17. Fiesta clandestina

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Madisson

—Muy bien chicas, excelente practica —pronuncia el entrenador con una gran sonrisa —. Han avanzado muchísimo, ha este paso llegaremos lejos… —, su mirada pasa por todas nosotras y finalmente comenta —,  me tengo que retirar, relajen y descansen, nos vemos mañana.

Asentimos y el entrenador se retira de la cancha. Estamos en la práctica de la tarde y luego de repetir sistemas, combinaciones, jugadas y un poco de la siempre presente preparación física, hemos terminado.

—Oigan —Alaia se levanta y habla con una de sus grandes sonrisas en sus labios—,  traje mi reproductor, ¿Qué tal un poco de música para celebrar?

—¡Si! —Gritan todas las chicas al unísono.

La sonriente bloqueadora del equipo sale disparada, saca un pequeño reproductor  de color azul, y con el que parece ser su celular, enciende la música a todo volumen, que resuena por todo el gimnasio haciendo eco.

Yo no soy de fiestas, nunca he ido a una con personas de mi edad, no es que hubiese querido de todos modos, por lo que rápidamente me intimido por Alaia y  Cara, ambas son inseparables y extrovertidas, con lo que atraen al resto de las chicas que comienzan a bailar al ritmo de la música.

Intento escapar escabulléndome entre las chicas para salir, pero Camila me atrapa.

—Hey, está bien divertirse un poco, ven ¡Vamos a bailar! —dice mientras me arrastra al centro con ella, Sarah me mira, toma mi mano y asiente con una linda sonrisa, creo eso era lo que necesitaba para soltarme un poco y luego de que las demás me apoyaran comienzo a bailar animadamente, sé hacerlo, bailo desde pequeña, pero casi nunca lo hago en público.

Se me escapan risas al momento que me muevo con las chicas, esto es mejor que una terapia, Nicole y Alejandra pasan entre todas y comienzan a hacer muecas chistosas, mientras todas bailamos al ritmo de la Rosalía.

Ni un amigo nuevo, ni uno haría’ 
TKN, TKN, TKN,
Ni un amigo nuevo, ni uno haría’ 

Movemos nuestras caderas al ritmo de la música, algunas con movimientos coquetos y otras más reveladores, pero todas nos divertimos, eso lo denotan las muchas carcajadas que resuenan en el gimnasio.

Hacemos un circulo y cada una va pasando al centro para hacer sus movimientos, cuando es mi turno, solo me divierto, giro moviendo mis manos y me dejo llevar, esto en serio es genial.

Esa mami es una G (Yeah)
Yeah, she got hips I gotta grip for (Yeah)
A lot of ass, don't need to have more
I know it's sweet, I like that
Mm—mm (straight up)

Hacemos los populares pasos de baile de tik tok, que cómo me los sé? Honestamente, no tengo idea, y cuando alzo mi vista, noto lo que pasa, por todo el alboroto de la música y los gritos, atraíamos a varios chicos, quienes entran bailando e inmediatamente buscan una pareja.

Oh no.

Me tenso, esto no me gusta, y lo peor es la malicia plasmada en sus rostros, Sarah parece notarlo, toma mi mano y me ayuda a relajarme un poco…

Me encuentro bailando relajadamente, intentando ignorar las miradas perversas que hay por todo el lugar, cuando, de reojo, noto movimientos diferentes, en cuanto me fijo, mi mirada se conecta con esos avellana que me dejan sin aliento y me hacen detenerme abruptamente, cómo es que me pone tan nerviosa? Él me sonríe, hoyuelos apareciendo en sus mejillas, y avanza hasta donde estoy, su cabello luce más oscuro que de costumbre, húmedo, mientras baja por su frente despreocupadamente, de un momento a otro, Sarah y Jacob se alejan, ¡Que buenos amigos tengo! —nótese mi sarcasmo.

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