaste mi debilidad 
Para relucir tu desprecio 
Y pasear tu repudio en mi rostro 
Tus penas las hice mías 
Y tú te convertiste en la mía, 
Dulce dolor de mi corazón, 
El fuego que respiraron mis pulmones, 
Te cargué por el desierto, 
Te di a beber mis esperanzas 
Y cuando lo habíamos cruzado 
No podía más andar 
Y me dejaste abandonado… 

Me dejaste ser el primero en tu corazón 
Para luego ser el último en tu mente, 
Curar tus heridas hasta sanar 
Para luego apuñalarme 
En cada vez que caí… 

Te dedicaste a señalar y criticar 
Sin antes preguntar el porqué, 
Te dedicaste a juzgarme 
Y nunca a conocerme, 
Sabía que el camino a tu corazón 
Eran espinas vestidas de rosas 
Más no que el tuyo era piedra vestido de corazón!! 

Te di lo mejor de mi y más 
Pero ahora alguien más 
Está tomando lo mejor de ti… 

Pero la vida es corta 
Y puedo amarte o seguir… 

Prefiero… 
Seguir… amándote… »

El capitalino leyó cada palabra, y cada una solo una persona venía a su mente a pesar de tantos años separados. Suspiro con pesadez, si bien lo decian los versos de aquel poema.

El mismo seguía amando a la persona que menos debería, él había hecho su vida, dejando al capitalino de lado.

Evitó llorar, no quería hacerlo. Pero, a veces le era imposible le dicho acto. Dejo la computadora de lado, no quería pensar en España...

Se levanto y busco que hacer, tal ves eso lo diatrairia del dolor que aun seguía en su corazón.

[...]

El tiempo paso nuevamente, México no se sentía muy bien, así que... Tuvo que llamar a Antonio. Y es que, México se sentía mejor si ambos estaban juntos.

Le costo mucho trabajo convencerlo pero al final lo logro.

Cuando el menor se sintió mejor, ambos estaban en la sala. Pensando, que vendría ahora.
Aunque claro, Antonio salio con alguno de sus comentarios.

—Debo volver pronto a Europa. —Comento bajo, el chilango sólo lo miro y con la voz mas neutra que pudo hacer, le replicó.

—Supongo que debes ir a ver a Italia del sur. —Y aunque trato de sonar neutro. No lo logro. Su voz se oía molesta.

—Mira Yahir, yo se que él no te cae muy bien. Pero me necesita. —El menor fruncio ligeramente el ceño. —No sabes por lo que a pasado, siempre estuvo solo, nadie lo quería. No podía confiar en alguien por miedo a que le quitaran lo único que su abuelo le dejo, además...

El español fue interrumpido por una voz quebrada.

—¡Callate! —Exclamo la capital. —¿Crees que yo no te necesito? ¡Crees que no se lo que es estar sólo! ¡Crees que a mi no me robaron lo único que mi imperio me dejo!

Las lágrimas caía por su rostro y es que Antonio llegaba a ser muy estúpido cuando se trataba de su ex esposo.
El ibérico no comentó nada. ¿Habia algo que de ir?

—¡No sabes cuantas veces necesite de ti! ¡Un abrazo... Una simple palabra! Pero no. Nunca te percataste de lo que a mi me falto o a México. —No podía con su llanto. Pues las lágrimas salían sin que él pudiera evitarlo. —¡Siempre pensaste primero en Italia del sur antes de nosotros... Antes de mi! ¡Siempre a sido a si!

El ibérico no sabía que comentar o que acciones tomar. Nunca había visto al chico de ese modo. Pues él tenia razón. Siempre pensó en Romano antes que sus otras colonias.

Se levanto y se paro frente a él. El caoktalinl con su voz quebrada dijo.

—Solo vete... Como siempre lo has hecho. —Su rostro estaba rojo por tanto llorar y las lágrimas no paraban. No esperaba acciones por parte de España... ¿Por qué le seguía amando a pesar de tanto dolor? Pues aun no lo sabia.

—Lo siento... —Fue lo unico que menciono Antonio. Antes de salir de aquella casa. Dolido, pero no tanto como la capital del estado mexicano.

—Ohayo Perez.