Mi pequeña Anne ↯ ┃DRACO MALFOY┃

ϟ Capitulo 09

El baile estaba a nada de llegar, faltaba menos de una semana. Jules seguía esperado que Eliot la invite, mientras Blaise esperaba que ella lo acepte, y yo...bueno ni tenía esperanzas de que alguien me invite.

—Fred pensó que alguien me había invitado, mi hermano le había dicho eso—murmure algo triste. —Quería decirle a Angelina que no iría con ella, pero no quería que se sienta mal, así que decidí que estaba bien que él vaya con ella—conté

—¿Por qué rayos no me invita? —me susurro Jules ignorado lo que había contado.

Estábamos haciendo deberes con la presencia del profesor Snape, quien nos tenía vigilados.

—Jules, por milésima vez, Eliot no irá al baile—respondí sin levantar la mirada.

Miramos a Eliot, quien estaba conversando con Zacharias Smith, algo extraño ya que él no habla con personas que no sean Slytherin.

—¿No es raro que este hablando con Smith? —pregunte a Jules.

—Raro de que no me invite—murmuro triste.

Blaise que estaba al lado de Jules giro a mirarla, Draco y Theo estaban frente a él.

—Bonita, bonita—Jules lo ignoraba. —Bonita, bonita...

—¿Qué quieres? —lo interrumpió.

—Ya sabes—sonrió coqueto. —Invitarte al baile.

—Por milésima vez te diré—sonrió con ironía. —No...iré...contigo—hablo lentamente.

—Por milésima vez te diré—empezó a hablar lentamente como Jules. —Vamos...al...baile.

Jules me miro, rogado que le diga que Eliot si la invitaría.

—Él no irá—murmure.

Ella suspiro derrotada y volvió a mirar a Blaise.

—Para que te calles de una vez—frunció el ceño algo enojada. —Si iré contigo.

Blaise dio un pequeño grito, mientras Draco y Theo se reían.

—Oye...Anna—me llamo Smith quién se sentó a mi lado.

—Soy Anne—corregí.

—Oh, sí, Anne—hablar con nervios. —Yo...eh...bueno.

—¿Si...?

Eliot paso por nuestro lado, ya había entregado su tarea, Jules lo miro sonriendo tontamente.

—Smith—mi hermano lo miro y él bajo la mirada. —Hablamos luego.

—Sí-sí Eli-ot—tartamudeo. —Anna...

—Anne—volví a corregir.

—Sí, sí, Anne—recupero postura. —¿Desearías...ir al baile conmigo?

Aunque lo dijo rápido, entendí que quiso decir. —¿Yo?

—Bueno, sí no deseas ir no hay problema—sonrió.

—No—sonreí. —Si quiero ir.

Smith hizo una mueca extraña. —Bueno, te buscaré en tu sala común.

Sin decirme a qué hora, se retiró rápidamente.

—Sabía que te invitarían—Jules me codeo.

Draco se levantó bruscamente. Blaise y Theo lo miraron raro, pero lo siguieron para entregar sus deberes con Snape para irse junto a Draco.

—¿Qué...paso? —murmure viendo como Draco se iba rápidamente.

Jules sonrió negado con la cabeza. —Sabes, Draco te estaba mirado mucho.

—¿A mí? —pregunte sonrojándome.

—Especialmente miro a Smith con una cara de querer lanzarle unas maldiciones.

Negue con la cabeza, pero me sonroje más.

—Solo habrá sido tu imaginación.

Estaba buscando con urgencia a mi hermano, necesitaba que le envié una carta a nuestro padre para pedirle un vestido. El baile era mañana, lo necesitaba con urgencia.

—Maldición—me detuve por un momento. —No tengo ningún vestido en mi casa.

Tenía vestidos, sí, pero todos eran oscuros, no tenía uno para la ocasión.

El vestido de la Laguna Azul.

Una voz resonó en mi mente. ¿De quién era esa voz?

El vestido de la Laguna Azul.

¿Qué?

Iba tan sumergida en esa voz, que llegue a un pasillo, en donde estaba el director de Durmstrang, Igor Karkarov, quien estaba junto a... ¿mi padre?

—¿Papá? —hable mirándolos, quienes se quedaron callados al verme.

—Rosier, luego hablamos—aviso el director, para mirarme luego. —Señorita Rosier.

Karkarov se retiró, dejándome a solas con mi padre.

—Papá, ¿qué hacías...?

—¿Qué haces por aquí? —me interrumpió. —No es bueno que andes sola.

—Estaba buscando a Eliot—respondí acordándome de porque lo buscaba. —De hecho, necesitaba hablar contigo.

—¿Ha pasado algo? —agarro suavemente mi hombro.

—Bueno...—sonreí. —un chico me invitó al baile de Navidad.

—¿Tu novio? —me sonrió tiernamente.

—No, no—negué rápidamente. —Un chico de mi casa.

—Y necesitas un vestido—continuó. —Te compraré uno, mañana en la mañana lo mandaré.

—Bueno, yo pensaba en...—murmure bajado la mirada. —El vestido de la Laguna Azul.

Mi padre se tensó al instante, mirándome raro.

—¿Cómo sabes de ese vestido? —pregunto sin expresión.

—Lo escuché por ahí—mentí.

Mi padre se quedo en silencio, mirando a la nada, para hacer una pequeña sonrisa.

—Te lo enviaré, te verás hermosa con ese vestido—habló.

Mi padre hizo algo que casi nunca hacía, se acercó y me abrazo.

—Sé que no lo digo a menudo, pero...—me miro a los ojos. —Te quiero, hija.

—Y yo a ti, papá—lo abracé fuertemente.

Al final de todo, es mi padre.