"Ellos amaron tan apasionadamente que eran capaces de poner en vergüenza a los escritores que se habían atrevido a hablar de amor en épocas antiguas, pero a pesar de todo, al final del libro ella sonrío y se fue; él aceptó que la había perdido y tra...
Mi cuerpo se siente sin vida mientras escucho la voz apresurada de Sam al otro lado de la línea. Hay un silencio irrompible en el apartamento que nadie se atreve a romper. Cuando llegué al apartamento y Adam me miró con tortura en ellos supe que algo estaba mal, que algo estaba terriblemente mal, pero cuando me dijo que todo indicaba que Isabel había vendido nuestra historia a los medios, no le creí. Adam es actor después de todo, así que probablemente se estaba vengando que no le dejé comerse todas mis obleas.
Eso fue antes de que me mostrara las cientos de noticas que aparecían a cada segundo detallando cada momento de nuestra relación. Desde cómo fue mi actitud cuando nos conocimos en Nueva York hasta como nos volvimos a encontrar en París. Dejé de negar las palabras de Adam cuando Sam me mandó el documento que Isabel había redactado y mandado a los medios. No he vuelto a hablar desde que vi la firma de Isabel en cada una de las hojas.
-Tenemos que hacer una entrevista para aclarar todo- su voz sale firme. No la voz de mi primo, es la voz de mi manager-. Gracias al cielo Isabel no detalló el cómo le rompiste el corazón hace meses, de otra forma estaríamos en serios problemas.
-Isabel no hizo tal cosa- hablo al fin.
-No me importa si lo hizo o no. También...- su tono se suaviza-. También debemos de responder las preguntas que van a surgir con las conversaciones que Isabel dio. Necesitamos hacer algo para evitar que empiecen a meter sus narices donde no les importa y saquen lo del verano pasado.
-Me vale una mierda si hacen eso- Ela se pone de pie al escuchar mi tono de voz. Sus ojos me piden suplicantes que la escuche, pero niego con la cabeza. No es el momento-. Isabel no hizo eso.
-Lo mismo dijiste cuando pasó lo de Juliette- sus palabras me toman por sorpresa-. También la defendiste con uñas y dientes y al final pudimos demostrar que sí fue ella quien vendió todo.
-Isabel no es Juliette. Iré a verla- comienzo a caminar hasta la puerta-. Nada de esto tiene sentido, iré a hablar con ella.
-No- la autoridad de Sam hace que me detenga.
- ¿Cómo de que no?
-Lo mismo hiciste con Juliette y las cosas salieron mal. No dejaré que cometas los mismos errores.
-Me vale una mierda.
-No estás siendo racional.
No contesto.
-Jayden- la voz de Adam me llama-. El edificio está rodeado de paparazzi. Salir de aquí sin ser visto es imposible.
-Jodida mierda- murmuro.
-Dame veinte minutos- pide Sam-. Veinte minutos para verificar que la firma de Isabel es real o no. Es lo único que te pido.
-Quince- respondo, caminando hasta la ventana solo para comprobar lo que Adam dijo. Mi mente viaja años atrás, haciéndome difícil respirar.
-No salgas de tu apartamento.
Cuelga la llamada. Y la parte racional de mi cerebro hace acto de presencia. Obligo a mis pies a seguir la orden de Sam y me quedo en el edificio aunque mi cuerpo me esté gritando que vaya con Isabel.
Son los quince minutos más largos de mi jodida vida, pero aun así hubiera preferido vivir con la duda a saber la verdad.
-Lo verifiqué con cinco profesionales diferentes- la lastima en la voz de Sam hace que quiera romper el celular-. La firma es real, Jayden. Isabel vendió todo a los medios.
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Un pequeño capítulo para que sepan qué demonios está pasando.
