ϟ Prólogo

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En un cálido día del primero de septiembre, una pequeña castaña llamada Anne, estaba en un vagón del tren que llevaba al famoso Hogwarts "Colegio de Magia y Hechicería". Entre sus manos tenía un libro muggle, "La Odisea", el cual su abuela antes de fenecer le obsequio, a escondidas de sus padres, quienes son unos obsesionados con la pureza de la sangre.

— ¡Lárgate de aquí! —una chica de cabello corto acompañada de cuatro chicos entro al vagón gritado espantado a la pequeña Anne.

—Dis-Disculpa—Anne agacho la mirada y comenzó a salir del vagón.

— ¡Que cruel eres Pansy! —uno de los cuatro chicos hablo con diversión.

Los tres chicos que acompañaban a la chica comenzaron a reírse, sin embargo, un rubio se quedo viendo a la pequeña Anne hasta que entraron por completo al vagón.

Anne termino marchando a un pasillo ya que no tenía a donde ir, acabo sentándose en lo más fondo del pasillo hasta que llegara al castillo. Abrió su libro para volver entrar a la hermosa lectura.

—Oh, hola—una castaña le saludo. —¿Has visto un sapo por aquí?

Cuando escucho que la saludaban levanto la mirada y era una chica castaña de su edad, aunque su cabello estaba suelto y enmarañado.

—Eh, no...he visto nada—contestó abrazado el libro a su pecho.

—En donde estará Trevor—susurro la castaña. —Por cierto, ya estamos a punto de llegar a Hogwarts.

Le sonreía como respuesta y se giró para seguir su camino, Anne quería hablarle para entablar una amistad, pero otra voz interrumpió su propósito.

— ¿Qué hacías hablando con esa maldita sangre sucia? —su hermano mayor, un orgulloso Slytherin.

—E-Eliot, no, yo, no...—comenzó a tartamudear.

Siempre se sintió inferior con su hermano, sus padres—especialmente su madre—mostraban favoritismo por él.

—Mejor cállate—farfullo Eliot. —Solo venia asegurarme que estés ya con la capa, estamos a punto de llegar.

Ella asintió agachado su pequeña cabeza, aún con nervios.

—Anne—Eliot le habló con firmeza. —Más te vale quedar en Slytherin, o serás una vergüenza para la familia.

Con esa advertencia su hermano se retiró moviendo su capa con superioridad.

La pequeña comenzó a respirar calmándose, intentado pensar en otra que no sea la selección, la cual estaba a nada de llegar. Ella tenia miedo a ser una vergüenza para su familia.

Su familia...

Desde que nació, nunca recibió una pista de cariño por sus padres por eso su timidez y falta de confianza en si misma apareció en su vida.

Su padre, siempre andaba desaparecido de algún lugar a otro, al menos él no le trataba tan mal, pero tampoco es que se acordaba de su existencia. Solo sabía que el día de San Valentín lo pasaba en el cementerio.

Su madre odiaba a la pequeña Anne era algo increíble, ella esperaba un hombre para entrenarlo para su señor tenebroso, sí, desde que salió de Hogwarts se convirtió en una seguidora de Quien-Tú-Sabes. Por años lucho contra Bellatrix Lestrange para tener el titulo de su más fiel seguidora, aunque las dos terminaron encerradas en Azkaban.

Eliot, su hermano, cuando eran pequeños eran inseparables, aunque no eran de darse abrazos ni nada, pero su hermano se preocupaba por Anne, le llevaba comida e incluso regalos, pero un día cambio todo eso.

Finalmente, habían llegado a Hogwarts y Anne ya tenía su capa puesta, comenzó a bajar del tren con los nervios recorriendo todo su cuerpo. Se adjunto con los de primer año que estaban siendo guiados por el guardabosques, quien les indico que irían al castillo en botes.

Cuando llegaron la profesora Minerva McGonagall dio unas indicaciones y se retiró por unos segundos dejándolos en la entrada.

—Harry Potter ha venido a Hogwarts—habló Draco Malfoy, por lo cual Anne levanto la vista. —Estos son Crabbe y Goyle, yo soy Malfoy, Draco Malfoy—un chico pelirrojo soltó una risa. —¿Mi nombre te hace gracia? No necesito preguntar el tuyo, pelirrojo y túnica de segunda mano, debe ser un Weasley. Pronto descubrirás que familias de magos son mejores que otras, no te juntes con la gente equivocada—sonrió con arrogancia.

—Creo que puedo elegir por mí mismo, gracias—rechazo Harry Potter.

La profesora McGonagall regreso y mando a Malfoy que vuelva a su lugar, sin embargo, por obras del destino quedo a lado de Anne

—Ese Potter, ¿qué se cree para rechazar la amistad de un Malfoy? —farfullo girado a verla. —¿Tú quién eres?

—Eh, yo soy...Anne Rosier—contestó sonrojada.

—Una Rosier, seguro estarás en Slytherin—me sonrió. —Es bueno saber que al menos una persona ya tiene su lugar seguro, como yo.

Entonces, su pequeño corazón comenzó a acelerarse queriendo con todas sus ganas ser seleccionada en la casa de las serpientes.

La profesora McGonagall volvió, llevados a los pequeños al Gran Comedor para la famosa selección. Después de que el director, Albus Dumbledore diera un discurso, la ceremonia de selección comenzó.

—Cuando diga su nombre, se acercará para ponerles el sombrero seleccionador y sabrán cuál es su casa—la profesora miro el pergamino que tenía. — Granger, Hermione.

La chica de cabello enmarañado subió para ser seleccionada en Gryffindor.

—Malfoy, Draco—llamo la profesora, el rubio comenzó a subir y Anne no le quitaba la mirada.

El sombrero apenas toco su cabeza, grito fuerte y claro la casa de Slytherin. Draco corrió a la mesa de las serpientes, justo frente a él estaba Eliot, con su característica cara de seriedad eterna.

—Rosier, Anne—la profesora le llamo cuando faltaba unos pocos para terminar.

Anne sintió la mirada penetrante de su hermano. Cada paso que daba los nervios se iba amontonado. La profesora puso el sombrero en su pequeña cabeza, tapado casi sus ojos.

—Oh, una pequeña Rosier que no piensa como su familia—susurro el sombrero. —Deseas con tu corazón ir a Slytherin, quieres enorgullecer a tu padre, especialmente a tu madre.

—Por favor, a Slytherin—rogó la pequeña con todas sus fuerzas.

—Pequeña Anne, no tienes el hambre de la ambición, sin embargo, tienes el corazón de una Hufflepuff—Anne comenzó a temblar. —Aunque la casa de Ravenclaw no te vendría mal.

—Slytherin, Slytherin, por favor—suplicó a punto de llorar.

—Lo siento pequeña, pero sé que lograrás grandes cosas en...—se quedó pensado unos segundos. —¡Hufflepuff!

La pequeña apenas pudo reaccionar para bajar de banquillo caminado a la mesa de los tejones, quienes le comenzaron a aplaudir.

— ¡Bienvenida a la casa de los tejones, pequeña! —saludo un chico frente suyo, mayor que ella. —Soy Cedric Diggory...

Sin embargo, Anne no escuchaba nada de lo que decía, estaba más atenta a la mirada que le trasfería su hermano mayor, quien si pudiera iría ahí mismo a ahorcarla.

También sus pensamientos estaba su madre, quién seguro escaparía de Azkaban solo para matarla por deshonrar a la familia por no quedar en Slytherin.

Y su padre...bueno a él no le importaría.

Definitivamente, estaba muerta.

Mi pequeña Anne  ↯ ┃DRACO MALFOY┃Donde viven las historias. Descúbrelo ahora