Capítulo 71

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Preparatoria, clase de química - 11:45 a.m.

Pov Drew

Las clases transcurrieron de manera pacífica desde inició del día. Mi padre no devolvió la llamada, ni si quiera dejó un mensaje; me parece raro, estaba completamente seguro no dejaría de insistir hasta hablar conmigo... veo que me equivoqué. No era buena señal.

El maestro de química se retiró de la pizarra al llamado de la sub directora desde la puerta. No presté atención, continué escribiendo hasta sentir que alguien me observaba.

-- Joven Larousse, levántese, lo esperan en la oficina de la directora -- mencionó el maestro, causando que todos mis compañeros dieran un chillido de lamento hacia mí.

Se acabó mi buen día. Por favor que no sea mi padre. Por favor que no sea él.

Me retiré del salón de forma calmada, aunque en el fondo de mi ser estaba nervioso, ¿qué otra razón habría para llamarme a la oficina de la directora si no fuera para hablar de mis repentinos cambios? Y aquel robo que realicé. Ni que fuera grande.

Frente a la puerta de la directora, respiré dos veces queriendo obtener la compostura que perdí. Escuchando el permiso de ingresar, abrí la puerta. Distinguí a la persona que ocupaba el asiento frente a la directora; me sorprendí demasiado, en ese entonces deseé contradecir lo que pedí.

Hubiera preferido que sea mi padre.

El encuentro no duró ni cinco minutos, en especial porque evité hablar de lo sucedido conmigo y, porque me retiré dejando a la directora con el habla en boca. Recorrí el campo a paso apresurado hacia el pabellón central, entrada de ingreso a las catacumbas, donde encontraría a la presidenta para señalar qué lugares no podrían ser habitados durante la fiesta.

Esperé en una de las bancas de piedra pensando lo sucedido en presencia de mi abuelo. Era una vergüenza. Humillé a mi familia, a mí... sobre todo, a mi abuelo. Cerré los ojos concentrándome en mi alrededor, una característica que adopté gracias a May para eludir mis problemas, al menos por un momento.

-- ¿Qué es lo que haces aquí, abuelo? -- cuestioné aún con los ojos cerrados -- creí que vendría mi padre... no me digas, se le presentó un asunto mucho más urgente y por eso no se presentó.

-- Al contrario. Tu padre estaba más que decidido en presentarse, pero pedí que no lo hiciera. Vine en su lugar.

-- ¿Por qué razón?

-- Por lo sucedido ayer por la noche. Tu actitud ha cambiado, nunca antes te habías mostrado de esa forma conmigo, o con cualquier otra figura de algún cargo... ¿qué es lo que sucede contigo?

-- No me sucede nada. Al menos no algo de lo que debas preocuparte.

-- Que menciones esas palabras me angustia mucho más. Drew, siempre he estado contigo en cualquier situación, te he brindado la mano cuando más lo necesitabas, nunca me has ocultado nada, ¿Por qué... por qué te apartas? -- no respondí, mucho menos viré hacia él. No tengo el valor de poder verlo a la cara -- antes de que me retire, te haré una última vez la interrogante, ¿Qué sucede contigo?

No respondí. Obtuvo su respuesta, haciendo que se pusiera de pie.

-- Le diré a tu padre que tuviste ciertos inconvenientes personales, y que ahora tienes todo aclarado. Crearé una excusa aceptable excusando el acto de robo que hiciste. No debes preocuparte por que tu padre vuelva a llamarte.

Me dio la espalda, y ante los primeros cinco pasos que dio, hablé.

-- Abuelo... -- viró hacia mí -- ¿Qué es lo que opinas sobre el cambio?

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