Aprendiendo a Vivir

Capítulo 69

Miércoles 01 de Febrero, 10:30 a.m.

Pov Drew

Me retiraba de la clase de biología con dirección a la biblioteca, realizaría los deberes que dejaron recientemente.

Tomé asiento en una de las muchas mesas ubicadas en un área apartada donde sólo diez estudiantes estaban presentes, o es lo que yo también vería si no fuera por la activación de mi habilidad, mejor dicho, la habilidad de quien ahora es mi maestro, el anterior miembro de la orden del Solticio.

Paul retornó a ser el mismo, o eso es lo que podría decir debido a que volvió a reunirse con nosotros en el almuerzo, y aunque sigue manteniendo su mismo porte, hay algo distinto en él.

¿Qué será? Aún no lo descifro, pero espera y sea para bien.

Saqué mis materiales correspondientes, resolví la gran variedad de preguntas guiándome algunas veces por los libros que escogí. Miré mi reloj revisando que no se pasara la hora de ingreso a mi siguiente clase.

Faltaban veinte minutos, suficiente tiempo para resolver los ejercicios de física.

Mi concentración total estaba sobre el penúltimo ejercicio cuando volví a escuchar aquella voz que me había estado molestando desde hace días, y ahora llevaba molestandome desde que me retiré de mi primera clase.

Terminaba de realizar la resolución, antes de escribir mi respuesta, vi como su boca se abría queriendo decir cuál era la respuesta.

-- Sale 67 -- respondí en voz baja antes que él -- sé que sale 67 -- viré hacia él.

-- ¿Puedes verme? -- cuestionó moviendo su mano frente a mi rostro.

-- Y también oírte -- mi mano traspasó la suya comprobando que era verdad lo que decía -- No solo puede verte a ti, veo a todos en este lugar -- pasé la mirada por todo el área intentando distinguir quienes no eran almas en pena.

-- ¿Desde cuándo puedes vernos?

-- ¿Desde cuándo llevas siguiéndome? -- contra pregunté queriendo obtener su respuesta.

-- Veo que no es mucho tiempo.

-- No. Mi habilidad se presentó cuando tú empezaste a seguirme... -- empecé a guardar mis cosas -- me voy, tengo clases.

Me alejé lo más tranquilo que pudiera aparentar. Honestamente, si seguía escuchándolo hablar, gritaría, y eso no se vería bien, en especial si atraía la atención de quienes estaban presentes. Si ellos se daban cuenta de que hablaba solo, me creerían loco, y no quiero eso, suficiente con todo lo sucedido con su aparición y antes de su aparición.

-- Oye, no te vayas -- dijo al aparecer a mi lado de imprevisto, lo cual ya me había acostumbrado a que hiciera aquello -- no era mi intención hacerte sentir incómodo.

-- No me siento incómodo... -- bajé la voz estudiantes pasaban por el mismo pasillo que yo -- De acuerdo, lo admito, me siento incómodo, ¿Quién no se sentiría incómodo hablando con un...? -- detuve mi interrogante tratando de buscar una palabra apropiada para la situación en la que nos encontrábamos.

-- ¿Hablando con un muerto? -- terminó la oración sonriente, sin ningún toque de tacto -- no te preocupes por tratar de herirme, no me molesta, es mi realidad. Estoy muerto.

-- Yo no diría que estás del todo muerto. Si veo tu espíritu merodeando por estos lugares es porque no has podido cruzar al más allá.

-- Aunque me cueste admitirlo... estás en lo correcto, aún no estoy del todo muerto, debo cruzar al más allá. Y tú vas a ayudarme.