Mi pequeña Anne ↯ ┃DRACO MALFOY┃

ϟ Capitulo 14

Habían decidido hacer un pequeño homenaje a Cedric, el comedor había cambiado sus banderas a una H con fondo negro, a honor del buen tejón que fue Cedric.

—Ann, ven siéntate aquí—Jules me hizo sentar en una de las primeras filas. —Tienes que ser fuerte.

Desde que murió Cedric, no había parado de llorar, él era mi mejor amigo, era un buen muchacho.

—Cedric Diggory era como saben, un trabajador infinitamente honesto, y lo más importante un fiel amigo—comenzó a hablar Dumbledore. —Por tanto, creo que tienen derecho a saber como murió...Sí, a Diggory lo mato Lord Voldemort.

Con solo escuchar ese nombre mi cuerpo se erizo.

—El ministro de magia no quería que les dijera, pero al no hacerlo lo considero un insulto a su memoria—siguió. —El intenso dolor que sentimos a ante esta perdida, nos recuerda que, aunque venimos de distintos lugares y hablamos diferentes lenguas, nuestros corazones laten como si fuera un solo.

Jules agarro mi mano al notar que comenzaba a llorar en silencio.

—Dado estos sucesos, los lazos de amistad que formamos este año serán más importantes que nunca, recuerden esto y Cedric Diggory no habrá muerto en vano.

No, él no merecía morir.

—Recuerden esto, y honraremos un chico que fue justo y honesto, valiente y fiel...hasta el último momento.

Luego de ese discurso, con Jules comenzamos a caminar en silencio.

—Ahora todo será diferente—comenzó a hablar Jules.

—Todo—murmure cabizbaja.

Seguimos caminando hasta que encontramos a Eliot con sus amigos. Una pequeña chica de tercero estaba frente a él, con un regalo. Sin embargo, como siempre mi hermano la rechazo.

—Tengo miedo por Eliot—confesé.

Jules simplemente me miró sin decir nada.

—Tú sabes que mi hermano...tiene atracción por las artes oscuras—murmure.

—¿Y si no volvió? —tartamudeo Jules. —Digo...quizás Potter se ha equivocado...

—¿Entonces la muerte de Cedric fue una equivocación? —murmure enojada.

—No te enojes, Ann—trato de tranquilizarme. —Solo...también tengo miedo.

Suspire. —Discúlpame, no quería hablarte así.

—Tranquila—me sonrió haciendo una mueca. —Lo estás pasado difícil.

La abracé. —¿Ahora si me dirás que te estuvo sucediendo?

Jules, aunque se quedó en silencio unos segundos, comenzó a hablar. —Bueno...sucedió algo con Eliot.

—No me digas que finalmente te acepto—hable asombrada.

—Eso no pasara nunca—comenzó a reír un poco. —Esta vez fue diferente a las veces que me rechazo, fue de una manera más cruel....

—Realmente iría a darle un puñetazo a mi hermano.

—No es necesario—habló riendo. —Ann, yo quiero a tu hermano...pero él no me quiere a mí.

—Jules...

—Dejadme terminar—habló. —Estoy bien, no puedo estar toda la vida detrás de alguien que no me quiere.

Le sonreí. —Nunca pensé que te iba a escuchar decir eso.

—La madurez quizás—comenzamos a reír. —Mira, ahí viene uno de los Weasley.

Me gire un poco viendo que Fred se nos acercaba. —Disculpen, ¿interrumpo?

—No—contesto Jules. —Me la cuidas, iré a darle un poco de dosis de mi belleza a Zabini.

Con eso último se fue Jules, con Fred nos quedamos riendo.

—¿Cómo estás? —pregunto Fred mirando con cariño.

—Mm, ahí vamos—murmure.

Fred abrió sus brazos para rodearme, abrazándome con fuerza.

—Odio verte mal—hablo Fred. —Eres un ángel para estar mal.

—Estaré bien—sonreí un poco.

Fred se separo un poco y me miró fijamente.

—Ann, necesito contarte algo—asentir con la cabeza. —Harry me conto algo de la noche que...vio a Voldemort.

Me puse tensa y bajé la mirada, temiendo a lo que me fuera a decir.

—Ann...—murmuro. —Esa noche, Voldemort llamo a sus seguidores, entre ellos estuvo el padre de Malfoy...y el tuyo.

—¿Qué? —hable sin creerlo.

—Tu padre...es un mortífago.

Luego de esa conversación con Fred, decidí irme a mi habitación, no quería ver a nadie. Sentía que mi vida se había destruido en cuestión de segundos.

Metí lo último que quedaba en mi baúl, ya que mañana ya había acabado el año escolar. Pero, sentí una presencia a mi atrás, por lo cual volteé.

—Tú...—mire a la mujer. —¿Eres un fantasma no?

—Sí—sonrió. —Me asesinaron aquí, justo en esta habitación.

La mire con tristeza. —¿Quién?

—Tu abuelo—respondió con melancolía.

—¿Qué? —pregunte desconcertada. —¿Por qué?

—Porque me enamore de tu padre—hablo sentándose en mi cama, junto a mí. —No era una sangre pura, ni cumplía con los estándares de tu abuelo, era como un obstáculo en el camino que tenia planeado para tu padre.

—Ser un seguidor a Voldemort—murmure.

—Sí—afirmo. —Conmigo fuera del juego, pudo manejar a tu padre a su antojo.

—¿Por eso mi padre se convirtió en mortífago?

—Tu abuelo nunca me quiso para tu padre—murmuro viendo hacia la ventana. —Él se convirtió en mortífago para que no me asesinaran, sin embargo, quería estar conmigo, así que decidió escapar—comenzó a contar. —Justo unos días antes de que escapáramos, tu abuelo vino por mí para asesinarme.

—Luego mi padre se casó con mi madre...

—Clémence Seydoux—pronunció. —Desde que la conocí supe que iba a ser una seguidora del mal, disculpa por como hablo de ella.

—Está en Azkaban—conté, ella comenzó a reírse avergonzándose por eso. —No se preocupe, nunca fue maternal conmigo.

—Pobrecita...—me acarició el cabello. —Has vivido una vida tan difícil, Ann, tiempos oscuros se acercan...

—Y yo ya tengo un bando elegido—murmure cabizbaja.

—Pero, en la oscuridad siempre hay una luz—me agarro la mano. —Esa luz es el amor.

Le sonreí. —Espero encontrar el amor en estos tiempos.

—Estás más cerca de lo que crees.

Nos quedamos en unos segundos en silencio, hasta que empecé a hablar.

—¿Cómo te llamas? —pregunte.

Ella me sonrió y respondió.

—Aurora.