41. Orgulloso

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Noah

—¿Crees que arreglen las cosas? —Sarah junto a mí, en las gradas de tenis, me mira con el ceño fruncido.

—Honestamente, no lo sé, pero puedo hablar por Michael que si no lo hacen caerá devastado —, susurro cerca de ella.

—Maddie igual, pero estoy algo nerviosa por ellos —, juega con sus manos en su regazo y mira repetidas veces hacia la entrada.

—Pues ya somos dos.

Una carcajada nos hace volver la vista hacia la pequeña Sofí a mi lado —Ustedes son tan tontos —, bufa y golpea ligeramente sus rodillas.

Sarah y yo nos miramos, ella se encoje de hombros —¿De qué hablas Sofí? —no puedo evitar preguntar.

—De Maddie y Michael —se encoje de hombros mientras habla con indiferencia —, es lindo que se preocupen, pero ellos estarán bien.

—¿Cómo estas tan segura? —interroga mi prima con los ojos entornados hacia la pequeña.

—Digo, es obvio que tienen un problema y lo están hablando —pasa un mechón de su cabello y mira la cancha —, por como esos dos se quieren, y lo que me han dicho cada uno lo solucionaran.

—¿Cómo que te han dicho? —Sarah entrecierra más a la pequeña.

—Pues esa, es mucha información… —señala con su pequeño dedo a Sarah —, pero si no le creen a la pequeña hermanita del nadador —hace un tono dramático que me roba una risa —, miren por ustedes mismos —, señala hacia la entrada y levanta su frente.

Efectivamente, ambos chicos vienen juntos, Michael va primero, con su mano entralazada con la de Maddi mientras tira de ella, de hecho, se ven como si no hubiese pasado nada.

—Pequeña genio —, susurro hacia Sofí.
Ella se encoje de hombros y me mira

—No, solo que ustedes son tan bobos que no lo notaron.

Sarah ríe abiertamente ante el comentario de la pequeña Sofí, quien mantiene una sonrisa de satisfacción mientras come un pretzel que Apolo le consiguió.

Amo a esta niña.

—¿Hay asiento para nosotros?  —, interroga Michael con una gran sonrisa.

—¡Claro! —Sarah se exalta por lo que supongo es la alegría de su amiga.

Ambos chicos se acomodan en las dos sillas restantes y comienzan los juegos de tenis.

Le hago un ademan a Michael detrás de todos, quien lo responde con un asentamiento de cabeza, sin duda me alivia que ambos estén bien.

Me afectó verlo llorando en la habitación y tan sumido en sus pensamientos, por supuesto que sí, no me imagino algo así con Mónica, por lo que entiendo que debe doler.

Maddie, por otro lado, actuó impulsivamente, pero no sabía lo que había ocurrido en realidad, y estaba tan feliz con Michael, se nota, que no pude evitar preocuparme por ella.

Pero me alegra que lo hayan solucionado, después de todo, no tuvo que ver con el otro.

Pero sí, la pareja se ha reconciliado.

Lamentable que fué sin sexo de reconciliación pero que se puede hacer.

—Oye Noah —Sofi toca mi hombro repetidas veces.

—¿Si Sofi? —me giro en su direccion y observo a una pequeña niña junto a ella.

—Ella es Megan, es... Una amiga—su comisura derecha se alza ligeramente— ¿Se puede sentar con nosotros a ver el juego de Mónica?

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