CAPÍTULO 48

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Isabel.

No soy capaz de distinguir las caras de las personas que pasan a mi lado, tampoco es que me importe. Nada tiene sentido, nada. Lo único que sí lo hace es cómo mi pecho grita de dolor y de injusticia. Me rehúso a que termine de esta forma, pero ¿qué puedo hacer?

Quiero gritarle al mundo entero, gritarle y gritarle hasta que me quede sin voz, solo para después encontrar mi voz de nuevo y seguir gritándole. Los ojos que reflejaban lo herido que estaba Jayden van a ser unos que no olvidaré nunca porque sé lo que eso significa, sé la cantidad de dolor que debe de estar sintiendo en estos momentos. Él sabe controlar sus emociones a la perfección, sabe ocultarlas y manejarlas a su antojo, años de actuación se lo han enseñado, pero en cuanto sus ojos conectaron con los míos pude ver como los sentimientos lo sobrepasaron. Años y años de ocultar sus emociones no sirvieron para poder esconder el dolor y traición que sentía.

El darme cuenta de eso solo hace que quiera acostarme aquí mismo a llorar. No es justo, no lo es. Aunque quisiera averiguar quien robó mi firma, eso no resuelve el hecho de la historia de nuestro romance. Hay billones de personas en este planeta, no tengo oportunidad. La derrota se siente pesada en mis hombros, amenazando con hundirme hasta el centro de la tierra.

Estoy tan concentrada en mi propio mundo que no me doy cuenta que alguien se atravesó en mi camino hasta que es demasiado tarde-. Lo siento- susurro, comenzando a caminar de nuevo.

-Luces peor de lo que pensé que lo harías- dicen con burla.

Adelaide.

Volteo a verla de inmediato. Sus ojos gritan victoria mientras me sonríe con maldad-. Una pena, supongo que sí lo quieres. Lastima que no te crea.

- ¿De qué hablas? - pregunto, limpiando mis lágrimas.

-Cuando te dije que si no te alejabas de Jayden te quitaría a tu mundo, tú pensaste que hablaba de tu carrera y oportunidades laborales- se encoje de hombros-. No te diste cuenta que te mentías a ti misma. Sí, una parte de tu mundo son tus metas y carrera, ¿pero la otra? La otra es... era Jayden- me mira con burla-. Y esa fue la parte que siempre planeé en quitarte.

Sus palabras son lo necesario para resolver el misterio-. Tú- digo-. Tú hiciste esto- aseguro, pero ¿cómo?

Mi mente trabaja con rapidez, buscando y buscando y buscando. Fue ella, Dios, fue ella. Quiero tomarla de los hombros y sacudirla hasta que me diga cómo. Parece pasar una eternidad hasta que un recuerdo cubierto de polvo comienza a brillar en el fondo de mi cabeza. Mis ojos se agrandan mientras la veo. Adelaide fue quien consiguió ese acuerdo para la traducción, lo hizo por Jayden, para que él pudiera salir más, eso significa que tuvo acceso al documento que firmé cuando entregué el guion final autorizando que usaran mi traducción-. El permiso...- siento la sangre dejar mi cara porque aunque ahora sé quien fue la causante, sigo sin poder probarlo.

- Increíble, ¿no crees? Solo tuve que pedir que me prestaran el documento y listo. No fue tan difícil realmente.

La miro con impotencia y enojo-. ¿Por qué?

-Jayden se merece a alguien mejor.

- ¿Alguien como tú? - río, sarcástica.

-Exacto. Ahora, tú te irás a llorar a tu apartamento mientras yo iré a consolar a Jayden, le pasaré mis manos por su cabello y le curaré la herida que abriste al hacer lo mismo que hizo Juliette.

-Realmente hiciste ver que yo hice eso, que hice lo único que no me podía perdonar.

-Sí. Debo de irme, lágrimas que secar y todo eso- sin decir otra palabra, se va.

A pesar del enojo tan grande que siento, también siento satisfacción. Adelaide cometió un gran error, uno que espero cambie absolutamente todo.

No vio a Adam parado con lentes y gorra justo detrás de ella, escuchando todo.

No vio a Adam parado con lentes y gorra justo detrás de ella, escuchando todo

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Esto iba a estar ligado con el cap anterior, pero sería más emocionante dividirlo.

No me odien JAJAJAAJAJAJ

¿Y si leemos juntos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora