No me puedo creer que esto esté pasando de verdad, me voy a ir a pasar un año a una ciudad nueva, sola, completamente sola, sin mis padres y sin mis amigas. Va a ser una nueva aventura. Tengo muy claro que va a ser complicado pero no me voy a dar por vencido en ningún momento.
— ¿Has acabado ya con esas cajas?— mi madre me saca de mis pensamientos.
— Sí, te las puedes llevar ya— se agacha a coger la caja— ¿A qué hora va a pasar el camión que se va a llevar todo?
— Mañana a las 10 de la mañana, después durante toda esta semana lo estarán dejando en tu nuevo piso— asiento— solo te falta una semana así que acuérdate de lo que te vas a dejar fuera para llevar en la maleta y lo que te vas a poner esta semana.
Pongo los ojos en blanco— si mamá tranquila, ya sé lo que voy a dejar fuera— no entiendo por qué se ponen así las madres cuando los hijos nos vamos de viaje No las voy a entender nunca.
— Sam, ayúdale a tu madre a bajar las cajas que faltan en tu cuarto— me grita mi padre desde la planta baja.
Resoplo— Sí, ya voy— no me puedo creer que sin acabar de guardar todo ya tengo que ir bajando las cajas, creo sería más lógico esperar a que acabara de guardar las cosas, pero bueno no les puedo decir nada a mis padres, ellos son los que mandan.
Al bajar la segunda caja veo una melena pelirroja en la cocina, otra castaña clara y otra de pelo negro en la cocina, sé que son mis amigas hablando con mis padres. Las voy a echar de menos, lo tengo que admitir, pasar las tardes en la playa, salir de fiesta, vivir el momento como si fuera el último, aunque sepamos que no lo es.
Desde que las conocí han sido un pilar muy importante en mi vida aquí en Miami, sin ellas yo no sé qué habría hecho, no habría superado ni el primer año de instituto. Todo esto se lo debo a ellas.
— Chicas, ¿qué hacéis aquí?— las tres se giran y se van acercando a mí.
Emma, la de la melena pelirroja, es la primera en hablar— venimos a ayudarte y así a pasar más tiempo contigo, que no te vamos a ver en un año— sé que esto no es tan difícil como cuando me fui de España pero aun así es difícil, les he cogido mucho cariño a las chicas.
Emma es algo despistada, risueña, alegre, me recuerda a como era yo antes de venir a Estados Unidos, es como si viera mi personalidad de España reflejada en una persona de aquí, solo que es completamente diferente a mí físicamente.
— Bueno pues vamos a subir a mi cuarto— digo tras dejar la caja junto con las demás.
Las chicas suben detrás de mí, es posible que sea uno de los últimos días que las voy a ver y quiero aprovechar al máximo el tiempo que esté aquí. Mis padres dijeron que cuando mi padre se jubilara, si no volvíamos antes, nos volveríamos a España y le quedan un par de años, así que quiera o no me queda poco tiempo aquí.
— ¿Te llevas muchas cosas?— pregunta Olivia nada más sentarse en la cama.
Olivia es una chica un tanto aventurera, le encanta vivir la vida al límite y conocer a nuevas personas, da un poco de miedo cuando la ves por los pasillos del instituto, pero cuando la conoces es un amor de personas.
— Me llevo bastante ropa para no tener que comprar y algunas fotos para no sentirme tan sola, así que no me llevo muchas cosas más— intento evitar el contacto visual con ellas.
Sophia, Emma y Olivia no saben que en cuanto mi padre se jubile nos volvemos a España y no se lo quiero decir por lo mismo que pasó en España. Quiero que todo sea normal hasta el último día que esté aquí, por lo menos lo más normal posible.
ESTÁS LEYENDO
¿Y Si No Vuelvo? #1
Teen FictionSam lleva cinco años separada de su familia y amigos, se ha negado durante mucho tiempo a rehacer su vida en el nuevo lugar, en la nueva ciudad pero hace relativamente poco decidió dejar de perder el tiempo y volver a hacer su vida, sin la gente del...