Sam
— Me lo ocultaste— digo gritando.
— No te lo oculté, entre todas dijimos de decirte en algún momento, pero cuando estuviéramos todas juntas.
Lucía es mi mejor amiga y me lo ha ocultado.
— Eres mi mejor amiga pero aun así decidiste no decirme nada, sois mis amigas, supuestamente tenéis que confiar en mí— digo mientras camino por todo el piso con el teléfono en la mano.
— Me dejaste de hablar cuando pasó, ignorabas todas mis llamadas y todos mis mensajes, con suerte me decías, no puedo hablar en otro momento hablamos— Se levanta de la silla y comienza a caminar por la habitación.
Desde que llegué la mayoría de llamadas que hemos hecho han sido video llamadas y esta vez es para discutir que me ha ocultado algo.
— Sabes que yo no habría tardado ni un segundo en contártelo— apoyo el teléfono en un tarro que está sobre la mesa.
— Sí, lo sé, pero no dabas señales de vida, ignorabas todo y supuse que estabas mal y no quería contarlo, para no ponerte peor.
— ¿Y si llego a volver?
— Te lo habríamos dicho antes.
No creo que me lo hubieran dicho antes.
— Te equivocas, seguro que yo llegaría y todo estaría patas arriba.
— Sam, de verdad que lo siento, se nos fue olvidando y se pasó el tiempo.
Intento tranquilizarme pero no puedo.
— Puede que no esté allí pero sigue doliendo— digo casi llorando pero con enfado.
— Lo sé, pero ya te dolía estar sin nosotras— dice gritando.
El ruido del timbre interrumpe nuestra conversación, me mira con confusión y voy a abrir.
— Hola— escucho nada más abrir la puerta.
Veo a Leo con una sonrisa y es inevitable que esa sonrisa provoque una en mi rostro.
— Veo que estas mejor— asiento—. ¿Puedo pasar?
Me quedo pensando un segundo ya que estaba discutiendo con Lucía.
— Sí, pasa, lo único que estaba hablando con una amiga— digo cuando me aparto para dejarle pasar.
La verdad quiero que pase para no discutir más con Lucía, no quiero gritarnos más, pero me duele que me haya mentido.
— Puedo volver en otro momento— aclara.
— No, pasa, tranquilo— al pasar cierra la puerta y lo guio hasta la cocina—. Lucía tengo visita— miro a Leo que está detrás del teléfono—. Así que supongo que tengo que colgar.
— Tranquila si tenéis que hablar, puedo esperar un rato— dice Leo.
— Estábamos hablando, sin más— digo intentando que esta conversación acabe.
— Podemos hablar los tres— dice Lucía a través del teléfono.
Siempre se me olvida que a Lucía le da igual conocer a personas y más así, le encanta conocer a personas que tienen que ver conmigo.
— A mí me parece una buena idea— dice Leo.
En parte me parece buena idea, pero por otra mala... Unir mis dos vidas, mis dos historias, sería increíble, que se conocieran, pero eso no es posible... Puede ser que Lucía y yo sigamos discutiendo enfrente de Leo.
— Leo, ella es Lucía— digo mientras giro el teléfono hacia él—. Lucía, él es Leo, un amigo.
***
Leo
Llevamos un rato hablando con Lucía y Sam, veo a Sam algo rara, sin ganas de hablar. Lucía tiene que ser una persona muy importante en su vida, pero antes de llamar he oído gritos de Sam...
— Voy a hacer un par de cosas en unos minutos vuelvo— anuncia Sam mientras se levanta para meterse en su cuarto
— Leo— escucho que me llama Lucía—. ¿Se ha ido ya?— yo asiento— Necesito que me ayudes con algo.
¿Cómo que la ayude con algo? No entiendo.
— Depende de lo que sea te puedo ayudar.
— Necesito que me ayudes a darle una sorpresa a Sam— la miro confuso—. Quiero ir por su cumpleaños a Los Ángeles.
— ¿Cuándo es?— pregunto algo curioso.
— Es en diciembre, el 8 de diciembre, sé que estamos en agosto y es muy pronto, pero esto va a requerir mucha ayuda y preparación.
El 8 de diciembre... el 3 es el de Clara.
— Sí, te ayudaré, por supuesto, pero va a ser difícil hablar...
Me interrumpe para darme su número de teléfono así poder hablar para planear todo.
Tras cinco minutos más Sam vuelve.
***
Sam
Creo que llevamos mucho tiempo hablando con Lucía, creo que es hora de colgar.
— Lucía, se está haciendo tarde así que mejor dejamos la conversación para otro momento— ella asiente y yo cuelgo rápidamente.
Leo me mira algo confuso
— ¿Ha pasado algo?— se acomoda sentándose de lado en el sofá.
Noto como sus ojos me observan. Estoy sentada con la cabeza agachada y con el pelo en la cara para no mirarlo.
— ¿Sam?— me aparta el pelo de la cara—. Si te soy sincero me he quedado por el hecho de que antes de llamar estaba escuchando gritos y me has preocupado.
— Gracias, sí, es cierto, estábamos discutiendo— sin esperarlo él me abraza.
— Supongo que sería algo parecido a lo de noche.
— Era lo de anoche, no me atreví a llamarlas.
Supongo que puedo confiar en él, se ha preocupado mucho por mí en estas últimas 24 horas.
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¿Y Si No Vuelvo? #1
Novela JuvenilSam lleva cinco años separada de su familia y amigos, se ha negado durante mucho tiempo a rehacer su vida en el nuevo lugar, en la nueva ciudad pero hace relativamente poco decidió dejar de perder el tiempo y volver a hacer su vida, sin la gente del...