Aprendiendo a Vivir

Capítulo 61

Lunes 10 de Enero, Clase de Matemática, 12:00 p.m.

Pov Ash

El timbre de la finalización de la materia hizo que abriera los ojos  enderezándome en mi asiento.

Ayer había sido un día difícil; llegamos cerca de las once de la noche a la ciudad, al edificio departamental cerca de la una de la madrugada. Tan solo descanse seis horas, ¡Seis!, mínimo necesito diez horas, quizás más. Por lo menos ahora teníamos todos los objetos ancestrales para poder restablecer el sello del mural.

Salí del salón tambaleante, intentando evitar chocar con cualquiera que se atravesara en el camino. Llegué a mi casillero para cambiar mis libros, no aguanté más, apoyé mi cabeza sobre la puerta metálica cerrando mis ojos.

-- Ash... Ash... ¡Ash! -- el grito en mi oreja hizo que despertara de un salto.

-- ¡No estoy dormido profesor! -- giré la cabeza para ver al responsable de tal grito -- pero si eres tú, Misty.

-- Sí, soy yo. Veo que no dormiste bien.

-- Seis horas son muy pocas, yo al menos necesito diez horas... si es posible más.

-- Te dije de regreso en el Jet que descansaras, ¿Me hiciste caso? Noooo... querías quedarte despierto a escuchar cual fue la prueba que le tocó a cada uno de nosotros, te mereces ese insomnio.

-- No me regañes, aprendí mi lección. Tenías razón, ¿feliz? -- ella asintió -- ahora que me lo recuerdas, todavía no te he preguntado cuál fue tu prueba.

-- Te la contaré otro día. Por ahora no quiero recordarlo, creí que moriría pues recuerdo haberme hundido en el agua, sin embargo, al despertar, estaba en la orilla con el talismán en mis manos. Me gustaría saber cómo es que llegué a la orilla.

No escuché ni una sola palabra de lo que dijo, había cerrado mis ojos por completo con la cabeza apoyada en mi casillero, otra vez. Fueron las pequeñas palmada en mi mejilla lo que me despertaron esta vez.

-- Mejor te guío hacia el comedor o caerás rendido en cualquier momento.

-- Yo puedo solo, descuida.

Tambaleandome un poco llegué hasta el comedor, me puse en la fila junto a Misty para coger los platos correspondientes, aunque con el sueño que tengo no creo poder probar ni un bocado. Llegando a la mesa, casi todos dormían pues intentaban mantener los ojos abiertos.

-- Veo que ustedes tampoco durmieron bien.

-- Como va a ser posible dormir si llegamos cerca de la una de la mañana -- comentó Dawn antes de dejarse caer sobre el plato en donde estaba el postre.

-- Lo importante es que tenemos todos los objetos ancestrales -- dijo Paul bebiendo su vaso de refresco.

-- Ahora que te veo... tengo una pregunta -- dije.

-- ¿Cuál?.

-- ¿Por qué tú y Misty no están o se ven cansados?.

-- ¿Les decimos? -- le preguntó Misty, Paul solo le hizo una seña para que prosiguiera.

-- A diferencia de ustedes que tuvieron una infancia o una pubertad normal... aparte de que crecimos en el campo... nuestros padres eran militares -- esas palabras hicieron que los demás se recompusieran -- el viñedo de la familia de Paul fue un regalo de sus abuelos. Antes de que ellos lo obtuvieran, nosotros vivíamos en una base militar.

-- ¡¿En una base militar?! -- gritamos todos, los otros del comedor se giraron a vernos.

-- No se sorprendan tanto, no es la gran cosa... -- tomó un sorbo de su refresco -- tal vez un poco, nuestros padres fueron héroes de guerra... al igual que siete generaciones anteriores.