Sam
— Sam dime que estáis saliendo, por favor— suplica.
— No, pero somos algo más que amigos.
— Genial, para la próxima vez que venga aquí traeré a Mikel y haremos salidas los cuatro.
— No te adelantes— la interrumpo— te recuerdo que quién sabe si voy a volver el año que viene, vamos poco a poco.
— Bien, de acuerdo, tú decides.
Sí que es cierto que me encantaría poder salir con Leo sin ningún problema pero el hecho de tener que irme no me hace gracia ninguna, así que prefiero no llegar a tener una relación.
Vamos al cuarto de Lucía y nos tumbamos en la cama a hablar.
— Sam, sé que no quieres hablar de esto pero creo que necesitas hablar, por lo menos conmigo sobre este tema.
— ¿Cuál?— pregunto.
— Te he visto más de un día ver tu ropa de baile y mirarla como si quisieras volver a bailar.
— Lucía ya sabes que no voy a volver a bailar.
— Quieres y lo echas de menos se nota.
— No quiero volver a bailar y punto.
— No puedes dejar de hacer lo que te gusta por una cosa que pasó hace años.
— Sí que puedo— grito.
— Te caíste, todo el mundo se cae, hasta yo me caí en los partidos de baloncesto— grita.
— No es lo mismo, tus caídas no te han provocado lesiones de por vida— la miro con rabia— y más que sabes que si te vuelves a caer de esa forma pude ser que tengas que ser operada.
— Puede que no pero te recuerdo que yo también estuve muchas veces sin poder jugar y se lo que es echar de menos hacer algo que amas y tu amas bailar.
— Sabes lo que me provocó esa caída y la vergüenza que pasé, estaba sola en el escenario, no había nadie para ayudarme, era yo frente a miles de personas.
— Lo sé, pero no puedes dejar que eso te frene, tú amas eso y si tienes miedo empieza de cero, vuelve a coger confianza en ti misma.
— No puedo, a parte ya llevo tres años sin bailar y con el miedo ya no es lo mismo.
— Solo te pido eso, cuando me vaya ya no podré hacer nada personalmente para ayudarte y quiero que venzas ese miedo a volverte a caer.
— Lucía tengo una puta deformación en la cadera que cada vez que hago algún tipo de ejercicio que implique impacto en la cadera me duele y lo sabes.
— Creo que eso es más dolor psicológico que de verdad, conozco bien a la verdadera Samantha y a esa ese pequeño dolor no le pararía.
Esas palabras me han llegado muy adentro, por una parte tiene razón, nunca he parado de bailar, ni por dolores ni nada por el estilo.
Es duro admitir que tiene razón pero tengo miedo, mucho miedo de volverme a caer. La caída fue demasiado fuerte como para olvidarla.
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¿Y Si No Vuelvo? #1
Teen FictionSam lleva cinco años separada de su familia y amigos, se ha negado durante mucho tiempo a rehacer su vida en el nuevo lugar, en la nueva ciudad pero hace relativamente poco decidió dejar de perder el tiempo y volver a hacer su vida, sin la gente del...