Sin importancia...

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La brisa despeinaba sus cabellos, el barullo de la ciudad era bastante, así que tal ves pocos lo notarían. Se sentía mas ligero ahora... Tal ves debió hacerlo desde hace mucho tiempo atrás.

«—Es raro que el hiciera algo así. Siempre era una persona muy alegre. —Comento uno de los primos del joven. »

El dolor ya no estaba, porque desde hace mucho convivía con el. La tristeza y soledad dos grandes "amigas" siempre a su lado.

«—Si, lo llegue a conocer. Siempre fue un de obligado e impuntual. Lo siento. No puedo decir algo bueno de él. —Menciono un joven rubio de ojos azules. »

Pero nadie notaba que estaba triste o que su autoestima estaba por los suelos.
No, nadie lo hacia.

El barullo de la gente aumento y se oyeron varios gritos. Cerro los ojos dejando escapar varias lágrimas... Las últimas...

«—Siempre era amable y alegre. Es extraño que él tuviera ese tipo de pensamientos. —Se oyó por parte de un joven pelinegro de lentes y ojos amatista. —Pero, al parecer las personas más felices son las que mas sufren. »

Todos rodeaban la esquina de la torre latino. La policía empezó a despejar a los curiosos y morbosos.
Los bomberos se sentía decepcionados al no poder evitar tal tragedia.

«—No entiendo porque... E-él era un chico feliz. —Exclamo el padre del muchacho entre lágrimas. —Porque se fue.. ¡¿Por qué no pidió ayuda?! »

Los forenses al acercarse al cuerpo del joven ahora muerto. Notaron que su posición parecía la de un chico dormido y calmado.
Que no tuviera preocupación alguna.

—El joven de 18 años. Juan José Fernández de la cruz se suicido a las 16:45 horas de la tarde. Tras romper la barandilla que protegía la orilla de la torre latino. —Informaba la periodista frente a los medios. —Salto frente a cientos de personas que pasaban por aquí. Perdiendo la vida de inmediato. Los amigos y familiares aun no se explican que lo pudo orillar a tomar tal decisión.
>>Mencionan que era un chico bastante alegre, y no se tienen indicios de que haya sido un homicidio. Pues las pocas personas que se encontraban ahí, lo vieron saltar voluntariamente.

El camarógrafo tomaba varias tomas del lugar de los hechos, mientras la voz de la periodista seguía escuchándose.

—Tal ves, este joven alegre logró engañar a varios familiares con una sonrisa. Así nadie sospecharía el que el joven se haya querido suicidar.
>>Hasta aquí mi reporte.

Las cámaras se apagaron. Los forenses después de limpiar el lugar se llevaron el cuerpo del joven.

Después de unos momentos que la gente cuchicheaba sobre lo sucedido. Las horas del día pasaron olvidaron lo sucedido, como si aquel joven nunca se hubiera suicidado en aquel lugar.





—Ohayo Perez.

México Mundialmente Shippeable [One-Shoth Y Drabbles]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora