Abril llego a su mitad con el Ejército de Dumbledore siendo descubierto, a lo cual el ministro furioso llegó para encarcelar a Dumbledore, sin embargo, él fugó. La cara de sapo, Umbridge quedo como directora, algo lamentable.
—Maldita sea, por tu culpa Malfoy, tenemos que soportar a la cara de sapo—murmuro Jules mientras caminábamos hacia los exámenes de los TIMOS.
—No es mi culpa que esa tal Mariana—Draco fue interrumpido por Jules.
—Marietta Edgecombre.
—Eso mismo—Draco siguió. —Informará de todo a Umbridge.
Estaba algo cansada, ni había estudiado para los TIMOS, estaba más preocupada por lo que pasaba en mi casa.
—Cariño—Draco agarro mi mano. —¿Segura que puedes hacer los exámenes?
—Sí—sonreí. —Estoy bien.
Draco intento hablar, pero una voz lo interrumpió.
—Anne—Fred apareció a nuestro lado. —¿Podemos hablar?
—Fred—sonreí. —Claro...
—Claro que no—se negó Draco.
—Draco—lo fulminé con mi mirada. —Vamos Fred, enseguida vuelvo.
Empezamos a caminar con Fred, alejándonos un poco de todos. Él tenía una cara de seriedad, entonces empecé a hablar yo.
—¿Estas bien? —pregunté. —Tienes una cara de seriedad, nunca antes te había visto así.
Fred quito esa cara y empezó a reír. —Bueno...Georgie y yo hemos decidido algo.
—¿Qué cosa?
—Dejaremos Hogwarts—afirmó. —De la manera más épica del mundo.
—¿¡Qué!? —grité. —¡No! ¡Se han vuelto locos! ¡No pueden hacer eso!
—Ann, cálmate—Fred agarro mi mejilla. —Sabemos que consecuencias tendremos—me miro por unos segundos. —Yo...necesito decirte algo.
Me quede en silencio unos segundos, para que empiece a hablar.
—Ann, te conozco desde que ingresaste a Hogwarts—soltó una pequeña risa. —Eras tan pequeña, temerosa. Es increíble como el tiempo paso tan rápido.
Sonreí, está siendo demasiado tierno.
—Año tras año, he intentado estar a tu lado siempre—agarro mi mano. —Inevitablemente...me enamore de ti.
Lo mire asombrada, intente hablar, pero me interrumpió.
—Sé que no correspondes a mis sentimientos—habló. —Sé que prefieres a Malfoy, aun cuando es un consentido, hurón, irritable...—fruncí mi ceño. —Bueno, yo no podía irme...sin que sepas mis sentimientos.
Lo mire con pena, baje la mirada y hablé. —Perdón...yo te quiero demasiado—levante mi mirada. —Pero, mi corazón le pertenece a Draco.
Fred sonrió con tristeza. —Lo sé, solo quiero tu felicidad—puso ambas manos en mis mejillas. —Sé que ese hurón te cuidará.
Nos quedamos viendo unos segundos, hasta que Fred rompió el silencio.
—Perdón por lo haré.
—¿Qué? —pregunté. —¿Qué...?
Intente hablar, pero me interrumpió, besándome. Fue unos breves segundos, luego se separó de mí.
—Fred...—me volvió a interrumpir.
—Tenía que hacerlo—sonrió. —No podía quedarme con la duda, quería saber a qué sentía tus labios.
—Eres un demente—solté una pequeña risa.
—Sería demente si te pidiera... ¿huir conmigo? —hablo sin soltarme. —Por favor, Ann, sabemos que tu familia está junto a Voldemort, yo puedo ayudarte, por favor.
—Fred—murmure. —Sabes que no puedo hacer eso.
—Por favor, escógeme a mí—murmuro con los ojos cristalizados. —Yo te puedo mantener a salvo.
—¿Y quién salva a Draco? —hable quitado sus manos de mis mejillas. —Él no es como ellos, no tiene maldad en su corazón.
—Malfoy siempre ha sido malo...—hablo Fred con rabia.
—Tu y yo sabemos que Draco no es capaz de matar a nadie—murmure con firmeza. —Ni de torturar. Yo no puedo dejarlo, Fred, Draco me necesita—acaricie su mejilla. —Tú tienes tu familia, Draco peligra incluso con su familia...perdón.
Fred me miro unos segundos y me abrazo—Solo...prométeme que serás feliz—susurro.
—Lo seré.
Luego de esa emotiva despedida, fui al Gran Salón, en donde Draco estaba a punto de buscarme.
—¿Por qué tardaste tanto? —me pregunto.
—Yo...—fui interrumpida por Umbridge, quien pidió que todos ingresemos.
Me senté en asientos alejados de Draco y Jules, ya que Umbridge no me permitió sentarme con ellos. Los TIMOS empezaron, apenas me entregaron mi examen empecé a leer todo.
No sabía nada, ahora entiendo porque no quede en Ravenclaw.
Decidí responder las preguntas más fáciles, que solo había pocas, en estos momentos deseaba que hubiera algún incendio y así todos los TIMOS se quemaran.
Un pequeño ruido se escuchó, parecía que algo había explotado fuera del Gran Salón. Umbridge empezó a caminar para salir a buscar que pasaba. Una pequeña chispa apareció frente a ella, y luego entro al salón para explotar en el techo.
El silencio gobernó unos segundos, hasta que los gemelos Weasley entraron en sus escobas a lanzar explosivos, dando como resultados que todos los TIMOS se quemaran.
—¡Gracias Merlín por escucharme! —grité lanzado mi examen.
Varios explosivos estallaron, incluso algunos siguieron a Draco. El acto final fue un gran dragón que se formó gracias a varios explosivos, el cual empezó a seguir a Umbridge, quien corrió hasta la entrada, en donde todos los decretos fueron explotados y se empezaron a caer.
Todos corrimos, hasta llegar a la entrada para aplaudir el gran espectáculo que nos brindaron los gemelos.
—Por esta vez admito que esos gemelos se lucieron—murmuro Draco a mi lado.
—Si lo hicieron—sonreí.
Mire a mi alrededor y no veía a una persona importante por ningún lado.
—¿Y Jules?
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Mi pequeña Anne ↯ ┃DRACO MALFOY┃
FanfictionAnne Rosier, por generaciones su familia ha pertenecido a Slytherin, a excepción de ella, una Hufflepuff, convirtiéndose en una deshonra para su familia. Luego que entro a Hogwarts ha recibido burlas de parte de sus compañeros. Para su mala suerte...