México Mundialmente Shippeable [One-Shoth Y Drabbles]

Asco (1/2)

Dedicado a: Mememanco20010

Gracias por la sugerencia <3

PD: Es como el capítulo del 5 de mayo... Aunque no es por esa fecha, pero nuevamente tenemos a Francia.

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Juan podía ver las marcas en sus muñecas causadas por estar sujeto a las barras de la cama durante toda aquella "acción". Su cuerpo estaba cubierto por las cobijas y se sentía sucio, demasiado sucio en esos momentos. Estaba hecho un ovillo en la cama.

—Bien Mon Amour tengo que volver a dirigir mis tropas. —La voz de Francia se oyó bastante cercana, el galo termino de vestirse y se acercó al mexicano. El cual se hizo el dormido, haber si así el europeo lo dejaba en paz. —Veo que te deje agotado, pero se que lo disfrutaste tanto como yo.

México no dijo nada, pero el contacto físico de Francia le desagradaba bastante en esos momentos. Más no se movió cuando esté acaricio su cabello, quiso gritarle, cuando esté volvió a tocar su piel, la sensación era de un asco total y quería llorar.
Un beso que pudo ser cariñoso, se sintió de lo más asqueroso para el menor.
Cuando oyó la puerta cerrarse, no pudo más y volvió a romper en llanto, abrazándose a si mismo.

¿Por qué él? ¿Por qué Francia tuvo que hacerle eso? México le tenía cierta admiración al galo por su revolución, pero todo aquello se había convertido en un sentimiento de repulsión.

—Lo odio, lo odio, lo odio... —Repitio Juan durante su llanto amargo, necesitaba un abrazo en esos momentos, pero estaba solo. Sus estados posiblemente pensaba  que se estaba moviendo por el territorio nacional, así que no sabrían que estaba allí. Además Francis había sido demasiado precavido al momento de llevarse al menor.

(...)

Le costó mucho levantarse de la cama, la parte baja de su cuerpo dolía bastante. En esa pequeña habitación no había un baño en el cual pudiera limpiarse, así que tenía que salir como estaba... Al menos ya estaba "vacío".
Su uniforme estaba casi intacto, su camisa estaba bastante arrugada por ser la única prenda que el francés no quitó cuando hizo todo aquello. Se vistió con demasiada lentitud, sus ojos estaban rojos de tanto llorar, enserio necesitaba limpiarse, quitarse esa suciedad que sentía.
Salió de la pequeña construcción y pudo ver algunas marcas de la guerra.

Habías sido ingenuo, se había confiado después la batalla con Puebla. Y allí estaba la consecuencia; su andar era lento y su mirar estaba perdido, quiso acomodar unos anteojos inexistentes, como venía haciendo desde la pelea con Alfred.
Le hubiera gustado volver a tirarse de lo alto de la academia militar a haber pasado por eso.

---¡¿Señorito México?! ---Exclamó la voz del estado poblano. Juan levantó levantó la mirada y trato de verse normal ante su estado cuando esté se acercó. ---Pensé que estaría en la Ciudad de México justo ahora. ¿Dónde estaba?

---Tuve algunos inconvenientes Ángel, eso es todo. ---Respondio Juan sin muchas ganas, pero miro a los ojos castaños de su estado para que pudiera creerle, aún así, sentía que esté lo sospechaba que algo más había pasado. México no quería hablar de eso, no quería meter más problemas con los que ya tenían. —Puebla, ¿crees que pueda bañarme en tu casa antes de irme?

---Por supuesto señorito México. ---El estado poblano respondio con naturalidad, aunque se le hizo bastante extraño la forma en que el menor había preguntado aquello, normalmente decía que irá bañarse a su casa si se encontraba allí. ---¿Se encuentra bien? ¿Está todo en orden?

Pregunto con notable preocupación, pero México respondió con un "Estoy bien, no a pasado nada".
Puebla no muy convencido asintió y llevo a Juan a su casa, pero si noto que el país evitaba el contacto físico, por más leve que fuera.

México estaba sucio, por eso no querían que lo tocaran.

(...)

El agua caliente reconfortó no solo su cuerpo, sino que le subió un poco el ánimo. Pero las acciones vividas hace poco volvieron nuevamente a él, todo se hacía tan vívido nuevamente, que el asco volvió a él tan rápido como parecía haberse ido. Gruño y una ves más lloro, las marcas de mordidas dolían, su cuerpo dolía, ese pequeño anhelo de entregarse a la persona que amaba se había quebrado y manchado.
Nuevamente aquella pregunta invadió su mente ¿por qué?

Él era un país relativamente joven, inexperto y con demasiados problemas sociopolíticos y económicos, tanto nacional como internacionalmente. Entonces... ¿Qué causo que Francia le quisiera hacer eso?

Tal ves no había un motivo y lo había hecho solo para lastimarlo...
Aunque eso no sonará al francés de algún modo. Decidió no pensar en ello, no había justificación por lo que había hecho.

(...)

Después de salir de Puebla, el estar entre los cerros y casi la nada, lo hacía sentir mejor, allí nadie podía lastimarlo.
Llegar a la ciudad de México estuvo bien, el estar con su madre le alegraba.

Más la alegría le duró poco, el palacio nacional estaba lleno de gente, conservadores en su mayoría y para su propio disgusto, Francis se encontraba allí.
México hizo lo que mejor sentía que podía hacer, evitar al galo el cual le llamaba y lo quería cerca. Pero no pudo, sus obligaciones como país eran primero y aunque no le gusto la cercanía del europeo y trataba de alejarse lo más que podía, el mayor se le terminaba pegando.

Ya fue hasta la noche que pudo alejarse del europeo y de los conservadores. Caminaba a la casa que Yahir tenía por la zona, no creía poder llegar hasta la hacienda donde normalmente pasan su tiempo.
Al llegar, decidió bañarse una ves más, esa sensación de suciedad no se iba. Nuevamente se sintió tranquilo por ello y está ves los recuerdos no atacaron, algo que le alivio bastante, no creía ser capaz de soportarlos otra ves...

-----Ohayo Pérez