Mi pequeña Anne ↯ ┃DRACO MALFOY┃

ϟ Capitulo 15

Bajamos del tren, ya habíamos regresado de Hogwarts, el año escolar había terminado. Con Jules comenzamos a caminar buscando a nuestras. Hasta que ella se detuvo.

—¿Qué pasa Jules? —pregunte

—Promete que vas a volver—murmuro cabizbaja.

—Jules...

—Solo prométemelo—interrumpió.

—Volveré—le sonreí.

—Más te vale—amenazo riendo. —No sé que haría sin mi Anne, de las Tejas Verdes.

—Sabes que adoro ese libro—sonreí.

—Sí me da tiempo, quizás...lo vaya a leer—volvió a enlazar su brazo con el mío. —Más te vale escribirme.

—Y tú a mí.

Blaise apareció frente a nosotros y le sonrió a Jules.

—Mi amada diosa—hablo. —Será una tortura no verte todo el verano.

Jules sonrió, sí, le estaba sonriendo a Blaise.

—Espero recibir cartas tuyas, Zabini.

—Claro que vas a recibir cartas...—la miro asombrado. —¿Mías? ¿Quieres que te envié cartas?

Jules asintió. —Bueno, si no quieres...

—No, no—comenzó a sonreír Blaise. —Todos los días vas a recibir cartas mías.

Draco apareció también, y al verme hizo una pequeña sonrisa.

—Ann...—se puso a mi lado.

—Draco—salude sonriendo.

—Ann, yo quería decirte...—comenzó a hablar.

—Tu no le quieres decir nada—corto mi hermano poniéndose entre nosotros. —Ann, nos vamos.

—Pero, Eliot...

—Que nos vamos, ahora—ordenó comenzando a caminar.

Sonreí. —Espero que todos tengan unas buenas vacaciones.

Draco me miro y hablo. —Espero que tú también, Ann.

Comencé alejarme de ellos, hasta llega junto a mi hermano, para subirnos al carruaje.

Al poco tiempo, llegamos a nuestro hogar. Cuando entramos vimos a mi padre, esperándonos.

—Mis hijos...—comenzó a hablar sonriendo con angustia.

Mi hermano lo miro, y se subió al instante a su habitación. Él se quedó viendo con tristeza como mi hermano se iba, yo me acerque para que abriera sus brazos para abrazarme.

—Mi pequeña—comenzó a hablar. —Mi pequeña y dulce Anne.

—Papá...—mi voz se acorto un poco. —Tengo miedo.

Mi padre se tensó con eso.

—No dejaré que te hagan algo, a ti no—prometió.

Por unos segundos nos quedamos así, en silencio, abrazados.

—Papá—llame su atención. —¿Quién es Aurora?

Él me miro asombrada de saber eso.

—Ella...se apareció, ¿no? —preguntó

—Sí.

Comenzó a caminar alrededor mío, a paso lento, hasta que se detuvo.

—Como sabrás...siempre voy el catorce de febrero al cementerio—musitó. —Te contaré el porqué.

Me agarro la mano y me sonrió con una mueca.

—¿Confías en mí? —pregunto

—Siempre

Sentí como todo desaparecía, mi padre nos había transportado al cementerio que se encontraba en el Valle de Godric. Mi comenzó a caminar, buscando algo y yo lo seguía. Hasta que se detuvo, al encontrar una tumba.

—Aurora Baker—leí lo que decía la tumba.

—Sí, mi Aurora—hablo. —La mujer de mi vida.