Los meses pasaban realmente rápido, y en todo este tiempo no había visto a Draco como antes, desaparecía casi todo el día y las pocas horas que lo veía, se quedaba callado sin decirme nada.
Por otro lado, Jules no era la misma, su padre estaba siendo torturado en ocasiones si trataba de deshacer alguna orden de Voldemort.
—Voldemort ya esta en el ministerio—Jules habló. —Los superiores de mi padre lo saben.
—No pienses en eso, bonita—Blaise acaricio su cabello. —Todo estará bien.
Jules se levanto y miro por unos segundo a Blaise, aunque no lo admitía, hace días había notado que lo miraba de una manera diferente.
—Y...—tosí un poco. —¿Has visto a Draco?
Blaise negó. —Salió muy temprano.
Suspire, no sabia nada de él y eso me ponía mal.
No sabía cuál era su misión.
—¿Irás a Hogsmeade? —pregunto Jules cambiando de tema. —Nos puedes acompañar.
Asentí. —No tengo otros planes.
La tarde llegó rápidamente, con eso, la salida a Hogsmeade. Junto a Blaise y Jules empezamos a caminar hacia Las Tres Escobas.
—Necesito una bebida caliente—murmuré.
—Yo solo te necesito a ti—Blaise le habló a Jules, quien se sonrojo.
—Cállense—gruñí.
Por alguna razón, cuando Blaise le decía algo bonito a Jules—eso era normal de su parte—, ella no le decía nada, solo se sonrojaba.
Yo me deprimía porque no tenia a Draco a mi lado.
Al llegar nos sentamos en una de las mesas, yo pedí una bebida caliente mientras Jules y Blaise perdían algo dulce.
—¿Por qué Draco desaparece tanto? —pregunte directamente a Blaise.
—No lo sé—desvió la mirada.
—Si lo sabes.
—No lo sé—volvió a negar.
—Ann—Jules habló. —Deberías hablar con él.
—Fuera fácil si lo viera—hice una mueca.
Alcé mi mirada, me fijé como Rosmerta entraba al baño y salía, estaba como zombie.
Quizás estaba ebria.
—Deberíamos irnos—pedí. —No tengo ganas de estar acá.
—Vamos a la sala común—Jules me agarro la mano. —Seguro podemos escuchar un poco de música.
Empezamos a caminar hacia el castillo, hablando de tonterías. Siempre con ellos estaba riendo, me podía olvidar lo que pasaba alrededor mío.
Adoraba a mis amigos.
—Entonces, Blaise en Navidad—Jules empezó a reír. —Le dijo a mi padre: "Señor suegro, digo, padre Murphy.
Los dos empezamos a reír, mientras Blaise se sonrojaba. Todo era paz, hasta que un grito nos interrumpió.
Era Katie Bell, quien se elevaba en el cielo, con los brazos abiertos así como su boca, parecía que algo la subía y bajaba, hasta que la soltó y cayó en el suelo.
—Esta maldecida—murmuro Jules.
Blaise nos abrazó a las dos, intentado protegernos de cualquier cosa.
Vaya mes de mierda.
Noviembre llegó, consigo vino el partido de Slytherin contra Gryffindor.
—¿Irás al partido? —pregunté viendo a Draco, quien tenía la mirada sumergía en la nada.
—¡Mira como viene, Weasley! —grito Crabbe.
Incluso Draco ignoró eso.
—No me importa esa mierda—murmuro. —Tengo cosas más importantes.
—¿Cómo cuáles?
—No te importa—espetó.
Me quedé unos segundos en silencio, hasta que hablé.
—Si no me importará, no te preguntaría—murmuré con furor.
Draco rodeó los ojos. —Como sea, me voy.
Antes que pudiera detenerlo, Jules me agarro del brazo.
—Déjalo—Jules agarro la tostada que ni comió Draco. —Cada día está más insoportable.
—¡Vamos a ganar! —grito Blaise sentándose junto a nosotras. —¡Listo para partirle el trasero a Weasley!
Jules y yo nos reímos.
—No seas tonto—murmuro Jules. —¡Le vas a partir el trasero a todos!
Miré a los dos, la tensión se sentía cada día más.
—Bueno...—sonreí. —¿Vamos?
Los dos salieron de su burbuja.
—Sí—Jules entrelazó su brazo conmigo. —Nos vemos, Zaza.
Empezamos a caminar hacia el campo, mientras yo me reía.
—Así que... ¿Zaza? —solté una carcajada. —¿Y eso?
—Digamos que...nos llevamos mucho mejor que antes—ella sonrió.
—Mucho mejor.
Nos sentamos en las gradas que estaban más cerca al campo, para ver mejor el partido. Esperamos unos minutos para que empiece lo emocionante.
—¡Mierda! —gritó Jules. —¡Estamos perdiendo!
Ron parecía una maquina de puntos, cada minuto bloqueaba un ataque de Slytherin, mientras las serpientes gruñían por su talento. El partido seguía, y Ron con su talento ayudaba a Gryffindor a acumular puntos, hasta que Harry encontró la snitch.
—¡Y Gryffindor gana el partido! —grito Luna. —¡Las serpientes perdieron!
Jules grito indignada por el partido, mientras yo aún procesaba todo, no entendía demasiado del deporte. Ella junto a Blaise me habían dejado en mi sala común, los dos estaban enojados y maldecían a Gryffindor de la derrota de Slytherin.
Me movía de un lado para otro en mi cama, no podía coincidir el sueño. Me levante rápidamente para distraerme un rato por el castillo.
—¿Herms? —la encontré llorando. —¿Qué pasa?
—Ron—murmuró. —Se beso con Lavender.
Me acerqué rápidamente a abrazarle, mientras ella lloraba.
—Duele, ¿no? —Herms se limpió las lágrimas.
—Sí—afirmé. —El amor a veces duele.
Harry llegó al instante a consolar a su amiga, me dedico una pequeña sonrisa. Seguí mi camino hasta llegar a la Torre de Astronomía, mi sorpresa fue grande cuando encontré a Draco, solo.
—¿Draco?
Él se giro a verme, sus ojos estaban a punto de derramar lágrimas.
—Draco...—me acerqué rápidamente para abrazarlo. —Draco.
—No puedo con esto, Ann—sollozó. —No puedo.
Él se tiro a mis brazos, llorando con fuerza.
—Cuéntame lo que te pasa, Draco—lo abracé con más fuerza.
—No-No puedo—murmuró con la voz cortada.
Él no puede.
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Mi pequeña Anne ↯ ┃DRACO MALFOY┃
FanfictionAnne Rosier, por generaciones su familia ha pertenecido a Slytherin, a excepción de ella, una Hufflepuff, convirtiéndose en una deshonra para su familia. Luego que entro a Hogwarts ha recibido burlas de parte de sus compañeros. Para su mala suerte...