Aprendiendo a Vivir

Capítulo 36

Sábado 22 de Marzo, gran salón, 12:00 p.m.

Pov Ash

Desde las ocho de la mañana todos los que participamos en el comité para el baile de fin de año estábamos presentes en el gran salón apartado de nuestras instalaciones decorando para el baile de esta noche, comparando esto con la reciente semana de exámenes finales que había terminado ayer... ¡esto es peor!.

La presidente estudiantil, quien está acargo de inspeccionar todo, lleva gritandonos por un megáfono por al menos casi dos horas diciendo que nos apresuremos en amarrar las telas a las columnas, pues habíamos perdido mucho tiempo debido a que la persona que estaba acargo de ir a recoger las telas no verificó que eran las correctas y trajo otras en su lugar.

-- ¡alzen más esa tela! -- gritó por tercera vez la presidenta a través del megáfono -- ¡se tiene que notar!, ¡alzen hasta donde puedan estirar su brazo! -- hicimos lo que dijo -- ¡es perfecto!, ¡dense prisa y acomodenla!, ¡rápido!.

-- ¿de dónde fue que sacó el megáfono? -- pregunté a Drew quien estaba en la otra columna.

-- creo que vino con ello, pero no lo usó hasta que llegaron las telas incorrectas.

-- ¿cuánto falta para terminar?

-- quizás unas dos horas más, hacer lo que ella quiere está un poco difícil pues cambia de idea cada diez minutos.

-- ojalá y esta vez lo deje así, mi brazo ya se adormeció de tanto estirarlo hacia arriba.

-- no eres el único... bajemos antes de que la presidenta vuelva a gritar.

-- ¿cómo es que no se queda sin voz si lleva gritando casi dos horas sin descanso?

-- de seguro esta acostumbrada, a los que les gusta tener el mando nunca se cansan de dar órdenes.

-- eso tiene mucho sentido, ¿cómo crees que les vaya a Misty y las demás en la cocina?

-- de seguro están bien, ellas no tienen que soportar los gritos de la presidenta a todo momento.

-- buen punto, que fácil les tocó a ellas.

-- ¡sí ustedes dos terminaron su plática les agradecería que continuaran con su trabajo! -- la presidenta llamó nuestra atención -- ¡dense prisa y bajen de esas escaleras!, ¡el baile será dentro de siete horas y aún queda mucho por hacer!, ¡muévanse pelmazos! -- viró hacia el escenario -- ¡¿dónde está el equipo que pedí que colocaran hace diez minutos?!

-- esa chica va a drenarme la energía -- comenté al ver que se iba hacia otro lado.

-- bajemos y hagamos lo que dice de una vez porque de seguro no nos dejará almorzar hasta que vea un avance.

-- que pesada resultó ser -- con cuidado bajé la escalera -- recuérdame, ¿por qué fue que votamos por ella?

-- por las ideas que propuso, ese es mi caso; ¿por qué votaste tú...?, no tengo ni la más mínima idea.

-- yo tampoco, ya sé me olvidó.

-- continuemos con la decoración. Si escucho otro grito por ese megáfono de seguro me vuelvo sordo.

Luego de dos horas por fin teníamos todo el lugar adornado, fue en ese momento que la presidenta por fin nos dejó ir a almorzar... pero solo duró media hora ya que nos obligó a regresar para ayudar en lo que faltaba.

Eran cerca de las cuatro de la tarde cuando todo el lugar quedó totalmente listo y nos llamó para reunirnos.

-- chicos, primero que nada agradecer su esfuerzo por haber dejado este lugar impecable con la decoración, estoy más que segura que a los de último año les fascinará lo que hicieron; en segundo lugar quiero agradecer por tenerme paciencia en todo momento dirigía este evento y disculparme por mi actitud... no tengo más que decir, solo recordar que los que son pertenecientes al banquete y se ofrecieron para ayudar tienen que venir media hora antes de que inicie el evento... por favor vengan de manera impecable, pueden retirarse.