Comienza a sonar, aún no contesta... ¿Estará durmiendo? ¿Estará evitando mis llamadas? ¿Estará enfadada?
No puedo pensar con claridad y cuando ya ha sonado cinco veces el pitido cuelgo con una sensación de miedo y tristeza, pero a la vez algo de alivio.
— ¿Enserio has colgado?— me reprocha.
— No contestaba— digo para justificar mi acto, a la vez que lo tiro encima de la cama.
— Pues vuelve a intentar...— el sonido de mi teléfono interrumpe nuestra conversación.
Las dos observamos el móvil mientras suena encima de la cama, está con la pantalla hacia abajo y no podemos ver quién es.
Con miedo lo levanto y leo el nombre.
— Es ella— digo con miedo en la voz.
— Pues contesta.
— No puedo— vuelvo a mirar al móvil.
Clara al ver que no reacciono me quita el teléfono de las manos y contesta ella.
— Sam al fin contestas, llevo llamándote mucho tiempo— dice Lucía al otro lado de la línea.
— Hola, soy Clara una amiga de Sam— dice tan tranquila.
— Yo soy Lucía, ¿está Samantha?— pregunta algo confusa.
— Sí claro ahora te la paso— me pasa el teléfono y yo me quedo unos segundos pensando si cogerlo o no.
Clara agarra mi mano me pone el teléfono en esta y me lo lleva a la oreja.
— ¿Sam?— le oigo decir a Lucía al otro lado de la línea.
— Hola...
— ¿Por qué llevas seis meses sin contestarme?— pregunta indignada.
— Es algo complicado de explicar, no lo entenderías.
— Sam, soy tu mejor amiga, cuéntamelo.
— Oí a mis padres decir algo de quedarse en Miami tras la jubilación de mis padres... Y que posiblemente no fuéramos a volver... No quería seguir alimentando una amistad que sabía que iba a ser siempre a distancia...
— Sam, eso no es cierto, cuando nos graduemos podremos ir a donde queramos sin que nuestros padres nos manden... Sabes que yo no he podido ir a verte porque mis padres no me han dejado... Si no sabes perfectamente que hubiera ido todas mis vacaciones...
— Sí lo sé, pero... Tampoco quería ser un estorbo ya que has hecho tu vida allí y la mía está en otro lugar...
— Nunca pienses que eres un estorbo, he pasado todos los días pegada al teléfono para ver si recibía tu llamada. Por mucho que haya hecho mi vida yo no te olvido, te lo juro. Así que deja esas tonterías y quiero que me llames mínimo una vez a la semana, ¿de acuerdo?
— Sí, tranquila, te llamaré.
— Por cierto, la chica que ha contestado al teléfono no parecía una de tus amigas, por lo menos de las que yo conozco.
Pensaba que no se iba a acordad de la voz de mis amigas de Miami pero por lo que veo sí, ahora le tengo que explicar que me he mudado para un año a Los Ángeles e igual se enfada conmigo por no haber ido a España.
— No estoy en Miami...
— Entonces ¿dónde estás?— pregunta confusa.
— En Los Ángeles.
— ¿Qué haces allí?
— Voy a estudiar este año aquí, en un año si no me aceptan para hacer el cuarto año aquí, me iré de nuevo a Miami.
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¿Y Si No Vuelvo? #1
Teen FictionSam lleva cinco años separada de su familia y amigos, se ha negado durante mucho tiempo a rehacer su vida en el nuevo lugar, en la nueva ciudad pero hace relativamente poco decidió dejar de perder el tiempo y volver a hacer su vida, sin la gente del...