Capítulo 47

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Sam

Entro por la puerta de casa y Lucía viene volando para hacerme un interrogatorio.

— ¿Y qué tal?— ya empieza.

— Bien.

— ¿Solo eso? ¿Habéis hablado? ¿Habéis quedado como amigos? quiero saber— exige.

— Hemos hablado.

— Dime algo más, por favor.

— Hemos quedado como amigos, nada más, sí que como antes del día de mi cumpleaños pero ya está.

— Sam, ¿segura que no quieres tener nada con él?

— Quiero, pero no puedo, sabes que el año que viene no voy a estar aquí.

— Solo te voy a decir una cosa, disfruta de los momentos del presente y no te centres en el futuro.

— Me lo dices siempre.

— Es algo importante.

— Me voy a duchar y después cenamos juntas.

— Vale voy a ir haciendo la cena.

Tras unos minutos en la ducha salgo, me pongo cómoda para estar en casa y voy a la cocina donde está Lucía preparando la cena

— Holi, no me quemes la casa por favor.

— Ya sabes que no te la voy a quemar— abro un cajón y saco algo de él.

— Toma— le doy lo que he sacado del cajón.

— ¿Qué es?

— Lelo y lo sabrás.

— No, no puede ser— me mira sorprendida.

— Es algo que queríamos hacernos juntas desde hace mucho y pues estuve preguntando e investigando y también le pregunté a Leo antes de que sucediera todo lo que sucedió, ya que yo ya tenía pensado hacerme uno y me recomendaron este lugar.

— ¿Tenías pensado hacerte uno sin avisarme?

— Sí, es un regalo de navidad.

— Gracias— me abraza— ahora solo hace falta decidir el tatuaje que nos vamos a hacer y una fecha para hacérnoslo.

— Sí, tengo algunos ya vistos para que veas.

— Genial, pero antes yo te quiero dar tu regalo de Navidad— se va al cuarto y vuelve con varios paquetes.

— Pero si habías dicho uno.

— Se me fue un poco la mano.

Empiezo a abrir los regalos y el primero que abro no lo entiendo porque son lámparas.

— No entiendo, este regalo.

— Una es para mí y otra es para ti, enciende la lámpara— las encendemos— ahora tócala— hago lo que me dice y veo como la otra sin hacer absolutamente nada se enciende— Es para cuando me vuelva a ir, cuando quieras hablar conmigo o me necesites, solo la tocas y yo ya sabré que eres tú y te llamaré— la abrazo hasta dejarla sin respiración

— Algún día de estos me vas a hacer llorar.

— Sigue abriendo paquetes que te quedan dos.

Abro el siguiente y es un pijama entero de Stich— me encanta, aquí les suelen llamar mamelucos o algo así, pero me gusta cómo suena— Me levanto de la banqueta de la cocina.

— Me lo voy a poner— voy corriendo a mi cuarto y me lo pongo— ¿Qué tal me queda?

— Genial, el último.

Es una caja chiquita, pero tiene pinta de ser importante y algo que me va a encantar. Al abrirlo veo un collar con nuestros nombres "Lucía&Sam" — es precioso— me lo pongo en cuanto lo saco de la caja.

— Es genial.

¿Y Si No Vuelvo? #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora