Capítulo 76

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Viernes 19 de Febrero - Barrio tradicional, 03:00 p.m.

Tras los acontecimientos de la última semana, y evitar narrar posibles hechos comprometedores que tuvo únicamente a Dawn como espectadora, se prometió apenas retornaran a la ciudad, buscar a la líder de la Orden por una explicación razonable de porqué "Roma", nombre de dicha divina insufrible y caótica, se liberó; si hace siglos la sellaron y nadie sabía donde se encontraba.

-- ¿Usted es la actual líder de la Orden del Solsticio? ¿No cree que debería retirarse? Es muy vieja para seguir ocupando ese puesto -- dijo la divina con arrogancia, provocando que todos los presentes la miraran expectante. Era increíble la falta de respeto que ella presentaba.

-- Comentarios mordaces, no se podría esperar menos de una divina. Mi límite de paciencia es superior a todos los que alguna vez conociste. No me afecta lo que digas -- respondió la mujer mayor de manera pasiva sin remordimiento y aún sonriente -- Roma... ordinario nombre para alguien como tú

-- Hágame el favor... lea mi nombre al revés. La Sabia no era creativa a la hora de elegir nombres... me compadezco de su descendencia... ¿Qué es lo que hará conmigo? Dejarme en este espejo no creo sea una opción.

-- ¡Por favor que no lo sea! -- dijo Dawn acercandose -- Ya no la soporto, todo el día habla y habla. Toda esta semana no me dejó dormir, le encanta fastidiarme, quiere arruinarme la vida.

-- Corroboro dicha respuesta. ¿Qué otra cosa podría hacer estando dentro de este espejo? Molestarte es la única forma en que puedo distraerme. Por cierto, tu diario es interesante, quién diría que yo... -- antes de que siguiera hablando Dawn levantó el espejo sacudiendolo con fuerza -- ¡Basta! Me mareas.

-- No vuelvas a leer mi diario.

-- Lo dejaste abierto frente a mí, ¿Qué esperabas que hiciera? Nadie en sano juicio dejaría pasar una oportunidad como esa, al menos que realmente respete lo que es Privacidad. Necesitaba distraerme. Un consejo; Si no quieres que alguien lo lea, no lo dejes abierto ni a la vista de las personas.

-- ¿Puede lograr que deje de hablar? -- preguntó suplicante queriendo que le dijera que sí.

-- Por supuesto. Solo hay que sellarla en un objeto donde ella no pueda ver.

-- ¿Dice que tendré que liberarla? -- cuestionó aterrada.

-- Al contrario, será una transfusión de lugar. Es muy fácil, lo realizaré.

-- Antes de que haga la transfusión -- habló Ash -- ¿sabrá usted cómo logró liberarse?

-- Existen dos posibles respuestas. Bien alguien con poderes oscuros conociese de su existencia la liberó, o el sello que la apresaba se rompió.

-- Igual que el mural aquella vez -- comentó May.

-- Ellos son diferentes; el sello utilizado para encerrar a los divinos solo puede desvanecerse cuando se alimentan de situaciones que podría ser provocadas por ellos mismos. Un ejemplo; ella es la divina del falso amor, para liberarse tendría que absorber sentimientos negativos con respecto al amor: un corazón roto, alguien que siente odio a esa persona que alguna vez dijo amar, celos... entre otros sentimientos negativos.

-- ¿Y cuál es la opción más acertada para que se haya liberado? -- preguntó Drew.

-- La segunda opción es más acertada. Siglos estando encerrada posiblemente pudo aprovechar para acumular poder y liberarse. Sin embargo, ni todos esos siglos llegarían ser suficientes, así que, solo alguien o algo con el poder similar a una deidad pudo liberarla, en otras opciones, su propia creadora. Pero es irracional, ella hace siglos que dejó de existir.

Aprendiendo a VivirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora