Capítulo 12

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La puerta vuelve a interrumpir mis pensamientos y voy a abrir.

— ¿Samantha Martínez?— dice el cartero.

— Sí, soy yo— digo confusa.

— Tienes un paquete— me lo entrega y se va.

Cierro la puerta en cuanto este se va.

— ¿Qué es esto? Yo no he pedido nada.

Comienzo a abrirlo, es un paquete un tanto grande, o por lo menos la caja se podría decir que es grande.

Cae una lágrima por mi mejilla al ver las sudaderas.

Una de estas lleva una foto de Lucía y yo en la espalda de hace cinco años. En la parte de delante arriba a la derecha lleva puesto "Lucía & Sam". La foto fue la última que nos tomamos antes de que yo me fuera, de hecho era la despedida, la última vez que la vi y que la pude abrazar. Es un color azul pastel.

La otra en un morado pastel también, pero esta tiene la última foto que nos tomamos las siente amigas, ese mismo día. En este en cambio debajo de la foto hay una frase "Esperamos verte pronto", y en la parte de delante están todos nuestros nombres, uno debajo de otro.

"Lucía, Adriana, Saioa, Naiara, Ana, Melyssa"

En ese mismo orden.

Por lo que veo no se han olvidado de mí, y se lo gradezco, pero quien sabe si voy a volver, no deberían perder el tiempo en recordarme.

Vuelvo a agarrar mi móvil para llamarlas pero me paro a pensar a quien llamar ya que allí es tarde y no las quiero molestar ya que ya le he molestado mucho a Lucía.

En ese momento me acuerdo de que Melyssa está en Brasil y allí no es tan tarde para llamarla. Así que sin pensarlo dos veces la llamo.

— Hola— digo en cuanto la veo aparecer en la pequeña pantalla de mi teléfono.

— Hey, por lo que veo has recibido algo— dice mirando la caja un tanto destruida que se encuentra detrás de mí.

— Sí, y un día de estos os mato, a todas— bromeo.

— Fue idea de todas, pero aun así no nos mates— dice riéndose— ¿Te quedan bien?— yo asiento.

— Me encantaría poder hablar con todas ahora mismo.

Me pongo algo triste y ella lo nota.

— ¿No has podido hablar con ellas?— niego con la cabeza.

— Están dormidas y hasta mañana por la mañana no puedo hablar con ellas...

— Mañana en la mañana las llamas sin falta— nos reímos—. Sabes, te echamos mucho de menos, no es lo mismo sin que tú estés allí...

Me quedo confusa tras lo que ha dicho.

— ¿Cómo que no es lo mismo?— digo confusa.

— Supongo que tarde o temprano lo tendrás que saber...— su cara cambia por completo y ya no mira la pantalla.

— ¿Saber el qué?— pregunto algo asustada—. Melyssa, me estás asustando ¿qué ha pasado?

Algo está yendo mal, lo noto, no quiero que sea lo que estoy pensando.

— Pasó algo, hace un tiempo— hace una breve pausa— exactamente desde que nos dejaste de hablar...

— Hace seis meses...— ella asiente.

— Desde que te fuiste hubo muchas broncas entre todas nosotras y lo que nos mantenía unidas eras tú, tus llamadas, tus mensajes... Todo lo que tenía relación contigo... Pero el hecho de que dejaras de hacerlo hizo que Lucía, Adriana y yo nos fuéramos por un lado y Naiara, Saioa y Ana por otro.

— A sí que no os habláis.

— No, aunque es posible que Naiara, Saioa y Ana se estén separando... Sam... tú eras quien nos unía...

— Ojalá volver, pero eso no va a ser así, no creo que vuelva en un largo tiempo...— las lágrimas se empiezan a deslizar sobre mis mejillas.

— Lo sé, solo necesitaba contártelo.

— Creo que deberías colgar ya, debe ser tarde allí— ella asiente.

— Si, son las doce de la noche y mañana me tengo que despertar temprano, así que mejor me voy a dormir, chao— cuelga.

No me puedo creer que Lucía no me haya contado nada, sabe que me distancié y me lo oculta.

Me tumbo en mi cama haciéndome una bolita mientras las lágrimas caer hasta las sábanas por mi cara, hasta quedarme dormida.

¿Y Si No Vuelvo? #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora