Capítulo 30

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May se había quedado en silencio con las palabras que había dicho, era obvio que no entendía la razón por la que lo decía.

-- ¿A que te refieres con que no hay diferencia con lo del antes y el ahora?

-- Tus virtudes -- respondí -- ellos hablaban de como eras antes, de cual era tu pensamiento... por si no lo notaste, aún sigues mostrando aquellos, tu físico no lo ha cambiado, pero si has recibido un cambio drástico.

-- ¿Enserio? Yo no me di cuenta... ¿qué quisiste decir con que me hubieras comprendido?.

En ese instante me alejé de ella, abrí la mesa de noche y saqué una pequeña foto.

-- ¿Por qué comprenderte? -- regresé a ella -- porque éramos iguales-- le mostré la fotografía.

-- ¿Enserio eres tú? -- cuestionó sorprendida, de seguro no creía lo que veía.

-- Enserio soy yo, ¿tan difícil es de creer?

-- Un poco, mejor dicho, es mucho.

-- Yo podría decir lo mismo de ti.

-- Tienes razón, ¿tu también sufriste bullying?

-- De hecho no, a mí nadie me molestaba, de seguro fue porque la educación era diferente.

Y en cierta parte porque sabían que era hijo de tal persona.

-- Entiendo -- dijo con lástima, de seguro porque no sé como se siente el dolor de que todos estén en tu contra.

-- Lo tuyo fue diferente a mí, sin embargo, eso no significaba que algunos no me molestaran. Claro, tuve problemas, siempre me enfrentaba a ellos porque yo era uno de los mejores de la clase. Jamás me afectó lo que otros dijeran pues yo siempre recordaba que a diferencia de ellos yo sí tenía cerebro, sabía, y aún sé que puedo llegar lejos, mucho más que ellos, algún día seré yo quien los mire desde arriba.

-- Ojalá alguien me hubiera dicho lo mismo cuando yo sufría.

-- Me gustaría escuchar tu historia, sé que ya estoy enterado de todo pero me gustaría que me lo contaras tú misma.

-- Por supuesto, después de todo quería hablarte de eso.

May comenzó su relato mencionando todo lo qué le pasó en los años de secundaria, en especial el año anterior, la parte en la que fue humillada, aquel día concordó con el relato de aquel chico me dijo, sin embargo la otra parte yo no lo sabía.

-- ¿Por eso usas los brazaletes? -- pregunté mirando su muñeca izquierda -- ¿no quieres ver tus cortes?

-- Algo así, los brazaletes...-- los movió de su muñeca -- pensé que si me los ponía no miraría el lugar donde alguna vez me hice daño, que no recordaría aquel trágico día en el que casi... -- intentó calmar su llanto -- se borró la cicatriz, pero yo siento que aún siguen ahí -- cogí su muñeca con delicadeza y la besé.

-- Ya pasó, ya no te atormentes más -- la miré a los ojos -- lo peor ya pasó, ahora tienes que vivir la vida.

-- Sabes, durante mis terapias con la psicóloga para poder recuperar mi autoestima me dijo que lo que yo sentí por Lucas fue un amor adolescente -- recostó su frente en mi hombro -- el fue mi primer amor -- escuchar esas palabras de algún modo me dolía -- pero no era mi verdadero amor, la psicóloga me dijo que algún día llegaría aquella persona especial que me corresponderá y me amará con toda su alma como nadie en el mundo, así como yo lo haré, cuando eso suceda ambos seremos muy afortunados -- comenzó a llorar en mi hombro, yo solo acaricié su cabello -- tú vez en mí lo que yo veía hace mucho tiempo, es por eso... es por eso... que quiero darme la oportunidad de volver a amar, te quiero mucho Drew y realmente me gustaría salir contigo.

Aprendiendo a VivirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora