Jugando por Amor

22. ¿Cita?

Michael

Cuando eres un atleta, siempre hay un peso recayendo en tus hombros, bien sea por la posición que juegas, por un reto que no habías enfrentado, o un nuevo rol que cumplir, allí, es donde se forja el carácter y el temple de un deportista, y más que nunca debes ser disciplinado, constante y valiente.

La vida siempre te pondrá obstáculos, pero es en esos momentos de prueba, donde debes salir adelante y superar dichas adversidades.

—Chicos por favor vengan aquí —exclamo, llamando la atención de mis compañeros al terminar el entrenamiento, cuando todos llegan y hacen un circulo a mi alrededor continuo —, como capitán mi deber es asegurarme de que todo marche en orden, lo que me lleva a preguntarles si tienen algún inconveniente o duda sobre las prácticas y el formato de selección para el último mes.

—Evans, deja tus formalismos para otro momento —bufa Derek.

Sé lo que intenta, quiere desviar la atención que he obtenido por parte de los chicos hacia él, lo ha estado haciendo desde aquel lunes, en el que me nombraron capitán, sin embargo, los muchachos lo ignoran.

Apolo levanta la mano para hablar y procede —. Con respecto a las categorías, ¿Cuándo decidirá el entrenador los miembros del equipo?

—Ya está trabajando en ello, en base a las marcas de cada uno y al desempeño en estas semanas de competencia entre nosotros.

Tras contestar pacientemente cada pregunta e ignorar a Derek y sus desesperados intentos de centrar la atención en él, todos nos retiramos y procedemos a las cabañas.

Ya es mitad de semana y varias personas están al tanto de la fiesta que hará Noah... O bueno que haremos.

—Ya llegaste —Noah se mueve en su cama para sentarse.

—La práctica se alargó por algunas preguntas.

—Tranquilo, no tienes que explicarme nada, no soy tu novia —, comenta con una sonrisa en su semblante.

Bufo.

—Es que quería preguntarte si ya la invitaste.

Entiendo perfectamente a quien se refiere, Madisson, me ha estado evitando luego de que casi nos dejáramos llevar por nuestras hormonas en la piscina, o mejor dicho, de que yo me dejara llevar y la empujara un poco a el paso, se me hace extraño pensar que la incomodé, a decir verdad, ella no lucia así ese domingo, sin embargo, preferí darle su espacio, hablamos por mensaje, pero solo de lo necesario, he optado por no mencionar el tema.

Honestamente, no me arrepiento, ella me siguió la corriente, estaba bien entre mis brazos, a gusto con lo que sucedía, lo pude percibir por el brillo en sus ojos, y de mi parte, no hace falta que lo aclare, la fragancia de Maddie, su contacto y la forma en que sus ojos hazel me miraban me ocasionaron sensaciones que no había experimentado, ella me resulta más que embriagante.

Ese momento se repite constantemente en mi cabeza, cada vez que cierro los ojos o cada momento que algo me recuerda a ella, que, honestamente, son muchas cosas, luego de cada practica hablamos cómodamente, ella me ha permitido conocerla, y ahora casi todo me hace recordarla.

—¿Hey? ¿Michael a planeta tierra? —Comenta Noah quien parece haberse dado cuenta de mi pequeño trance.

—¿Si?

—Te hice una pregunta —enarca una ceja en mi dirección.

—Ah... No le he dicho aún, sigue evitándome en la cafetería.

—Rayos hombre, la dejaste shockeada por ese momento en la piscina —ríe con sarcasmo.

Si, le conté, necesitaba decírselo a alguien.