23. Mañana es mi cumpleaños

466 29 0
                                    

Madisson

La libero recibe, doy mis dos pasos, salto y armo hacia el puesto cuatro, y la atacante embiste el balón agresivamente.

Suelto un suspiro en alivio.

La libero cambia con la segunda, Luisa, al igual que yo con la otra armadora, Rachel y pasa la siguiente atacante, Rebeca.

Luego volvemos a cambiar, el profesor lanza el balón en un perfecto saque floating, Milena, la tercera libero y chica nueva, lo recibe y envía con mucha precisión hacia 3-2, salto y en ese preciso momento en el que voleo, el balón se desliza entre mis manos y cae al suelo. Aquí vamos de nuevo.

Maldigo internamente y trago grueso, preparándome para lo que viene.

—¡Madisson! —, la voz del entrenador hace eco en el gimnasio — ¡5 gradas en velocidad! ¡Ya!

Suelto un suspiro y me encamino a mis peores enemigas, y comienzo a subir los escalones.

Hoy sencillamente no es mi día.

Verán, anoche netflix saco su nueva temporada de mi serie favorita, no me resistí y comencé a verla, pero se preguntarán ¿Qué tiene que ver? A causa de mi desvelo, desperté besando el piso de la cabaña, sí, literalmente, Sarah me levanto gritando ¡Levántate floja, son las 7!, lo que me sobresaltó, era de esperarse, y gracias a las sabanas enredadas en mis piernas, mi mejilla recibió un beso del piso de madera, a duras penas pude desayunar y, como cereza del pastel, esta mañana fuimos a la pista, estaba cansada, hambrienta y terriblemente desconcentrada, tal como ahora.

Al terminar mis gradas, me integré en el entrenamiento, sin embargo, este finalizo rápidamente, creo que para mi suerte.

El entrenador llama a una reunión y comienza —, chicas, como saben ya es tiempo de elegir a su capitana, seleccionen a sus representantes...

Camila toma la delantera y habla —. Profesor, creo que no será necesario... Hemos hablado y todas estamos de acuerdo en que queremos que nuestra líder sea Madisson, ella ha hecho un trabajo genial y es excepcional como capitana ¿Cierto chicas?

El peso en mi garganta se aliviano, dejándome respirar nuevamente.

Todas asienten, el entrenador no tiene de otra y me nombra capitana, tras dedicarles algunas palabras a las chicas, expresar mi compromiso y animarlas a ganar este año en el último mes, es el entrenador quien me llama personalmente.

—Madisson ¿Estas bien? —pregunta, una sonrisa triste en su rostro.

—Sí, es solo que —suspiro —, anoche me desvelé, lo siento —, se lo que está pensando.

—Fue por...

—No —, lo interrumpí —, fue por otra cosa, pero no volverá a pasar, lo prometo.

—De acuerdo —cruza sus brazos ante su pecho, de no ser por su panza se vería imponente —, no quiero más distracciones ¿Okey? Debes estar preparada.

Asiento y tras preguntarle, comienzo mi camino a la salida, pero escucho una voz —, sé lo que piensas, rebajaré.

Me giro sobre mis talones para observar al entrenador conteniendo una risa —, eso mismo dijo el año pasado —le acuso —, pero no es mi problema —levanto las manos en señal de rendición y salgo por la puerta principal.

Sinceramente, el peso en mis hombros por el mal día no se ha ido, pero si alivianado, una parte de mi esta tranquila, no solo por la capitanía, sino por mi equipo, con cada una de ellas y el entrenador, quienes saben lo que pasé, y me apoyan y animan siempre, estoy muy agradecida con ellos, son otra familia, pero la otra, me presiona constantemente y, aunque siempre es bueno algo de tensión y exigencia, llega un momento en el que se vuelve asfixiante, te consume y no te deja disfrutar de ciertas cosas.

Jugando por Amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora