CAPÍTULO 49

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Jayden.

12 horas antes.

Un pitido en mis oídos me impide pensar con claridad. Leo una y otra vez la noticia, pero no me importa qué mierda dice, mis ojos parecen estar sellados a la fina firma de Isabel escrita al final de la hoja. Trato de recordar que Isabel no es así, que jamás iría a la prensa y vendería todo, pero de nuevo, lo mismo pensaba de Juliette y me tomó varios meses salir del agujero en el que me dejó.

Isabel no es Juliette, Isabel no es Juliette, Isabel no es Juliette.

Me lo repito hasta que las palabras quedan grabadas en mi boca que temo que sean las únicas que diré para el resto de mi vida. Sin embargo, mi mente parece no creerlas, pues mi pecho so contrae al sentir el sentimiento de traición tan similar y tan cegador como lo sentí hace años. Mis ojos se llenan de lágrimas y no las detengo cuando comienzan a bajar por mis mejillas.

De un momento a otro soy menor de nuevo y estoy en otra habitación, en otro país mientras leo cosas de mí que me hubiera gustado que permanecieran solo mías para siempre, pero eso ya no sería posible porque estaban expuestas para que el mundo entero las viera. Vuelvo a estar en un cuarto sin poder despegar los ojos de mi celular, pero hace años cuando Ela entró a rodearme con sus manos, la dejé. Ahora me pongo de pie y le advierto con mis ojos que no lo haga.

- ¿Es verdad?- trago duro.

No responde, aclarando.

-Si tanto odiabas estar conmigo- Dios, decirlo hace que duela más-. Si tanto te fastidiaba cuidarme hace meses, te hubieras ido.

-Jayden...

-Muéstrame la conversación- pido-. Solo... necesito... ¿Por qué, Ela? Adelaide tuvo razón todo este tiempo- susurro, dejando que la verdad me envuelva como una cálida manta.

-No la metas en esto- escupe con rabia-. ¿Qué no ves que es más probable que ella haya hecho esto que Isabel?

-La firma de Adelaide no está en todas partes- mi corazón se rompe un poco más.

-Eso piensas tú. La persona que realmente vendió su historia a la prensa es la verdadera culpable, no la que supuestamente lo hizo.

-No voy a escuchar más de esto. Sal del cuarto, por favor.

-No.

-Ela...

-Te conozco mejor que nadie, Jayden Jones. Sé que sientes que el mundo se te está cayendo encima- el fuego en sus ojos se suaviza-. Y me duele que no nos dejes ayudarte. Jayden, eres mi hermano, no voy a dejar que...

- ¿Tu hermano?- río con amargura, dejando caer más lágrimas-. Muéstrame la conversación con Isabel.

-Jayden- pide y me siento como el más grande idiota por sus ojos llorosos.

-Muéstrame la conversación entre tu e Isabel.

-No puedo- cierra sus ojos, bajando la cabeza.

- ¿Por qué no, Ela?

Espero que me diga que es porque las capturas de pantalla son falsas, pero no lo hace-. Porque lo que dije es verdad.

Mil dagas siendo encajadas en mi cuerpo al mismo tiempo hubieran dolido menos, de eso estoy seguro. Agarro mi celular al mismo tiempo que Adam entra a la habitación. Estoy por empezar a leer la conversación que está en cada red social, una entre Isabel y Ela donde mi supuesta mejor amiga dice que trajo a Adelaide como su remplazo porque Ela ya no quería estar ayudándome a mi recuperación, pero se sentía demasiado culpable para irse. Pero no lo hago porque una llamada llega a mi celular.

¿Y si leemos juntos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora