México Mundialmente Shippeable [One-Shoth Y Drabbles]

For you/Pour toi.

México x Canadá
Canadá x México

Depende de como lo veas.

Alguien digame

¿DD o EIP?

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Un pequeño niño, de 6 años, de cabello rubio algo largo y unos peculiares ojos morados lloraba en un parque.

Había salido a jugar para tener muchos amigos... Pero no fue así, ningún niño le hizo caso. Como si nadie lo viera. Lloraba desconsoladamente.

Lloraba y parecía que su llanto no acabaría, hasta que oyó una voz de distinto acento.

—¿Por que lloras?. —El pequeño rubio levanto la mirada. Encontrándose con un niño de unos 5 años, de piel morena, ojos y pelo oscuros. —¿Esos niños te han pegado? ¿Te han molestado?

Decía el niño frente a él. El rubio no sabia que decir... ¡Estaba siendo visto!

—N-nadie juega conmigo. —Hablo tímidamente. —Por que no me ven...

—¿Que no te ven?... ¡A caray!.— Exclamo el moreno. —Bueno... Ya que los demás no te ven.... ¿Quisieras jugar conmigo?

El rubio sonrió, dejando caer sus ultimas lágrimas y abrazo al moreno.

—¡Oui!. —Dijo felizmente el de piel clara.

—¡Sale! Soy Juan. —Se presento el moreno. —Vengo de México.

—¿Mexico?... Yo soy Matthew. —Dijo sonriendo. —Y soy canadiense.

—Canadá... ¿Esta en Estados unidos, no?. —Dijo confundido el moreno.

—¡No! . —Exclamó molesto el canadiense, como detestaba que la gente dijera eso. —¡Canadá esta mas al norte!

—Tranquilo, yo solo preguntaba. —Se defendió el latino.

Matt decidió que lo mejor no era pelear, con el chico... No quería perder a su nuevo amigo. Así que dejaron el tema y se pusieron a jugar.

El canadiense se sentía muy feliz, había echo un amigo y además el si lo notaba.

«10 años después»

Un canadiense de 16 años, caminaba por la calle, llegaba de la escuela... Triste a decir verdad, otro día siendo invisible... Otro día donde su hermano era notado y él no.

Solo quería llegar a si casa, donde su padre era el único que lo notaba... Aparte de ese chico del parque...
Convivió con aquel niño dos años, pero los padres de este, un español y un mexicano se lo llevaron a su país natal.

El moreno prometió volver pero eso paso hace 8 años.

—Como quisiera volver a verlo. —Se dijo a si mismo Matt mientras entraba a su casa. —Ya llegue papá.

Hablo, oyendo voces en la sala, se acerco lentamente, tal vez su padre estaba con el inglés que conoció cuando él (Matt) era niño.

—Estoy seguro que se alegrara por verte. —Dijo el francés, mientras entregaba una taza de café a alguien del sofá.

El rubio entro y vio una cabellera negra, no reconoció mucho el asentó de la persona que contesto.

—Eso espero, hace mucho que no lo veo. —Dijo el muchacho tomando la taza.

—¡Oh! Matt, has llegado. ¡Pasa, alguien te estaba buscando!.— Hablo alegre el francés, a lo que el rubio fruncido el ceño. —Vamos Matt, no seas grosero.

“¿A mi? A mi nadie me busca.. De seguro le volvió a pagar a alguien... Pero eso es fácil de saber, ellos no me ven... ¿Por que haces eso papá? Me lastimas, mas de lo que ellos al no verme.”

Cuando el canadiense se adentro a la sala, y se puso a un lado de su padre. Dijo con un tono triste.

—¿Por que sigues haciendo esto papá? Ya te e dicho que no es necesario, ellos no me ven. —Dijo y se comenzó a retirar.

—Valla Matt, pensé que te alegraría el volver a verme. —Hablo la voz  del pelinegro, a lo cual el rubio volteo... ¡¿Lo oyó?!... ¡Es mas!.... ¡¿Lo vio?!... —Que, ¿no me recuerdas? ¡Soy yo! ¡Juan!

— J-juan... —Hablo con un hilo de voz el canadiense. Las lagrimas llenaron sus ojos. —¡Juan!

El rubio corrió a abrazar al moreno, mientras lloraba. A lo cual el latino correspondió al abrazo de su amigo de la infancia.

“¡¿Donde te has metido todos estos años?!” Pensó el canadiense, mientras lloraba en el pecho del mexicano.

*Un rato después*

El rubio parecía rodear al mexicano, como si de un espejismo se tratase... Le daba miedo que el moreno desapareciera.

—Tranquilo Matt... No me voy a ir. —Dijo algo nervioso el menor.

—L-lo siento Juan. —Se disculpó el mayor. —Siento... Como si fueras a desaparecer... Como en mis sueños...

Su voz sonó tan triste, que el mexicano le acaricio la cabeza. Él  lo vio y noto que el canadiense  había crecido y hora era mas alto que él.

—¿Quieres salir a caminar?.— Le pregunto el moreno, a lo cual el de ojos amatista acepto.

Al salir a la calle, se volvió a sentir aquel niño de 6 años, que lloraba, para luego el mexicano le encontrara.
Matt oía atento lo que el latino le contaba de su vida.
Se entero, que sus padres se habían divorciado, que ahora vivía con el que siempre tomo el roll de la madre. Que su padre se había vuelto a casar, y ahora estaba con un italiano.
Que paso los últimos años estudiando con distintos alumnos de latinoamérica. Que salio durante unos años con un argentino, unos meses con un chileno y unos días con un peruano. Pero que a pesar de ello, tardo mucho para olvidar a un joven de ojos azules que conoció a sus 15 primaveras, que tuvieron una fuerte discusión por culpa de unos lentes y terminaron y no se volvieron a ver.

Para Matt, la vida amorosa del latino le dolía, él quería ser el único en la mente del mexicano.

—Debo estar aburriéndote con estas cosas, lo siento. —Se disculpo mientras se rascaba la nuca.

—No, no te preocupes. —Menciono, el latino noto la voz decaída de su amigo. —Al menos tu vida a sido mas interesante que la mía.

—¿Te cuento algo mas Matt? —Pregunto, mientras se detenía y se ponía frente al rubio. El chico de lentes asintió. —¿Sabes por que volví exactamente?

El adicto al maple negro con la cabeza, a lo que el moreno sonrió con delicadeza. Sus manos se posaron en las mejillas del contrario para acercarlo a él.
Uniendo sus labios en un suave y sencillo beso. No duro mucho, pero para el canadiense fue el mejor de su vida.

—Volví por ti, para que no pienses que eres invisible ante los demás. —Los ojos de Matt se cristalizaban a cada palabra del mexicano. —Porque a mis ojos y los de tu padre eres la persona mas hermosa y de buenos sentimientos que conozco.

—Juan... —Susurro para después besar nuevamente al latino el cual correspondió.

—Te amo Matthew. —Menciono, mientras juntaban sus frentes. —Y esta ves, no me iré de tu lado.

—Ohayo y México.