Mi pequeña Anne ↯ ┃DRACO MALFOY┃

ϟ Capitulo 12

Estaba en la biblioteca tratado de buscar la forma de descifrar el enigma para Cedric.

—Maldición, no encuentro nada...—murmure.

—Señorita Rosier—el profesor Moody apareció frente mío. —¿Por qué esta tan sola?

—Solo estaba leyendo unos libros—sonreí tímidamente.

—Por lo que he visto, es muy cercana a Diggory—hablo tomado algo de un frasco. —¿Ya descifró su enigma?

—Está en eso—hice una pequeña mueca.

—¿Por qué no va a relajarse al baño de perfectos? —hablo. —Me dijeron que es un buen lugar para pensar.

—Puede ser...—al instante decidí ir en búsqueda de Cedric. —¡Muchas gracias, profesor!

Comencé a correr en búsqueda de Cedric, quien se encontraba hablando con Cho.

—¡Oh, disculpen! —sonreí con nervios. —No quería interrumpir.

—No te preocupes, Ann—hablo Cho sonriendo. —Seguro tienes que hablarle de algo importante, luego nos vemos, Cedric.

Cho se despidió con una sonrisa.

—¿No es tan hermosa? —murmuro Cedric viendo cómo se iba.

—Cedric, lleva tu huevo al baño de perfectos—indique.

—¿Mi huevo? —me miro raro.

—¡El huevo de oro! —le di un pequeño empujo en el hombro. —¿Y si tiene algún efecto en el agua?

—Tienes razón, eso mismo tenemos que hacer—comenzó a caminar. —Vamos.

Lo mire riendo, y él me miro sin entender.

—¿Qué?

—No puedo entrar al baño de perfectos contigo—reí.

—Oh, sí—él sonrió. —Si descubro algo te iré a ver.

Cedric se despidió de mí, para retirarse. Sentí que alguien me miraba, así que volteé para encontrarme a Draco, quién me miraba con... ¿tristeza?

Luego de una hora, Cedric volvió a la sala común con una cara de decepción.

—¿No te ayudo nada el baño? —pregunte viendo que se sentaba a lado mío.

—Sí—me dio el huevo. —Al parecer, en el agua se escucha un mensaje, pero no entiendo que dicen.

—¿Cuál es el mensaje?

—Donde nuestras voces suenan, ven a buscarnos—habló. —Que sobre la tierra no se oyen nuestros cantos, nos hemos llevado a lo que más valoras, y para encontrarlo solo tienes una hora.

—Una muy linda canción—me detuve a pensar un poco. —¡El lago negro! ¡Las criaturas marinas!

Cedric me miro y sonrió. —¡Eres tan inteligente!

—Puedes usar el Encantamiento casco-burbuja para respirar—aconsejé.

Él sonrió y dio un pequeño grito para acercarse a abrazarme. —A veces pareces más a un águila que un tejón.

La segunda prueba había llegado. Abrace mi cuerpo con mis brazos, dándome un poco de calor caminado junto a Jules quien aposto por Viktor.

—Tiene que ganar—afirmo. —Aposté diez galones por él.

—Con Harry Potter en el camino, uno nunca sabe—sonreí.

Subimos a las gradas, en donde quedamos a lado de Draco y sus amigos.