Jugando por Amor

34. ¿Se conocen?

Madisson

-Bienvenidos jóvenes atletas y miembros del comité olímpico, fit games, NHL, NBA, MLV y demás instituciones... Agradecemos su presencia y damos por comenzadas ¡La 10ª competencia entre campamentos! -La voz de director Graham resuena por el gran campo de futbol, ambientado perfectamente para el desfile inaugural de los juegos.

≫Con un fuerte aplauso, démosle la bienvenida a uno de nuestros campamentos... Desde Montreal, All Stars Camp.

Los aplausos no tardan en llegar y esa es la señal para que el primer campamento salga en perfecta formación saludando a los presentes en las gradas.

Los 8 campamentos están debajo de las gradas esperando el aviso para salir, formados por equipo y desfilar con el conjunto formal del campamento, en otras palabras, unos calurosos sweatpants y chaqueta.

≫A continuación, desde Vancouver ¡Gladiators camp!

Luego de ver a la molesta Charlotte, salir con su equipo me relajo un poco, ambas en el mismo lugar da una sensación extraña. La última vez que la ví fué el año pasado en los juegos y preferiría no encararla más.

De solo pensar en esa persona mi pulso se acelera, y no de buena manera.

Escucho lejanamente las otras presentaciones por la especie de trance en el que me encuentro, Legend de Calgary, Spartan de Victoria, Troy de Edmonton, Viking de Quebec, Warrior de Ottawa y...

Hey! Ya vamos a salir -Me despierta Sarah -Ojos al frente y sonrisa.

No me había dado cuenta de que solo quedábamos nosotros por presentarnos, por ser de la casa, vamos de últimos.
Asiento y escucho del gran equipo de sonido las palabras del director -Y ahora... Ultimo, pero no menos importante, los últimos campeones parciales y de aquí mismo, Toronto... Démosle la bienvenida a la casa ¡Elite camp!

Las gradas estallan en gritos, aplausos y una banda show que parece ser traída por los espectadores. Haciendo que mi estómago se retuerza en nervios, pero a la vez, mi pecho se infle de orgullo.

Poco a poco comienzan a salir todos los atletas, cuando llegan al final, voleibol, es nuestro turno.

Siempre he pensado que el clima tiene influencia sobre nuestras emociones, un ambiente lluviosos y gris transmite tristeza y pesadez, aunque a algunos les encanta, sin embargo, el clima veraniego canadiense se hace presente con el azulado cielo y algunas nubes desdibujadas en la inmensidad, resplandecen con el perfecto sol, que hace brillar el verdor de los arboles cercanos a las caminerias, los pinos y el perfectamente podado césped de las instalaciones, dándole a todo un perfecto toque de alegría y dinamismo.

La luz del sol me ciega al salir, haciendo cerrar mis ojos repentinamente, sin embargo, continuamos saliendo, cuando mi vista se habitúa al lugar sonrió y agito mi mano hacia las gradas.

Mis ojos se enfocan en esa mujer de ojos azules y cabello rubio y mi emoción aumenta, mi madre vino hasta aquí.

Tras posicionarnos en la formación, cantamos el himno, con el mayor orgullo y la mano en el corazón. Finalizado, siguen las palabras de cada uno de los directores, quienes se encuentran sentados en el gran escenario -, porque de no ser así creo que sus viejos traseros no aguantarían- en medio del lugar, decorado con blanco y rojo, así como las gradas y algunas otras partes del campo.

Afortunadamente, la mañana transcurre con el cielo totalmente azul y vientos cálidos acariciando nuestros cuerpos, refrescándonos ante la aglomeración de personas, el verano es mi época favorita, haciéndose presente en este día.