¿Y si leemos juntos?

CAPÍTULO 15

Maratón 1/3.

Isabel.

Su toque se siente suave, delicado, sobre mi piel expuesta de mi espalda baja. El violín manda oleadas de un sentimiento puro por cada parte de mi cuerpo, haciendo que quiera bailar por horas y horas sin parar. El piso se siente firme debajo de mis tacones, y una mezcla de colores aparece en mi mente con cada paso que tomo.

Jayden me hace girar antes de volver a poner su mano dónde ha estado los últimos cinco minutos. Es un baile sutil, elegante, cautivador. Permito que mi imaginación vuele, dejando que el restaurante se convierta en un lugar totalmente diferente por tan solo unos segundos.

-Cuando dijiste que podías adaptarte a cualquier tipo de música, lo decías de verdad- dice Jayden, con sus ojos mirándome con un brillo especial en ellos.

- ¿Sorprendido, Jones?- lo molesto.

-Sí- sonríe cuando ve la expresión que he puesto ante sus palabras-. No voy a negártelo.

-Bien, porque de otra forma estarías mintiendo- aprieto levemente mi mano en su hombro.

-Tal vez- me hace girar una vez más, haciendo que el poco vuelo que tiene mi vestido se luzca.

-Este lugar es increíble- digo, encontrándome a mí misma no queriendo quedar en silencio de nuevo.

-Lo es- me acerca un poco a él, pero aún así hay un gran espacio entre nosotros-. Es uno de los lugares favoritos de mi madre aquí. Siempre que viene a París, este lugar es una parada obligatoria.

-Tiene buen gusto, entonces- comento, tratando de imaginarme a su madre bailando con su hijo en esta misma pista.

-No se lo digas de frente- echa su cabeza un poco para permitir una risa escapar de sus labios-. Si lo haces, va a comenzar a enseñarte cada lugar que le encanta y créeme cuando te digo que son muchos. Tendrías que estar escuchándola toda la noche y aún así no acabaría.

Una suave sonrisa se forma en mis labios-. No suena tan malo. Prefiero eso a tener que escucharte hablar a ti toda la noche.

-Estás muy equivocada si piensas que mi madre no mencionaría mi nombre aunque sea diez veces en esa conversación- me sigue la corriente.

-Pensándolo mejor, sí suena como una mala forma de pasar la velada.

Jayden rueda los ojos, reprimiendo su sonrisa, pero eso no impide que pueda verla.

-Hermosa- suelta.

- ¿Mande?- pregunto, segura de que lo escuché mal.

-No te había dicho antes lo bonita que te ves- su mirada se intensifica-. Te ves muy bien, Isabel.

-Gracias- respondo, tomando un paso en su dirección.

-De nada. Buena elección de vestido- se acerca a mí para susurrarlo en mi oreja como si me estuviera diciendo el secreto de estado más peligroso del mundo en vez de un simple alago-. El chico de traje azul de la derecha- continúa, su cálido aliento chocando contra mi piel-, no ha dejado de mirarte desde que llegamos- por instinto volteo a la dirección que indicó. Definitivamente un chico de ojos cafés está mirando hacia acá. Pero cuando mi mirada choca con la de él, la aparta rápidamente, dejando paso a un ligero sonrojo en sus pálidas mejillas-. Sácalo de su miseria y ve a hablar con él- se aleja de mí tan rápido que debo de acostumbrarme a dejar de sentirlo tan cerca.

- ¿Y tú cómo te diste cuenta?- pregunto, curiosa.

-Me gusta observar mis alrededores- se encoje de hombros, sonriendo.