ϟ Capitulo 40

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Me desperté lentamente, estaba en la enfermería, al levantarme Eliot me agarró.

—Estás débil, tranquila—murmuro.

—¿Qué sucedió? —al instante recordé. —¿¡Y Draco!?

—A tu lado—respondió Eliot sirviendo una taza de té.

Miré a mi lado y era cierto, Draco estaba cubierto de vendajes mientras dormía.

—¿Qué me sucedió a mí? —hablé.

Eliot me entregó la taza mientras se sentaba a mi lado.

—Tengo que contarte sobre la maldición de los Seydoux—habló.

—¿Qué? —tomé un poco del té.

—Todos los Seydoux por generaciones han acabado cayendo en la locura—explicó. —Desde que nuestro antepasado, Jean Seydoux, desafió a un noble.

—¿Cómo lo desafió?

—Jean pensaba que era el ser más poderoso de todo el mundo—murmuro. —Presumió de su poder con un noble, quien tenia relación con la magia oscura. Entonces, este noble le lanzo una maldición, él y toda su descendencia, acabarían cayendo en la locura por la búsqueda del poder.

—Por eso...nuestra madre...

—Sí—afirmó. —Cuando madre conoció a...al Señor Oscuro, él sabía sobre nuestra maldición, entonces hizo que caiga en la locura total.

—¿Por qué? —suspire.

—Porque los Seydoux somos poderosos—habló. —Por eso mismo, no sabemos controlar nuestra soberbia.

—Entonces, tu y yo...—Eliot me interrumpió.

—No—se negó. —Somos diferentes, no acabaremos como ellos.

—¿De verdad? —Eliot agarro mi mano.

—De verdad.

Los meses fueron pasado, hasta que llegó junio. Draco seguía en la enfermería, aunque estaba desesperado por salir para cumplir...su misión.

—Estoy harto de estar en este maldito sitio—murmuro.

—Ya falta poco para que salgas—sonreí. —No pasaras renegando en tu cumpleaños.

Draco sonrió. —Eres lo único bueno que me ha podido pasar todo este año.

—El año que viene será mejor—animé.

—Si el Señor Oscuro sigue vivo...no lo será—cerró los ojos.

Los dos nos quedamos en silencio, agarré un pedazo de torta y le puse una velita encima, luego la encendí.

Feliz cumpleaños a ti—empecé a cantar. —Feliz cumpleaños a ti—Draco empezó a reírse. —Feliz cumpleaños, Draco, feliz cumpleaños a ti—acerqué la torta a su rostro. —Pide un deseo.

Él cerró los ojos unos segundos y luego los abrió, para soplar la vela.

—¡Muy bien! —sonreí. —¿Qué pediste?

—Si lo digo ya no se cumplirá—me guiño un ojo.

—¡Oye! —empecé a reírme.

Draco me agarro dulcemente la mano, los dos nos quedamos mirando.

—Ven a vivir conmigo—pidió.

—¿Qué? —me asombré. —¿De qué hablas, tonto?

—Cuando esto termine, si yo mato a...—trago saliva. —Ya sabes, es obvio que tendré que huir, no quiero dejarte sola como antes.

—Pero—solté una risa. —¿Qué dirá tu madre?

—Soy feliz contigo—me dio un beso en la mejilla. —Es todo lo que necesita saber.

Después de celebrar el cumpleaños de Draco, a los días le dieron de alta y pudo volver a su misión. Ahora podía pasar tiempo con él mientras intentaba arreglar el armario.

—¡Mierda! —Draco pateó el armario.

—Tranquilo—me levante y agarre su mano. —Te dará un ataque de ansiedad.

—¡No entiendes. Anne! —gritó. —¡Mañana es treinta de junio! ¡Ya acabará el mes!

Draco se alejo unos segundos y se quedó callado al verme.

—Perdón...yo no quería gritarte.

—No pasa nada—me alcé de hombros. —Estás estresado.

—Eso no me da derecho a gritarte—me abrazó. —Solo quiero que termine todo esto.

Los dos nos quedamos en silencio, me acerqué al oído de Draco y empecé a cantar.

So if you're lonely—murmuré. —Darling, you're glowing...—acerqué su frente con la mía. —If you're lonely, come be lonely with me.

Draco sonrió cuando terminé de cantar y me agarro las mejillas. —Tienes una preciosa voz.

—Tonto—me sonroje.

Él se acercó y me empezó a besar suavemente, con tanto amor y dulzura, que me iba a derretir.

—Anne—sus labios quedaron a centímetros de los míos.

—Dime.

—Te amo.

Lo miré, y por primera vez en toda mi vida, me sentí enamorado, en su mirada podía ver que era tan real lo que me acaba de decir, mi corazón no paraba de saltar, de querer salirse.

Porque junto a él me siento feliz.

—Te amo, Draco.

Agarré su mano, y le sonreí.

—Vamos, haz un último intento.

Draco sonrió, con esperanza y agarrado de mi mano se acercó al armario. Sin embargo, me soltó unos segundos la mano para agarrar un pequeño pájaro.

—Perdóname, pajarito—murmuro para meterlo al armario.

Volvió a agarrarme la mano, cerró los ojos por unos segundos y levantó su varita.

Armonia Nectere pasus—musito concentrado. — Armonia Nectere pasus.

Pasaron unos segundos, y no se escuchaba al pájaro, Draco abrió el armario y efectivamente, no se encontraba el pájaro.

Volvió a levantar su varita para murmurar el hechizo.

Armonia Nectere pasus.

De pronto, se escuchó un chillido. Draco desesperado abrió el armario, el pájaro salió volando de este.

—¡Lo logré! —me abrazó. —¡Lo repare!

Los dos empezamos a reír, lo había logrado, reparar el maldito armario. Sin embargo, las risas pararon.

—Aún tengo la misión...—musitó. —Tengo que avisar que el armario esta lista.

Le di un beso en la mejilla. —Tranquilo.

Draco agarro un pequeño pergamino, y con su mano temblando escribió: "Está listo".

Envió el pergamino junto a su búho, a los segundos la respuesta llegó. Draco con miedo abrió el pequeño pergamino para leer que contenía.

En la noche de mañana, comenzará el plan—Draco leyó.

Él me miró con miedo, no sabíamos que tenia que ser tan pronto, entonces me abrazó y empezó a sollozar en mi hombro.

Los dos teníamos tanto miedo.

Mi pequeña Anne  ↯ ┃DRACO MALFOY┃Donde viven las historias. Descúbrelo ahora